“¿Eres ingeniero o negro?”
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“¿Eres ingeniero o negro?”

 

 

26/04/2014 Fuente elpais. Mañana con EL PAÍS por 9,95 euros ‘Doce años de esclavitud’, la historia de un hombre libre vendido como esclavo que ganó el Oscar

 

“Crece el racismo, y eso es perturbador”. Cuando esa frase sale de la boca de alguien como Steve McQueen, el director de Doce años de esclavitud, la afirmación merece una segunda reflexión. Y probablemente ese ulterior pensamiento convenció a los votantes de la Academia de Hollywood a concederle a su largometraje el Oscar a la mejor película (también obtuvo las estatuillas a guion adaptado y mejor actriz secundaria, para Lupita Nyong’o).

 

El filme de Steve McQueen adapta la autobiografía de Solomon Northup

 

McQueen sabe de qué habla, y se explicaba de forma cristalina en una entrevista a EL PAÍS semanas antes de su triunfo en Hollywood: “Me pregunto por qué hay más películas sobre el Holocausto judío que sobre la trata de negros. Lo entiendo: es un periodo vergonzoso. Y si ahora vemos mi trabajo y otros filmes sobre capítulos de la historia protagonizados por negros se debe a la presidencia de Barack Obama, que ha influido hasta en el cine”. Durante la promoción de su estreno, el cineasta dio al vuelta al mundo, e inconscientemente radiografió el estado del racismo en la actualidad. “Está claramente creciendo. Triunfan el racismo —cualesquiera sean las etnias despreciadas— y la intolerancia, nadie parece oponerse, y eso es realmente perturbador”.

 

Hace unos años, McQueen, conocido y prestigioso videoartista —Premio Turner en 1999 y Comandante de la Orden del Imperio Británico por sus servicios a las artes visuales— empezó su carrera en el cine comercial. Tras una obra maestra, Hunger, y una gran película, Shame, decidió rodar algo sobre la esclavitud en Estados Unidos. Pidió ayuda a su esposa, historiadora, y ella le pasó el libro Doce años de esclavitud, la autobiografía de Solomon Northup, que en el año de su publicación, 1853, fue un best seller. Northup, músico, y hombre libre neoyorquino, fue secuestrado a los 30 años en un viaje a Washington y vendido. Durante los siguientes 12 años fue esclavo en diversas plantaciones, la peor de ellas Bayou Boeuf, en Luisiana, donde sirvió como bestia de carga y recolector de algodón de su sádico propietario, Edwin Epps. “Leí el libro y no sé, me pareció como El diario de Ana Frank, el recuerdo de alguien que hoy parece increíble que existiera, que le pasara todo aquello”. De buena educación, en un momento Northup resuelve un problema de transporte creando un nuevo canal. Tras alegrarse, alguien le dice: “¿Eres ingeniero o negro?”. Que nunca se le olvide lo que es en realidad: esclavo.

 

 Parte de la familia de McQueen procede del Caribe, de Granada, es decir, de esclavos. ¿Esta película nace de una responsabilidad moral? “No es una obligación, algo que tenía que hacer, sino algo que quería hacer. El libro era ya en sí mismo un guion, y deseaba mostrar ese guion en imágenes”. De ahí su defensa de la violencia de Doce años de esclavitud, que le ha granjeado críticas que le acusan de pornografía de la tortura. “A ver, ¿hacemos una película sobre la esclavitud o no? Hay que ilustrarla en pantalla, y así ocurrió. De otra forma, estaría rodando un cuento de hadas”. Más aún, McQueen sospecha que al adaptar el libro lo ha suavizado. “Es que no es lo peor que pasó. Al fin y al cabo, Solomon sobrevivió, lo pudo contar. Él mismo escribió en una página: ‘Si de algo soy culpable es de haber dulcificado la narración”.