PAREJA QUE TENÍA 31 KILOS DE MARIHUANA EN SU CASA DIJO QUE LA GUARDABAN BAJO AMENAZAS
Droga

PAREJA QUE TENÍA 31 KILOS DE MARIHUANA EN SU CASA DIJO QUE LA GUARDABAN BAJO AMENAZAS

 

 

08/07/2013 Fuente elonce. Dos detenidos con 31 kilos de marihuana el año pasado dijeron que una banda dedicada a la venta de estupefacientes les llevó la droga y los amenazaron para que la aguanten en su domicilio. Reconocieron que recibían “unos pesos”.

 

Como ya se ha visto en varias causas federales de Paraná, narcotraficantes utilizan un nuevo método para no ser descubiertos con droga: guardarla en la casa de otra persona, sea bajo amenazas, extorsión o por dinero. Según se defendieron dos personas detenidas con 31 kilos de marihuana a fin de año pasado, una banda dedicada a la venta de estupefacientes en la zona de los barrios Hijos de María, La Milagrosa y Municipal les llevaron los “ladrillos” y los amenazaron para que la aguanten en su domicilio. Pero también reconocieron que lo hacían a cambio de “unos pesos”.

 

 

En la indagatoria, Jorge Guillermo Berón y Fabiana Raquel Martínez identificaron a esas personas como “jóvenes de la barra de Patronato”. Sin embargo, los jueces no les creyeron, ya que consideran que deben aportar pruebas que lo demuestre, y ambos seguirán privados de la libertad hasta el día del juicio oral y público.

 

 

Todo comenzó el 18 de diciembre, cuando el juez de Instrucción Elvio Garzón ordenó un allanamiento a una vivienda de calle Quirós al final, del barrio Hijos de María. El mismo lo efectuó la División Investigaciones de la Policía de Paraná, en busca de armas de fuego, debido a las denuncias por las constantes balaceras en la zona. Al ingresar, los efectivos se encontraron con unos 40 paquetes que contenían 31 kilos de marihuana, y unos 200 gramos de cocaína en bolsitas. El operativo se realizó bajo una intermitente lluvia de piedras de parte de personas que se habrían visto afectadas con el secuestro de la droga.

 

 

La pareja que vivía en la casa quedó a disposición del Juzgado Federal, a cargo de Leandro Ríos, quien dictó la prisión preventiva (el hombre en la Unidad Penal Nº 1, y la mujer en su casa, a cargo de los hijos) y luego los procesó por el delito de Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. Sus abogados defensores presentaron los recursos de apelación pidiendo que se revoque el procesamiento y la prisión preventiva, ante la Cámara Federal de Paraná. Se conoció el mes pasado que los jueces Cintia Gómez, Mateo José Busaniche y Daniel Alonso rechazaron ambos planteos y confirmaron las medidas dispuestas por Ríos.

 

 

El defensor de Berón, Humberto Franchi, sostuvo que los acusados no están vinculados al tráfico de drogas, que son una familia humilde que recibe ayudas sociales del Estado y que el hombre hace changas, por lo cual dedujo que nunca pudieron adquirir una cantidad semejante de marihuana. Por el contrario, fueron víctimas de otras personas del barrio señaladas como los “barras de Patronato”, quienes les llevaron la droga. Además, añadió que en la casa no se encontró ningún elemento que demuestre la venta de drogas.

 

 

La defensora pública oficial de Martínez, Mariela Nardi de Brouchy solicitó la falta de mérito para la acusada, o en todo caso la imputación por Tenencia simple de estupefacientes, ya que no fue corroborada la venta de drogas. La abogada también se refirió a las circunstancias en las que la pareja recibió la droga, y que ellos son un “daño colateral del narcotráfico”.

 

 

El fiscal Ricardo Álvarez sostuvo que no hay pruebas que demuestren las amenazas sufridas por los acusados para almacenar la droga, y que lo hicieron por una contraprestación que recibían, por lo cual este aporte convierte a la pareja en coautores del delito.

 

 

Por último, la Cámara Federal coincidió con el fiscal, y planteó en la sentencia, entre otras cosas, que los acusados tenían el dominio sobre la marihuana. Los jueces refirieron que ellos dijeron que era frecuente guardar “cosas”’ a los supuestos barras de Patronato, quienes a cambio “les tiraban unos pesos”. Por esto, afirmaron los camaristas, hubo un “codominio funcional mediante un reparto de tareas, para lo cual la presunta contraprestación que habrían percibido aquellos por cumplir su ‘tarea’, su parte en el trato, y de un modo aparentemente usual, se presenta como un aporte determinante en el hecho ilícito investigado”.

 

 

Ahora resta esperar que la causa sea elevada a juicio en el Tribunal en lo Criminal Federal, donde se renovarán las testimoniales y la pareja podrá nuevamente dar argumentos en su defensa. (Uno)