El narcomenudeo preocupa en la región
01/09/2014 Fuente lanacion. Especialistas advierten que la venta minorista impacta en la violencia urbana
El tráfico internacional de drogas es un problema que afecta a todo el mundo. Pero América latina padece un flagelo adicional: el narcomenudeo. Esa proliferación de los puestos de ventas de cocaína aumenta no sólo el consumo local, sino que suma violencia en las calles. Dejado de lado durante muchos años, el microtráfico es ahora motivo de las principales alertas en la región, en opinión de especialistas de Colombia, Perú y Brasil que participaron de jornadas sobre narcotráfico y delitos asociados, desarrollada en la Legislatura porteña.
"El microtráfico o narcomenudeo es un problema que crece en la región y está muy relacionado con la violencia en las ciudades", manifestó Julián Wilches Guzmán, funcionario de la dirección de Política contra las Drogas de Colombia.
Luego de trazar un escenario sobre la situación de la producción de drogas en su país, Wilches Guzmán expresó: "Desde el punto de vista operacional fue exitosa la estrategia desarrollada, Colombia hace los deberes y hay menos cocaína para exportar, pero al mismo tiempo el consumo interno de drogas creció 50 por ciento entre 2008 y 2013". Para este experto colombiano, el problema no es la sustancia en sí misma, sino el delito que gira a su alrededor.
Brasil, por su parte, pasó también por períodos de extrema violencia en las calles, con bandas narco que en los años 90 hicieron trepar la tasa de asesinatos en Río de Janeiro a 60 cada 100.000 habitantes, mientras que nuevos enfoques de seguridad equilibraron esa tasa ahora con el promedio en ese país en 26 crímenes cada 100.000 habitantes. En ese caso, la táctica oficial apeló a la ocupación de las favelas y el establecimiento de policías pacificadores.
"Disminuyeron los tiroteos en esas favelas pacificadas", expresó el coronel Robson Rodríguez da Silva, jefe del Estado Mayor Administrativo de la Policía Militar de Río de Janeiro, quien indicó también que "el narcomenudeo está volviendo más violenta a la región".
Para Rodríguez da Silva, no fue positiva la experiencia de responder a la violencia narco con enfrentamientos directos con mentalidad de guerra. "Antes hubo una corrida por las armas. Los narcos tomaron armas de guerra y la policía decidió usar armamentos más pesados. El resultado fue un aumento muy fuerte de la tasa de homicidios."
El policía brasileño explicó, además, que "las armas tienen un valor simbólico para esos grupos que las ostentan como forma de mostrar el dominio de un territorio".
También estuvo de acuerdo con señalar el problema del narcomenudeo el ex jefe de la policía de Perú y ex ministro del Interior de ese país, Félix Murazzo. "Es uno de los efectos colaterales del tráfico de drogas y trae como consecuencia el aumento de la violencia y la aparición del sicariato", dijo..