Ya en 2012 habían relacionado a Martín Garcés con las drogas
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Ya en 2012 habían relacionado a Martín Garcés con las drogas

 

 

17/07/2014 Fuente lanueva. Las investigaciones en aquel momento no llegaron a buen puerto, pero ahora el sujeto afronta cargos por encabezar una banda dedicada a la comercialización de estupefacientes en nuestra ciudad y Punta Alta.

 

La fiscalía bahiense ya había recibido en 2012 información sobre la presunta relación de Martín Alejandro Garcés, con el comercio de estupefacientes, aunque en aquel momento las pesquisas no lograron prosperar.

 

El sujeto ahora está imputado -–pese a encontrarse detenido en la cárcel de Villa Floresta-- en una causa en la que se lo sindica como líder de una banda dedicada al tráfico de drogas en Bahía Banca y Punta Alta.

 

Mientras tanto, varias mujeres que fueron aprehendidas en el marco de esos procedimientos, se negaron a declarar ayer ante la fiscalía y una de ellas fue liberada por encontrarse en un avanzado estado de embarazo. De este modo se repitió la misma actitud que el martes mantuvieran otros involucrados.

 

Como se informara en anteriores ediciones, la policía realizó el lunes una serie de allanamientos en viviendas y en la Unidad Penal 4, donde se arrestó a más de una docena de personas (en su mayoría mujeres) y el secuestro de poco aproximadamente medio kilogramo de cocaína.

 

El ayudante fiscal en Materia de Estupefacientes, doctor Jorge Viego, dijo ayer a este diario que la investigación del caso se inició en agosto del año pasado y que a fines de 2013 se realizaron las primeras intervenciones telefónicas autorizadas por la justicia de Garantías.

 

Señaló que sobre las postrimerías de mayo lograron llegar hasta el celular utilizado por Garcés desde la prisión, quien en las conversaciones se hacía llamar “Walter”, y en los primeros días de junio comenzó la intervención de la línea.

 

“La vinculación con el comercio de estupefacientes entendemos que venía desde antes, porque teníamos denuncias desde 2012 sobre esta persona, las que no habían prosperado e incluso algunas de ellas quedaron truncas, porque el personal policial informó en su momento que se encontraba preso por el episodio en el acceso a un boliche de la zona céntrica”, dijo el funcionario judicial, aludiendo al ataque armado que protagonizó Garcés y por el cual recibió una condena.

 

Incluso, refirió que el propio imputado en algunas de sus charlas telefónicas interceptadas en la investigación actual, daba a entender una supuesta relación anterior con la venta de drogas.

 

Tal como había señalado en la edición anterior el fiscal general, doctor Juan Pablo Fernández, para Viego “no cabe dudas de que era la cabeza de la organización”.

 

Consideró que esto se desprende “de la manera en la que se expresaba y de cómo estaba en el control de absolutamente todos los detalles de la operatoria”.

 

Describió que, de acuerdo con la pesquisa, el propio Garcés contactaba a los punteros para interrogarlos acerca del dinero colectado y para que se lo llevaran a su mujer, Natalia Vidal.

 

“A la persona que tenía para colaborar en la logística la hacía ir con una balanza y le decía tanto a él como al comprador que pesaran la droga, para que no se produjeran percances en cuanto a la entrega”, expresó.

 

También se descubrieron charlas en las que Garcés mencionaba “cómo iban procurando el dinero, cómo subían en ganancias y cómo las reinvertían”, sostuvo el ayudante fiscal.

 

Incluso, trascendió que en una de ellas el sospechoso realizaba una cuenta y manifestaba que “tenían unos 100.000 pesos en estupefacientes colocados en la calle entre sus distintos punteros”.

 

Respecto del papel que tendrían en la organización los hermanos Juan Cruz y Juan Martín Domenichetti, el fiscal entendió que “eran otros dos de sus punteros, los cuales desde el encierro, ya que se encontraban en un pabellón diferente (de la cárcel de Villa Floresta), se manejaban por teléfono para comunicarse, concretando qué cantidad de estupefaciente iban a llevar para Punta Alta”.

 

Más adelante, Viego expresó que “la particularidad de esta causa es que la mayoría de las personas que resultaban ser punteras en distintos sectores de la ciudad, terminaron siendo, en su gran mayoría, mujeres de personas que están detenidas”.

 

“Con la particularidad, incluso, de que son parejas de personas que están privadas de la libertad por causas relacionadas con el comercio de estupefacientes”, afirmó.

 

En este sentido, el fiscal fue consultado respecto de la posibilidad de que Garcés pudiera haber realizado una especie de reclutamiento dentro de la unidad penitenciaria.

 

“Da esa impresión, aunque también puede ser que no sea de esa forma y que ya de antemano trabajaba con estas personas y ahora, todos ellos privados de la libertad, se seguían comunicando desde el interior. Pueden ser las dos hipótesis”, concluyó.