La ciudad ‘estrenará’ en el verano de 2014 la muralla de la calle Rambla

03/09/2013 Fuente murciaarqueologia. El próximo verano la ciudad podrá mostrar a los visitantes una imagen bastante completa de la Lorca medieval, gracias a los trabajos de recuperación que se llevan a cabo en los restos de la muralla que quedaron al descubierto tras el derribo de una serie de edificaciones y talleres que la ocultaban en la calle Rambla.

Se trata de la mayor longitud a contemplar de la primitiva muralla, pues son unos 190 metros lineales los que se están restaurando. Al final casi se unirá al Porche de San Antonio, que es la única puerta medieval completa que se mantiene en pie, recientemente restaurada tras los daños del terremoto, y constituye uno de los atractivos para los turistas.

A unos metros también se encuentra el Centro de Visitantes de ‘Lorca, taller del tiempo’, por lo que esa área cuyo eje es la calle Rambla se va a convertir en un gran escaparate sobre el pasado de la ciudad, a los pies del barrio de San Juan. Para el alcalde, Francisco Jódar, que ayer visitó las obras en unión de los ediles de Empleo y Turismo, Lali Ibarra y Francisco Montiel, «vamos a consolidar la imagen medieval de ciudad inexpugnable, porque a estos trabajos hay que unir los llevados a cabo en otros tramos de muralla en la ciudad y los de rehabilitación del Castillo».

Según las explicaciones que ofreció Jódar «cuando los turistas entren en el caso antiguo por el puente de San Cristóbal lo primero que van a ver es este entorno recuperado, con zonas ajardinadas, dentro del cual habrá un centro de interpretación de la muralla, de casi 174 metros cuadrados que se ubicará entre dos de los lienzos».

Metal y madera

El nuevo espacio cerrado tendrá estructura metálica y las fachadas estarán acabadas en madera, contará con instalaciones de climatización, iluminación y una serie de elementos para facilitar la versatilidad de su uso. Además, los visitantes podrán acceder al nivel del adarve recuperado de la muralla que está previsto sea transitable y vinculado a nuevos espacios abiertos tratados urbanísticamente. La nueva construcción, a modo de una caja semiexenta, estará protegida por la propia muralla.

La superficie sobre la que se está actuando en este proceso de rehabilitación de la muralla medieval supera los 5.000 metros cuadrados entre las calles Rambla y Pozos. Precisamente esta última será urbanizada tras la colocación de las canalizaciones de abastecimiento de agua potable, saneamiento y la previsión de entubamiento para servicios de alumbrado, telefonía y baja tensión.

En conjunto se trabaja en la consolidación y puesta en valor de los elementos y estructuras que actualmente se conocen en este tramo amurallado que abarca cinco torres y otras tantas cortinas o lienzos, junto a una serie de construcciones anexas. Lo más antiguo son los restos de muralla de tapial correspondientes a los siglos XII y XIII, sobre los que se llevaron a cabo modificaciones y añadidos posteriores, prácticamente hasta el pasado siglo.

El espacio exterior que bordea la muralla recibirá un tratamiento superficial en el que se descartan los grandes volúmenes y el arbolado que dificulte la contemplación del conjunto. La intervención se basa en el empleo de diversos materiales y textura a nivel de pavimentación o recubrimientos, buscando una imagen de tapizado o alfombra de superficie de suelo.

Además, se procederá a la eliminación de la caseta y centro de transformación que existe junto a La Velica, con el soterramiento de la línea aérea y la construcción de un nuevo centro de transformación.