Un albañil de Lucena del Puerto, el descubridor del Dolmen de Soto
Bienes arqueológicos, paleontológicos

Un albañil de Lucena del Puerto, el descubridor del Dolmen de Soto

 

 

01/11/2013 Fuente historiayarqueologia. Elisabeth Méndez. Con motivo de las Jornadas de Puertas Abiertas que se llevarán a cabo en el Dolmen de Soto de Trigueros los días dos y tres de noviembre, Huelva Buenas Noticias ha querido acercarse a la apasionantehistoria del descubrimiento de esta construcción megalítica que data de entre el 3.000 y el 2.500 a.C,  y en la que participaron un ganadero de la localidad y un albañil que vivía en Lucena del Puerto, quien trabajaba para Armando de Soto, el propietario de la finca ‘La Lobita’, en la que fue descubierta esta estructura en 1922.

 

El hallazgo de este monumento, el de mayores dimensiones en la provincia de Huelva y una de las mayores construcciones megalíticas de Europa Occidental, según afirma un estudio de Andalucía Investiga, comenzaba a cobrar forma con la entrega, por parte del triguereño Juan Vildes Álamo a Armando de Soto, de la copia de un Acta del Ayuntamiento de Trigueros en el que se informaba sobre la demarcación exacta en la que se encontraba enterrado Mohamed Ben Muza, el creador de la primera obra algebraica que contenía la solución de las ecuaciones de segundo grado, según relata en una carta el propio Armando de Soto al profesor y arqueólogo alemán Hugo Obermaier, encargado de publicar el estudio sobre el Dolmen y su descubrimiento, estudio que ha hecho público la Junta de Andalucía.

 

Justo en el lugar sobre el que el escrito ubicaba la tumba había construido Armando de Soto unacasa del guarda, en la que había participado como maestro albañil Manuel Guijarro, mencionado en la investigación de Obermaier como Manuel Fuentes, nombre por el que se le conocía, según nos cuenta el historiador y bisnieto de Guijarro, Manuel Mora, “por una parte, porque parece ser que era el propietario de un monumento de una fuente en Grazalema, su localidad natal, y por otra, porque desde siempre había vivido en una calle denominada Fuentes”. Estas son las dos versiones que manejan los familiares de quien por aquel entonces vivía ya en Lucena del Puerto, “localidad de la que era su esposa, Antonia Molina, y donde él participó además de la restauración de la Capilla del Sagrario de la Iglesia Parroquial”, según nos explica Manuel Mora.

 

 

Justo en los inicios de la construcción de la casa de Armando, Manuel Guijarro le había informado sobre la presencia de una gran piedra en el lugar en el que se estaba levantando la edificación, siendo de esta forma el primero en percatarse de la existencia de la construcción megalítica, pero recibiendo la orden de Armando de romperla si era necesario y utilizar el material para la obra.

 

De esta forma, y según explica Mora basándose en la historia que Guijarro siempre ha contado, su bisabuelo procedió a romper la piedra que había encontrado y  a construir sobre el Dolmen la edificación, “este es el motivo por el que al final del dolmen faltan piedras en el techo, pues sin saber bien de lo que se trataba se dispuso a obedecer las órdenes de Armando y partirlas para aprovecharlas en la obra”, añade.

 

 

Recién terminada la casa, en enero de 1923, Armando se hizo con aquella acta que le había entregado Juan Vides, y que hablaba de la existencia en aquel lugar de latumba de un musulmán considerado el padre del álgebra. Tras esto, contactó de nuevo con Guijarro preguntándole por la roca que él había descubierto,  solicitándole que destruyera la recién construida casa del guarda y dejará al desnudo aquel objeto. “Cogió la piocha y, dicho y hecho, antes de un cuarto de hora me descubrió a 95 cm. de la superficie la extremidad de una piedra horizontal. Así logramos descubrir como un metro de largo de la piedra que me figuraba ser tapamento de la sepultura del sabio moro. Basta por hoy, dije a Manuel Fuentes”, relata Armando de Soto en la carta escrita a Obermaier.

 

De esta forma, este lucenero fue el primero en descubrir  la existencia de este conjunto megalítico, participando además en las excavaciones que permitieron, en el transcurso de ocho meses,  dejar al descubierto esta grangalería de unos 21 metros de largo, variando su anchura desde los 0,82 metros en la puerta hasta los 3,10 metros en la cámara, y en la que además aparecieron restos de ocho cadáveres colocados en cuclillas y rodeados de cerámicas, hachas, cuchillos, cinceles y/o puñales, encontrándose también sobre las rocas en las que se localizaron los cadáveres curiosos grabados que los arqueológos relacionan con los rituales de la época.

 

 

Este Dolmen, que pertenece a la familia de los dólmenes de ‘corredor largo’, fue declarado Monumento Nacional en 1931, pasando a ser desde 1987 de propiedad pública al adquirirlo la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura de laJunta de Andalucía, quien lo hareabierto al público en el mes de julio de este año, tras unas obras de rehabilitación iniciadas en 2004 y en las que han intervenido un equipo con arqueólogos, arquitectos y restauradores.

 

Una joya histórica a nivel internacional ubicada en nuestra provincia, que se muestra tras su rehabilitación en todo su esplendor, y que durante los próximos días dos y tres de noviembre se encuentra abierta al público en las Jornadas de Puertas Abiertas,para las que el Ayuntamiento de Triguero ha establecido un servicio de lanzaderas ,que saldrán desde la Puerta del Sol de la localidad a las 9:30, 10:30, 11:30 y 12:30 de ambas jornadas, contando además con un servicio en la tarde del sábado con salidas a las 15:30 y a las 17:00 horas.

 

Además, durante todos los fines de semana se llevan a cabo visitas guiadas de una hora, de 10:00 a 13:00 horas, y los sábados además a las 16:00 y las 17:00 horas, contando también contalleres infantiles para los más pequeños. Una oportunidad única para conocer este gran monumento megalítico con siglos de historia, recrear su descubrimiento y adentrarnos en la forma de vida de quienes hace siglos habitaron en nuestra distinguida tierra.