Riesgos por aumento en el consumo de marihuana
Droga

Riesgos por aumento en el consumo de marihuana

 

 

La positiva disminución en el consumo de tabaco y alcohol contrasta con la banalización que parece existir respecto del consumo de esta droga.

 

06/11/2013 Fuente latercera. EL ULTIMO estudio sobre consumo nacional de drogas -con datos a 2012-, realizado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), entregó datos reveladores. De acuerdo con el informe, se observó una disminución en el consumo de tabaco y alcohol, mientras que se registra una estabilización en el consumo de cocaína y pasta base. En cambio, se aprecia un incremento relevante en el consumo de marihuana, y un aumento entre quienes piensan que experimentar con dicha sustancia no conlleva riesgos. Se advierte, entonces, que las políticas de prevención en general han resultado efectivas, lo que contrasta con un preocupante ambiente de permisividad y banalización en lo que toca al consumo de marihuana.

 

En los últimos años el país ha dictado una serie de normas tendientes a disminuir el consumo de tabaco y alcohol, lo que, si bien no ha estado exento de controversias, ha logrado crear conciencia sobre los riesgos asociados a dichas sustancias. En el caso de los jóvenes entre 12 y 18 años, se observa una baja significativa en el consumo de tabaco -una tendencia similar existe a nivel de población general-, mientras que en el caso del alcohol se estanca la cantidad de personas que lo consume. En cambio, en el consumo de drogas se dan realidades dispares. Resulta destacable que el estudio del Senda haya mostrado una estabilización en el consumo de cocaína y pasta base, además de un aumento de quienes consideran riesgoso  su consumo.

 

Sin embargo, en lo que toca al consumo de marihuana en el último año, éste registra un incremento estadísticamente significativo -desde 4,6% en 2010 a 7,1% en 2012-, en hombres y mujeres, y en todos los grupos de edad, a excepción de los adolescentes entre 12 y 18 años y en el nivel socioeconómico bajo. En estos resultados se observa que las políticas de prevención focalizadas y aquellas destinadas a hacer un llamado de conciencia están rindiendo frutos, y es una línea en la que cabe persistir, pero no puede ignorarse que el aumento en el consumo de marihuana a nivel general debe ser objeto de atención.

 

El Senda ha señalado que estos resultados sugieren que se ha generalizado la idea de que es normal consumir marihuana y que ésta no causa daños a la salud. En dicha percepción han contribuido algunos artistas, líderes sociales y también personeros del ámbito político, que han hecho públicos llamados a la despenalización de la marihuana, en algunos casos incluso vanagloriándose de su consumo, sin exponer con claridad los riesgos que ello conlleva. Igualmente, es censurable que en algunos programas de TV se emitan contenidos fomentando su consumo. Los peligros de banalizar el uso de drogas -como lamentablemente parece estar ocurriendo- son evidentes y  es un riesgo que no se entreguen mensajes consistentes con los fines que la propia legislación persigue.

 

Quienes tienen responsabilidades políticas deben evitar ambigüedades en esta materia. Llama la atención, por ejemplo, que la candidatura de la Nueva Mayoría plantee revaluar la conveniencia de mantener a la marihuana como “droga dura”, en circunstancias que ello se estableció así en una ley dictada bajo el gobierno de la ex Presidenta Bachelet. Si bien es legítimo cambiar un punto de vista, ello debe responder a evidencia científica o antecedentes que respalden un cambio de criterio. Otras candidaturas, que promueven una abierta despenalización, también deberían explicar los riesgos sociales y económicos que traería un probable aumento del consumo.