Soneto de amor LXII
de William Shakespeare

Soneto de amor LXII

 

 

Autor: William Shakespeare

 

El pecado de amarme se apodera

de mis ojos, de mi alma y de mí todo;

y para este pecado no hay remedio

pues en mi corazón echó raíces.

Pienso que es el más bello mi semblante,

mi forma, entre las puras, la ideal;

y mi valor tan alto conceptúo

que para mí domina a todo mérito.

 

Pero cuando el espejo me presenta,

tal cual soy, agrietado por los años,

en sentido contrario mi amor leo

 

que amarse siendo así sería inicuo.

Es a ti, otro yo mismo, a quien elogio,

pintando mi vejez con tu hermosura.