PARQUE NACIONAL TIKAL, Petén, Guatemala
Bienes arqueológicos, paleontológicos

PARQUE NACIONAL TIKAL, Petén, Guatemala.

 

Un enorme árbol de ceiba, que parecía acariciar las nubes blancas, entre la espesura de la jungla, nos dio la bienvenida, a este Patrimonio de la Humanidad, una ciudad-Estado maya de la cual un día partió uno de sus Señores que dio inicio al período dinástico de la hondureña Copán.

 

 

15/10/2013 Fuente historiayarqueologia. El majestuoso Templo 1 o del Gran Jaguar, en la Plaza Mayor de la ciudad maya de Tikal, enclavada en el parque nacional que mide 16 kilómetros cuadrados.

 

Algunos de la gira que llegamos, al filo de las 11:00 de la mañana, el domingo 22 de septiembre pasado, ya la habían visitado, pero la mayoría nunca habíamos tenido la feliz oportunidad de embelesarnos frente a esta magnífica obra del arte arquitectónico de la civilización maya.

 

Como en toda región de clima tropical húmedo, la temperatura quizás rebasaba los 30 grados centígrados y antes de adentrarnos en los senderos ya íbamos transpirando del calor, luego de recorrer la calzada de terreno calizo en este parque, cautivados por la selva de tupidas arboledas, en cuyo dosel anidan diferentes especies de aves que alegraban el día con su bello trinar.

 

Atrás había quedado la carretera pavimentada que solo se puede transitar a un máximo de 45 kilómetros por hora porque es un cruce de fauna silvestre, tras haber conocido la oficina-mueblería de la Asociación Civil “Árbol Verde”, en Ixlú, y su aserradero en El Caoba, también caserío de Flores, la cabecera departamental de Petén, nuestro centro de operaciones.

 

EL BOSQUE MAYA

 

La arqueóloga y guía turística Korina Castellanos, cuenta lo relacionado con el Templo Rojo, mientras esperábamos que pasara la lluvia. La observan Helle Jeppesen e Iliana Monterroso.

La arqueóloga y guía turística Korina Castellanos, cuenta lo relacionado con el Templo Rojo, mientras esperábamos que pasara la lluvia. La observan Helle Jeppesen e Iliana Monterroso.

 

Un día antes, también conocimos la labor de protección y explotación forestal de la Cooperativa Carmelita, en la aldea del mismo nombre, y la Asociación Forestal Integral San Andrés (AFISAP), del municipio de San Andrés, como ejemplos de la exitosa experiencia de manejo de las concesiones de bosques en la Reserva de Biosfera Maya (RBM), que ejecutan las organizaciones de la Asociación de Comunidades Forestal de Petén (Acofop).

 

Los periodistas internacionales invitados por Acofop y la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMPB), asistíamos ahora extasiados frente a la rica biodiversidad y al cabo de unos 30 minutos, casi a las 11:30 de la mañana, habíamos pasado el desvío hacia Uaxactún, otra ciudad maya que fue dominada por el reino de Tikal, hasta llegar al complejo de las Pirámides Gemelas.

 

Bajo la conducción de la arqueóloga y guía turística, Korina Castellanos, contratada por Acofop y que labora en el oficial Consejo Nacional de Á reas Protegidas (Conap), cada vez más nos impresionaban sus conocimientos al dedillo sobre la historia, evolución y ocaso de la cultura maya, cuyos ancestros fueron los olmecas y fueron influenciados por el reino de Teotihuacán.

 

En el grupo de las Pirámides Gemelas, una de las cuales yace cubierta por vegetación, igual que cientos de estructuras a lo largo de la misteriosa ruta del mundo maya, porque no se dispone de fondos para restaurarla y darle mantenimiento, hay nueve estelas

 

“Ese número se repite porque los mayas creían que había nueve niveles del inframundo, al cual se entraba por el árbol de ceiba que era sagrado para ellos”, nos explicó Castellanos y luego de ilustrarnos sobre el significado de los más de 500 glifos de la escritura maya en las estelas, a manera de “propaganda” de los reyes, llegamos a la magnífica Plaza Mayor.

 

Para esa hora eran casi la 1:00 de la tarde y sudorosos, pero muy motivados, nos paramos a descansar bajo una ceiba y sobre la grama verde que parece alfombra, extasiados en la Plaza Central, donde se erigen majestuosos dos templos piramidales, el 1 o Templo del Gran Jaguar y el 2 o de las Máscaras.

 

Allí estábamos junto a los comunicadores Helle Jeppesen, una renombrada danesa del servicio de televisión y “online” de la “Deutsche Welle”, la Radiodifusión internacional de Alemania; Carmen Quintela, una bella periodista de Galicia, España, que hace una pasantía en el guatemalteco diario El Periódico y la dulce Alicia Zamora, periodista nicaragüense de la AMPB, con sede en Managua.

 

Una de las sorpresas más gratas e ilustrativas fue el acompañamiento de la guatemalteca Iliana Monterroso, nuestra facilitadora de la Coalición Iniciativa para los Derechos y los Recursos (RRI), bióloga por la estadounidense Universidad John Brown, con maestría en Economía Ecológica y Gestión Ambiental y que participa en el doctorado en Ciencias Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (España).

 

La Acrópolis Norte, al lado del Templo 1, que consta de varios palacios construidos por diferentes soberanos.

La Acrópolis Norte, al lado del Templo 1, que consta de varios palacios construidos por diferentes soberanos.

 

El apoyo de Monterroso, quien participa como investigadora asociada en el Área de Población, Ambiente y Desarrollo Rural de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso-Guatemala), fue de suma importancia para contextualizar el tema de la forestería comunitaria, ya que su trabajo de investigación se ha concentrado en las tierras bajas del norte de Guatemala, incluyendo Petén e Izabal.

 

Completaban el grupo Fabiano Maisonnave, periodista cosmopolita del diario la “Folha de Sao Paulo”; Luis Muñoz, vicepresidente editorial y columnista de La República de Costa Rica; los nicaragüenses Gilberto Artola y José Garth Medina, ambos corresponsales para la región Atlántica de su país de los diarios Nuevo Diario y La Prensa, respectivamente; Fabio Víquez, consultor costarricense de la AMPB y la UICN, y este redactor porLA TRIBUNA de Honduras.

 

Estando en la Plaza Mayor, flanqueada también por la Acrópolis Central y su complejo de palacios y la Acrópolis Norte, uno de los conjuntos arquitectónicos más estudiados, nuestra guía, Korina Castellanos, nos hizo imaginarnos como habrían sido los tiempos de esplendor de Tikal, solo superada en grandiosidad por El Mirador, que se cree fue la cuna maya, y El Tintal.

 

El Mirador es una ciudad del préclasico tardío maya, situada en la cuenca del Mirador, Petén, Guatemala que data del 600 antes de Cristo, parcialmente abandonada en el 150 después de Cristo, posteriormente reocupada y finalmente abandonada en el siglo IX d. de C.

 

EL MIRADOR EN LA RUTA

 

Palacio del Rey “Gran Garra de Jaguar”, asesinado el 14 de enero de 378 d. C. por Siyah K’ak’, de Teotihuacán.

Palacio del Rey “Gran Garra de Jaguar”, asesinado el 14 de enero de 378 d. C. por Siyah K’ak’, de Teotihuacán.

 

La importancia de El Mirador, a la cual solo se puede acceder por helicóptero o desde la aldea Carmelita, San Andrés, caminando durante dos días por nueve horas o a caballo, reside en la pirámide de La Danta, la más alta de las mayas (72 metros), y de América, y una de las mayores del mundo, con un volumen de dos millones 800,000 metros cúbicos, 200,000 más que la Gran Pirámide de Keops, en Egipto.

 

Desde Carmelita, la cooperativa forestal también tiene un servicio de cabañas de caoba y cedro para recibir a grupos de turistas y guiarlos por la ruta maya de El Mirador, como ocurrió el 21 de diciembre del 2012, cuando hubo ceremonias en los sitios arqueológicos porque se advino al final del ciclo de 5,000 años del calendario maya y que algunos creyeron que era el fin del mundo.

 

La ruta incluye las ciudades de La Florida, La Ceibita, Xulnal, Tamazul, El Lechugal, El Tintal, Wakná, El Porvenir, Nakbé, La Muerta y, por supuesto, El Mirador, entre otras, nos había detallado Antonio Centeno, presidente de la Comisión de Turismo de la Cooperativa Carmelita.

 

Evocando esos detalles estábamos en Tikal, cuando reiniciamos el recorrido, mientras un zorro gris y pizotes correteaban, los tucanes y quetzales cantaban en los árboles y los monos aulladores se deslizaban entre el follaje, hasta que al filo de las 2:00 de la tarde llegamos ante el Templo 3 o del Sacerdote Jaguar.

 

Cresta del Templo IV o de la Serpiente Bicéfala, vista desde los alrededores del Templo 3 o del “Sacerdote Jaguar”.

Cresta del Templo IV o de la Serpiente Bicéfala, vista desde los alrededores del Templo 3 o del “Sacerdote Jaguar”.

 

Castellanos, nos contó que “Yax Mutal” es el nombre original de Tikal, reino que fue identificado con la figura de un nudo de cabello y la ciudad conocida como “Primer Mutal”, cuyo significado aún se desconoce.

 

El nombre de Tikal, o cerca del hoyo con agua, en lengua maya, le fue dado en relación a una antigua reserva de agua del lugar, ya que en los alrededores no hay ríos ni otros arroyos y los mayas captaban el agua lluvia en sistemas de canales que confluían en “aguadas” o reservorios.

 

La arquitectura monumental del sitio se remonta hasta el siglo IV a. C., pero Tikal entró en apogeo durante el período Clásico, entre 200 y 900 d. C., habiendo dominado gran parte de la región maya en el ámbito político, económico y militar, al tiempo que interactuaba con otras regiones a lo largo de Mesoamérica, incluyendo la gran metrópoli de Teotihuacán, en el valle de México.

 

HALLAZGO DE TIKAL

 

“Su hallazgo fue reportado al gobernador en 1848, por buscadores de árboles de chicozapote, de donde se extrae la pasta chicle base para la elaboración de la goma de mascar, quienes indicaron que hallaron `casas en los cerros´, porque solo sobresalían los montículos entre la espesa jungla petenera”, nos ilustró la guía.

 

Fabio Maissonave, Alicia Zamora, Iliana Monterroso, Luis Grádiz, Gilberto Artola y al frente Fabio Víquez, en la cresta del Templo IV.

Fabio Maissonave, Alicia Zamora, Iliana Monterroso, Luis Grádiz, Gilberto Artola y al frente Fabio Víquez, en la cresta del Templo IV.

 

Pese a que algunos relatos de segunda o tercera mano aparecieron en prensa a partir del siglo XVII y los escritos de John Lloyd Stephens en el siglo XIX, debido a la lejanía del sitio, ningún explorador visitó Tikal, hasta que el comisionado Modesto Méndez y el gobernador de Petén, Ambrosio Tut, la visitaron en 1848, alertados por los “chicleros”.

 

Para 1955, fue elevada a Parque Nacional Tikal y empezó el más grande proyecto de arqueología en El Petén, por parte de la Universidad de Pensilvania, y en 1979 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), nos detalló Castellanos, cuando íbamos en busca del más grande templo piramidal de Tikal.

 

Por un claro en el bosque, observamos a la distancia la cresta grande del Templo IV o de la Serpiente Bicéfala, que mide 65 metros de altura, en cuyas escalinatas la gente apenas se notaba. El cielo comenzaba a ponerse opaco cuando llegamos ante la mole de rocas talladas, eran casi las 2:30 de la tarde.

 

Acceder al Templo IV es un remate de la caminata porque sudando se sube un conjunto de escaleras de madera, en cuyas uniones uno se encuentra turistas de diferentes países del mundo, jadeantes y extenuados, pero aún así anima la sola idea de atisbar desde la altura las crestas de los templos 1, 2, 3 y 5.

 

Fue precisamente esa vista que sirvió de inspiración al actor y director de cine, Mel Gibson, en una visita a Tikal, para crear escenarios similares de su película “Apocalyto” de 2006, que rodó en Paso Ovejas, San Andrés Tuxtla y Catemaco, Veracruz, México.

 

Mapa de la ruta desde la aldea de Carmelita, San Andrés, hasta la ciudad maya El Mirador.

Mapa de la ruta desde la aldea de Carmelita, San Andrés, hasta la ciudad maya El Mirador.

 

Cansados, pero alegres, subimos la escalinata frontal de la cresta de Templo de la Serpiente Bicéfala, excepto Carmen Quintela y José Garth Medina, por aquello de los vértigos a las alturas ante espacios abismales, y el costarricense Luis Muñoz, hasta tuvo unos minutos de concentración mística como una especie de reminiscencias en la imaginería del panteón maya.

 

Una oleada de leves vientos acompañada por una tenue brisa nos invitó a bajar, tras una sesión de fotos, porque la guía nos dijo que si no nos apurábamos nos iba a atrapar la lluvia y que en Tikal suelen ser torrenciales. Bajamos apresuradamente y nos dirigimos por otros senderos entre la selva en busca del “Mundo Perdido”, la parte maya de “Yax Mutal”, del período preclásico.

 

En la plaza del “Mundo Perdido” hay siete templos, a los cuales no podía llegar cualquiera y estaba dedicada al sacrificio humano porque se encontró un foso con señales de fuego y restos humanos, además de que se han descubierto campos de pelota adjuntos.

 

INFLUENCIA DE TEOTIHUACÁN

 

La brisa pareció apretar por unos instantes y por eso tuvimos la suerte que la guía nos invitó a pasar el agua dentro de la cámara del Templo de las Calaveras Rojas, luego de subir las escalinatas que a esa altura del tiempo estaba lisas. Llamado también Templo Rojo, la estructura es testigo mudo de la conquista de Tikal por parte de un general de Teotihuacán, a partir del 14 de enero del 378 después de Cristo.

 

Los templos 1, 2 y 3 desde la cresta del Templo IV, vista que inspiró escenarios a Mel Gibson para la película “Apocalypto”.

Los templos 1, 2 y 3 desde la cresta del Templo IV, vista que inspiró escenarios a Mel Gibson para la película “Apocalypto”.

 

Castellanos, nos ilustró que el décimo cuarto rey de “Yax Mutal”, era Chak Tok Ich’aak o “Gran Garra de Jaguar”, quien fue asesinado el 14 de enero del 378 d. C, por parte de Siyah K’ak’ o “Nace el Fuego”, quien junto a sus tropas llegó desde el oeste, después de pasar por El Perú, un sitio al oeste de Tikal, el 8 de enero.

 

“Gran Jarra de Jaguar”, su esposa y cuatro hijos, tras ser asesinados, fueron cubiertos con una sustancia roja que les caló hasta los huesos y al encontrarse sus calaveras, los arqueólogos llamaron a la estructura el Templo Rojo.

 

Las inscripciones de la estela 31 se refieren a Siyah K’ak’ como “Señor del Occidente”, quien muy probablemente fue un general extranjero que servía a una figura representada por un glifo atípico para los mayas, compuesto de un lanzadardos en combinación con un búho, el mismo glifo que se conoce de la gran metrópoli de Teotihuacán, en el distante valle de México y que pudo representar al gobernante de Teotihuacán.

 

La lluvia rápido amainó, pero el terreno calizo ya está liso y la guía nos siguió contando que Siyah K’ak’, como no era noble, tomó una mujer y un noble para que procrearan y al cabo de un año engendraron a Yax Nuun Ayiin I o “primer cocodrilo”, quien fue instalado como el décimo rey de Tikal, mientras todavía era niño.

 

Su reino duró 47 años, y Tikal siguió como vasallo de Siyah K’ak’ durante el tiempo que éste vivió. Al parecer, Yax Nuun Ayiin I se casó con una de las esposas pre-existentes de la derrotada dinastía de Tikal, con el propósito de legitimar el derecho de gobernar de su hijo Siyaj Chan K’awiil II.

 

TIKAL Y COPAN

 

Pirámide de La Danta, en la ciudad de El Mirador, la más grande del mundo maya y de América.

Pirámide de La Danta, en la ciudad de El Mirador, la más grande del mundo maya y de América.

 

Ya cuando descendíamos entre los senderos de la selva, en busca del restaurante típico para almorzar y retornar a Flores, para tomar el vuelo hacia Ciudad de Guatemala, Iliana Monterroso se condolió de verme que casi me caía por no poder apoyarme con mis mocasines sobre el terreno calizo empapado y me ayudó con la cámara fotográfica para que no se quebrara si acaso me deslizaba.

 

Dentro de uno de los palacios de la Acrópolis Central, Castellanos nos mostró que la bóveda es sostenida por la madera original que los mayas instalaron. “Aquí es donde los gringos dicen: wow”, rió Luis Muñoz, entre la hilaridad del grupo.

 

Durante el trayecto, supimos que en el siglo V, el poder de Tikal se expandió hacia el sur hasta incorporar a Copán, cuyo fundador, K’inich Yax K’uk’ Mo’ tenía vínculos con “Yax Mutal”.

 

La arqueología anota que en la hondureña Copán hay glifos que refieren eventos del preclásico, como uno del 159 antes de Cristo, de un lugar desconocido que también se menciona en una estela de Tikal. El hecho de que el lugar también se menciona en Tikal, apunta a que se trata de un sitio en la cuenca del Petén, posiblemente El Mirador, la gran ciudad maya del preclásico. Pero la misma arqueología anota que K’inich Yax K’uk’ Mo’ llegó a Copán en diciembre del 426 después de Cristo y el análisis de los huesos de sus restos demuestra que pasó su infancia y juventud en Tikal.

 

Plaza de la monumental ciudad reino de Teotihuacán, en el valle de México, que tuvo gran influencia entre los mayas.

Plaza de la monumental ciudad reino de Teotihuacán, en el valle de México, que tuvo gran influencia entre los mayas.

 

En una suerte de golpe de Estado se instaló en el trono de la ciudad, recibiendo el nuevo nombre real de K’inich Yax K’uk’ Mo’ y el título de ochk’in kaloomte o “Señor del Occidente”, el mismo título usado una generación antes por Siyaj K’ak’, el general de la gran metrópoli de Teotihuacán que intervino decisivamente en la política del centro de la cuenca del Petén. K’inich Yax K’uk’ Mo’ era muy posiblemente de Tikal y es probable que haya sido patrocinado por Siyaj Chan K’awill II, el décimo sexto gobernante en la sucesión dinástica de Tikal.

 

Su tumba tenía características de Teotihuacán y en estelas posteriores fue representado vestido con el traje guerrero de la metrópoli del valle de México.

 

Fue una impresionante visita, muy aleccionadora, que sobrecogió nuestros sentimientos con la ilusión de volver por la enigmática ruta de los mayas.