Luz de Agosto
de William Faulkner

Luz de Agosto. De Interés General

 

 

Fuente Wikipedia. Luz de agosto (Título original Light in August) es una novela escrita por el novelista estadounidense William Faulkner en 1932. Junto con “Absalom, absalom”, “El ruido y la furia” y “Mientras agonizo” conforman las cuatro novelas más importantes de Faulkner en su primer periodo que va desde 1926 hasta 1933.

 

Sinopsis

 

La novela tiene dos hilos conductores. El primero es la historia de la persecución que emprende Lena Grove del hombre que la embarazó. La historia externa nos presenta el periodo de tres semanas que permanece Lena en Yoknapatawpha County. La novela se cierra con la misma Lena ya alumbrada reemprendiendo su búsqueda, la que de este modo asume un aliento mítico. La segunda es la historia de la atormentada existencia de Joe Christmas, un hombre negro que emprende una desordenada "epopeya", en la que termina ajusticiado (linchado por asesinar a una mujer blanca de la que era amante) en un Deep South, heredero de la tradición esclavista y segregacionista que es incapaz de asumir a un personaje mestizo como Christmas (a lo que hay que añadir que el propio Christmas es un outsider dentro de esta sociedad tradicionalista, casi buscando la autocondenación).

 

Análisis

 

La estructura narrativa de la novela se aleja de los experimentos espacio-temporales de algunas de las primeras novelas de Faulkner. Desde este punto de vista, si quisiéramos hacer una comparación, Light in August se acerca más estructuralmente a "Absalom, Absalom" que a "The sound and the fury" y a "As I Lying".

 

Deben notarse dos cosas, la primera es la circunscripción temporal a agosto (verano en el hemisferio boreal). Lo que nos lleva a una expresión de Faulkner al respecto en la que señalaba como que hay como un ambiente pagano, clásico, caluroso, vegetativo, fértil en la novela. Coincidentemente Elizabeth Kerr ha subtítulado su análisis de esta novela como "Diana en el Dixie". Además este hecho remarca que el hilo central de la trama se lleva a cabo en agosto (aunque los temas de la novela nos llevara en el tiempo hasta la infancia de Christmas y a la lejana guerra civil, mediante los discursos afiebrados del reverendo Hightower).

 

La segunda observación es que como se ha notado las dos interpretaciones del título aluden de algún modo a Lena Grove. Se ha destacado este hecho en la crítica en la que se señala que la novela comienza y se cierra con Lena Grove en su mítica búsqueda. Dentro de una novela llena de horrores góticos, ella parece ser la única marca de claridad y su alumbramiento marcaría el triunfo de las fuerzas de la luz (¿clásicas, paganas?) en un mundo dominado por la violencia y la oscuridad góticas (oscurantismo y puritanismo). Su epopeya ingenua y victoriosa se contrapone a la frustrada y violenta de Christmas.

 

 

Fuente netsaber. Una de las más sabrosas novelas de William Faulkner, construida como casi siempre en torno a los tabúes del Deep South estadounidense en relación con la raza y las relaciones sexuales. Con una gran habilidad, Faulkner parte de la historia de un personaje secundario para extender la trama hasta su cogollo principal, incluyendo varios flash back, y regresar de nuevo al episodio inicial.

 

 

La joven de Alabama Lena Grove, embarazada de ocho meses, llega andando hasta Jefferson, en el estado de Mississippi, en busca de Lucas Burch, padre de la criatura, sin saber de él más que trabaja en un aserradero y guiada por los lugareños que en algún momento han oído hablar de él. Burch, a quien allí conocen por Brown, está asociado en un negocio ilegal de alcohol con el misterioso Christmas, blanco con sangre negra, que vive en los alrededores de la vivienda de la cuarentona negrófila señorita Burden, de quien es amante.

 

El incendio de la casa de ésta y la aparición del cadáver degollado de la mujer solivianta a toda la región. Por ganar los mil dólares que ofrece el hermano de la víctima por el esclarecimiento del crimen, Brown/Burch denuncia a su socio Christmas, que se encuentra huido y que acabará casualmente en la ciudad donde vive su abuelo, quien en el pasado provocara la muerte en el parto de su propia hija por el asco que le producía saberla embarazada de un mestizo.

 

A través de varios flash backs, descubrimos que Christmas tuvo en el pasado relaciones con una camarera que se prostituía y que rechazó casarse con él y se nos relata el inicio de las relaciones con la solterona hija de norteños abolicionistas que concluyó con el asesinato de ella, como fruto de la confusión del mestizo y la insistencia de ella en tener un hijo.

 

Christmas se deja apresar sin resistencia y, a pesar de que el sheriff pretendía protegerle, el violento racista Grimm, colmando los deseos de una mayoría de los blancos de la región, le fríe a tiros y le castra cuando aún tiene algo de vida para que "deje a las mujeres blancas en paz incluso en el infierno".

 

Un honrado pero feo y tímido trabajador del aserradero, Byron Bunch, lleva a la embarazada Lena a la cabaña de Brown/Burch, donde se producirá el parto. Al regresar Brown, que se encontraba retenido por el sheriff en espera de que se aclarara el asesinato, promete a la mujer que se quedará con ella, pero en realidad emprende la fuga sin esperar siquiera a cobrar la recompensa. El bonachón Byron, que sólo recibe calabazas a las proposiciones de matrimonio que lanza a Lena, acompaña a la mujer en una nueva búsqueda del hombre movida en realidad, según insinua el autor, más por la necesidad de engañarse a sí misma que por verdadera fe en hallarle.

 

 

Fuente ellamentodeportnoy. 16/02/06Un Faulkner a la semana (XIII): Luz de agosto

 

"Memory believes before knowing remembers. Believes longer than recollects, longer than knowing even wonders.”

 

(La memoria cree antes que el conocimiento recuerde. Cree mucho más tiempo que recuerda, mucho más tiempo del que tarda el conocimiento en preguntarse.)

 

William Faulkner, Luz de agosto, cap. 6. (Éste y todos los fragmentos de la traducción de Enrique Sordo para Alfaguara)

 

 

 

Malcom Cowley ha dicho que sus personajes tienen una conciencia de sumisión a su destino.

 

Esa es su opinión. Yo diría que algunos la tienen y otros no, como los personajes de todo el mundo. Yo diría que Lena Grove en Luz de agosto se entendió bastante bien con la suya. Para ella no era realmente importante en su destino que su hombre fuera Lucas Burch o no. Su destino era tener un marido e hijos y ella lo sabía, de modo que fue y los tuvo sin pedirle ayuda a nadie. Ella era la capitana de su propia alma. Uno de los parlamentos más serenos y sensatos que yo he escuchado fue cuando ella le dijo a Byron Bunch en el instante mismo de rechazar su intento final, desesperado, desesperanzado, de violarla, "¿No te da vergüenza? ¡Podías haber despertado al niño!". No se sintió confundida, asustada ni alarmada por un solo momento. Ni siquiera sabía que no necesitaba compasión. Su último parlamento, por ejemplo: " Dios mío, Dios mío! ¡Cuánto camino se puede hacer! Sólo hace dos meses que salí de Alabama y ya estoy en Tennessee ".

(Entrevista a William Faulkner)

 

 

Es cierto que Lena Grove se “entiende bastante bien con su conciencia de sumisión al destino”. Lena pertenece a esa multitud espectral que apenas tiene voz en literatura de la que Faulkner decía que “seguían adelante”. Pero Lena es parte de la narración de Luz de agosto. La cuarta parte. Byron Bunch, Joe Christmas y Gail Hightower son las otras tres partes relevantes de Luz de agosto.

 

Y en ellos se aprecia esa “conciencia de sumisión al destino”, o más bien, el deseo de purgar la culpa por los pecados de sus padres (y aquí hay que añadir a la señorita Burden), deseo que determina el destino de los personajes, al mismo tiempo que el entorno les empuja en esa dirección.

 

Se podrían distinguir tres niveles en la narración faulkneriana, primero la omnisciente, la que Faulkner controla mejor como “dueño y señor” de sus personajes y escenarios. Esta parte es rigurosamente cierta, es la Verdad Narrativa, la esencia de la novela.

 

Después está la versión de uno de los personajes, como en el segundo capítulo, que se inicia con un “He aquí lo que sabía Byron Bunch”, lo que uno de los personajes sabe (o cree saber) En este caso hay un relativismo narrativo que no incluye deliberadamente la mentira, pero es una visión sesgada y parcial de los acontecimientos. Por último, y no por ello menos interesante, el narrador colectivo. La historia pasa a ser parte de lo que un pueblo, o una comunidad cree que ocurrió.

 

Esta parte suele ser bastante más sesgada, partidista y falsa que la del caso anterior, pero constituye, en última instancia, la Verdad histórica. No es lo que sucedió realmente, es lo que el pueblo cree que sucedió, lo cual lo convierte en auténtico.

 

El drama, la tragedia de Luz de agosto es que los personajes, tanto Christmas, como Lena, como Hightower, como la señorita Burden o como Byron, luchan contra esa verdad colectiva, esa evidente falsedad que hay que aceptar. Dice Byron en el capítulo 16: “Si la verdad está hecha por la voz pública, entonces ésa es la verdad” El punto común que comparten nuestros cinco protagonistas no es el del destino, al que están predestinados y contra el que es inútil rebelarse, de ahí su falta de acción. Los pecados que deben purgar los personajes de Faulkner en Luz de agosto están dictados por la voz popular, por el comadreo, o, asumiendo el argumento falaz, por la Verdad.

 

La Voz popular en Luz de agosto es un compendio de hipócrita moralidad, de fanatismo religioso, de racismo exacerbado, de elitismo social. Es una Voz, una Verdad, que no soporta excepciones, y todos nuestros protagonistas son excepciones, como personas. El Sur estadounidense es un escenario asfixiante en las novelas de Faulkner, y quiero creer que ése aspecto siempre tuvo un carácter crítico en manos del escritor, y si en algún momento se pueden universalizar los temas faulknerianos es en este sentido, en el de mostrar la podredumbre moral que asola a la civilización occidental.

 

Luz de agosto se estructura básicamente a través de dos historias, la de Lena y la de Christmas que concluyen en un tiempo y en un espacio común. Dos historias convergentes sin apenas coincidencias. Sin embargo en ese “sin apenas” Faulkner encuentra un territorio para crear uno de los más extraordinarios entramados literarios que compuso.

 

Es cierto que Christmas se lleva prácticamente la totalidad del libro; once de veintiún capítulos relatan su historia y que Lena es uno de los personajes que emanan mayor fuerza de todos los creados por Faulkner (y un personaje femenino) pero no hay que desdeñar al resto de los personajes pues a través de ellos el autor desarrolla los aspectos más importantes de lo que quiere divulgar.

 

Sería demasiado simple decir que Luz de agosto habla sobre racismo, aunque éste tenga una importancia capital. Sin embargo los fragmentos más duros sobre el tema ocurren en una historia subsidiaria, concretamente en la de la señorita Burden (*). Creo que ya comentamos que Faulkner intentando reflejar lo más fielmente posible la sociedad que conocía usaba tres términos para que sus personajes se refiriesen a los descendientes de esclavos africanos (términos que se suelen perder en las traducciones): black, negro (obviamente, los esclavistas españoles llevaron con ellos la palabra) y nigger, término este último claramente despectivo.

 

En Luz de agosto hay una constante diferenciación de los personajes según su origen. No es lo mismo un white que un yanqui, y esto forma parte de la tragedia y del destino de la señorita Burden. No es lo mismo un nigger que un mexicano, resulta que, incluso los yanquis, tienen prejuicios raciales. La familia Burden combina el puritanismo de los padres adoptivos de Christmas, con la defensa de los segregados, por serlo ellos también. A pesar de todo, y vuelvo a insistir en el tema porque me parece importante, no existe por parte del autor intención de emitir un juicio de valor sobre el comportamiento de los personajes.

 

Pero tal cúmulo de xenofobia no es casual en la novela. Faulkner pretende mostrarnos, sin juzgar, pero sin condenar tampoco, cómo es la sociedad en su imaginario condado, y, por extensión, en el sur de los Estados Unidos, y allí elaborar la tragedia de Joe Christmas.

 

 

(*)

“Por aquí nos odiaban. Éramos extranjeros, éramos yanquis. Peores que extranjeros, unos enemigos, gentes del Norte. (...) Consideraban que veníamos a incitar a los negros al asesinato y a la violación, y que éramos un peligro para la supremacía de los blancos” (...) “Acuérdate de esto. Tu abuelo y tu hermano descansan aquí, no asesinados por un blanco, sino por una maldición que Dios dejó caer sobre toda una raza mucho antes de que nadie pensase en tu abuelo, ni en tu hermano, ni en mí, ni en ti. Sobre una raza maldita condenada para siempre a ser una parte de la condenación, de la maldición de la raza blanca por sus pecados. Acuérdate de esto. Su condenación y maldición eternas. La mía. La de tu madre. La tuya, aunque sólo seas una niña. La maldición de todo niño blanco nacido y por nacer. Nadie puede escapar. (...) Tampoco tú. Tú menos que los otros”

 

 

Me gustaría hablar más sobre Luz de agosto, pero he decidido no desvelar nada de la novela para no privaros de ninguna emoción en el momento de la lectura. Pero también me gustaría destacar que siempre he pensado que Faulkner consigue los mejores momentos narrativos en las descripciones de acciones y luchas, durante esa contraposición entre el lirismo de lo que escribe y brutalidad de lo narrado. Al contrario que en los diálogos, en los que suele ser bastante críptico, obviando el tono y la actitud de los personajes, con lo que consigue un efecto monótono y casi sin emociones, cuando Faulkner pasa a relatar un asesinato o una persecución, como es el caso del capítulo 20, el del obsesivo Grimm, el resultado es demoledor y trepidante, completamente