El socio cordobés del narco avión
Droga

El socio cordobés del narco avión

 

 

23/08/2014 Fuente díaadia.  En 2009 fue condenado a 4 años de cárcel y $ 1.000 de multa por estirar cocaína.

 

La banda que aterrizó un avión a pocos kilómetros de la ciudad de Córdoba tenía una pata cordobesa: Pablo Albornoz, detenido el martes a la madrugada en el campo de Toledo que hacía de aeropuerto narco. Su prontuario dice que es un mecánico de barrio Maldonado, que hace 16 días cumplió los 44 años y que fue un proveedor de Jorge “el Gallo” Altamira y un experto en estirar cocaína.

 

El 15 de diciembre de 2009, el Tribunal Oral Federal Nº2 condenó a Albornoz por ser integrante de una banda narco que actuaba en el este de la ciudad, en la zona de la seccional quinta: los jueces sentenciaron que debían pasar cuatro años en prisión y pagar una multa de mil pesos.

 

Almacenamiento de estupefacientes, tenencia de elementos para producir y fabricar droga y tenencia fueron los delitos que lo llevaron a la cárcel de Bouwer.

Dos años antes, el 5 de diciembre de 2007, Albornoz fue acorralado por la Policía Federal. Había dejado el barrio de Maldonado para alejarse de los policías cordobeses de Drogas Peligrosas que lo seguían de cerca desde algunos meses antes. Se había mudado a Villa Parque Santa Ana, cerca del cementerio Los Olivos, camino hacia Alta Gracia por la ruta 5. La casa de dos plantas y quincho fue allanada esa tarde, desde las 16.30.

 

En el patio, bolsas, piedras y ropa marcaban la tierra removida que tapaba un pozo de 1 metro de profundidad, en el cual hallaron un tacho de sellador de tanque de agua. Dentro de éste, casi un kilo de cafeína y dos kilos de dipirona (la droga de la Novalgina). También en el patio, pero bajo una pala, había otra bolsa de nailon en la que se guardaban 1,8 kilo de lidocaína (la droga de la Xilocaína), cafeína y cloruros. Es decir, casi cuatro kilos de sustancias para estirar cocaína. El combo se completaba con botellas y bidones de solvente thiner y acetona, utilizados para la faena de estirar la “merca”.

 

En la casa había droga, marihuana y cocaína: el secuestro más importante de aquel allanamiento fueron los 490 gramos de cocaína “estirada”.

 

A Albornoz lo tenían entre ceja y ceja desde hacía meses, pero no estaba relacionado con la denuncia que puso en el ojo de la tormenta a Jorge “el Gallo” Altamira: en octubre de 2006, alguien cuya identidad no se conoce se presentó ante la Justicia de Familia y apuntó contra “el Gallo” y su banda.

 

Mientras se investiga a estos, otra denuncia anónima colocó en el rol de proveedor de Altamira a Pablo Albornoz, el narco que volvió a caer el martes en un campo de Toledo, con un avión cargado con 440 kilos de marihuana como telón de fondo.

 

El proveedor de “el Gallo”

 

En un juicio abreviado, Pablo Albornoz fue condenado junto a “el Gallo” Altamira (foto de su detención) y otras 8 personas. Esa organización elaboraba cocaína en grandes cantidades que vendía al narcomenudeo, concluyó la Justicia.