¿Una nueva Dilma Rousseff?: su fase II arranca con una "receta" conoci
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¿Una nueva Dilma Rousseff?: su fase II arranca con una "receta" conocida: ajuste fiscal, devaluación y tarifazo

 

 

08-11-2014 Fuente iprofesional. La presidenta reelecta adelantó que mirarán con lupa las cuentas para detectar aquellas que pueden ser reducidas. Además, el ministro de Economía anunció que se recortarán los fondos destinados a asistencia por enfermedad y pensiones. El precio de la electricidad ya se disparó un 18%

 

Luego de la reelección de Dilma Rousseff, el gobierno brasileño prepara una serie de ajustes para reordenar la economía.

 

En primer lugar, la mandataria se comprometió a hacer los cambios necesarios para que el país vuelva a crecer. Esto incluye recortar gastos, controlar la inflación y, a contramano de lo que se prometía en la campaña electoral, también habrá que reducir los subsidios.

 

"Tenemos que hacer ajustes en varias cosas. No es sólo cortar gastos. A lo largo del gobierno, uno descubre que varias cosas están desajustadas, varias cuentas que pueden ser reducidas (.) Lo que vamos a intentar es un proceso de ajuste de todas las cuentas del gobierno. Vamos a revisar cada una, mirar con lupa para ver lo que se puede reducir, sacar, modificar o lo que se puede mandar para el Congreso", afirmó Dilma en diálogo con la prensa brasileña.

 

Y agregó: "Vamos a hacer los deberes: apretar el control de la inflación -actualmente en 6,6%-, vamos a tener límites dados por nuestra restricción fiscal para hacer toda una política anticíclica que podría ser necesaria ahora", indicó la jefa del Estado, quien aseguró que no intervendrá en la meta inflacionaria establecida por el gobierno en 4,5%, con dos puntos más o menos.

 

Por otra parte, el actual ministro de Economía -que dejará el cargo a fin de año y que aún no tiene sucesor designado- aseguró que el gobierno estudia reducir los subsidios a los préstamos que otorga el poderoso Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes), así como los montos para asistencias por caso de enfermedad y pensiones por muerte.

 

En tanto, esta semana ya entraron en vigencia otros ajustes tarifarios que amenazan con presionar la inflación. Por un lado, la Agencia Nacional de Energía Eléctrica autorizó a la compañía Light a aumentar el precio de la electricidad en un 17,75% para usuarios residenciales y en un 20,25% para industrias. Por otro, Petrobras anunció un incremento del 3% en el precio de la nafta y del 5% en el del diesel.

 

Sufre el real

La incertidumbre sobre el futuro de la política económica de Brasil generó esta semana intranquilidad en la Bolsa de San Pablo y en la cotización del real frente al dólar, que se depreció a su valor más bajo desde 2005.

 

El jueves el real brasileño cayó un 1,8%, en la quinta baja seguida, alcanzando su nivel mínimo en casi una década, al cotizar a 2,56 unidades por dólar.

 

Por otra parte, el Banco Central sacudió a los inversores con una sorpresiva alza de tasas de interés la semana pasada, en un intento por contener la inflación que corre el riesgo de terminar el año por sobre el objetivo del organismo del 4,5%, más o menos dos puntos porcentuales.

 

Incentivos en el freezer

El Gobierno de Brasil no está considerando nuevas medidas para ayudar a las industrias más débiles y, en lugar de eso, se enfocará en ordenar sus finanzas para recuperar la confianza de los inversores durante el próximo año, dijo a Reuters el viernes un funcionario de alto rango.

 

Dilma promete reconstruir sus vínculos con los inversores, dañados por una serie de intervenciones y estímulos selectivos sobre algunos sectores de la economía.

 

"Este no es momento de estar pensando en medidas de estímulo, tenemos otras prioridades", dijo el funcionario, quien está directamente involucrado con las decisiones de política económica.

 

"Lo mejor que podemos hacer en este momento es enviar señales de que nos consolidaremos fiscalmente en el primer año del próximo gobierno", añadió.

 

Las promesas de Rousseff de nombrar un nuevo equipo económico y cambiar las políticas con la ayuda de líderes empresariales elevaron las expectativas de más estímulos para fortalecer al sector manufacturero. Sin embargo, el funcionario, que requirió anonimato para hablar libremente, dijo que el Gobierno se enfocará en reducir el gasto para mejorar la situación del balance presupuestario primario del país, que arriesga a terminar el año con déficit por primera vez en décadas.

 

La administración de Rousseff también está considerando extender el vencimiento de deudas que el estatal banco de fomento BNDES tiene con el Tesoro, con el fin de reducir el monto de capital fresco que el banco necesita.

 

La idea, dijo la fuente, es que el Tesoro "tenga que hacer la inyección más pequeña posible" este año.