DECAMERON
de Giovanni Boccaccio

DECAMERON. DE INTERÉS GENERAL

 

 

Fuente Wikipedia. El Decamerón (Decameron, en italiano) es un libro constituido por cien cuentos, algunos de ellos novelas cortas, terminado por Giovanni Boccaccio en 1353, y donde se desarrollan tres temas principales: el amor, la inteligencia humana, y la fortuna. Las primeras copias se leían, se intercambiaban e incluso robaban. Éstas estaban en manos de mercantes y fueron de pasatiempo para los lectores más comunes e ingenuos de la época.

 

Para engarzar las cien historias, Boccaccio estableció un marco de referencia narrativo. La obra comienza con una descripción de la peste bubónica (la epidemia de peste negra que golpeó a Florencia en 1348), lo que da motivo a que un grupo de diez jóvenes, siete mujeres y tres hombres que huyen de la plaga, se refugien en una villa en las afueras de Florencia.

 

Con el fin de entretenerse, cada miembro del grupo cuenta una historia por cada una de las diez noches que pasan en la villa, lo que da nombre en griego al libro: δέκα déka 'diez' y μέραι hēmérai 'días'. Además, cada uno de los diez personajes se nombra jefe del grupo cada uno de los diez días alternadamente. Cada día, a excepción del primero y noveno en que los cuentos son de tema libre, uno de los jóvenes es nombrado «rey» y decide el tema sobre el que versarán los cuentos.

 

Temas y características

 

Los temas son casi siempre profanos, a tono con la mentalidad burguesa que empezaba a fraguarse en Florencia: la inteligencia humana, la fortuna y el amor. Van desde «historias de mala suerte que inesperadamente cambian hacia felicidad» (el día dos, bajo el liderazgo de Filomena) hasta historias considerablemente más interesantes de «mujeres que juegan engaños con sus maridos» (día siete, bajo el mandato de Dioneo). Cada día también incluye una breve introducción y una conclusión, que describen otras actividades diarias del grupo, además del relato de historias. Estos interludios del cuento incluyen con frecuencia las transcripciones de canciones populares italianas en verso.

 

 

 

La importancia del Decamerón estriba en gran parte en su muy cuidada y elegante prosa, que estableció un modelo a imitar para los futuros escritores del Renacimiento, pero también en haber constituido el molde genérico de la futura novela cortesana, no sólo en Italia a través de los llamados novellieri (Franco Sachetti, Mateo Bandello, Giraldi Cinthio, etc.), sino en toda Europa (El Patrañuelo de Juan de Timoneda, las Novelas Ejemplares de Cervantes, etc.).

 

El Decamerón describe detalladamente los efectos físicos, psicológicos y sociales que la peste bubónica ejerció en esa parte de Europa. Los argumentos básicos de las historias no son generalmente invención de Boccaccio; de hecho, se basan en fuentes italianas más antiguas, o en algunas ocasiones en fuentes francesas o latinas. Cabe mencionar que algunas de las historias que contiene el Decamerón aparecen más adelante en los Cuentos de Canterbury de Chaucer.

 

Se puede considerar el Decamerón como obra precursora del Renacimiento por la concepción profana del hombre, la ausencia de rasgos fantásticos o míticos, y la burla de los ideales medievales, lo que dota a la obra de un carácter claramente antropocéntrico y humanista. Los jóvenes que llevan adelante las diez jornadas instauran la idea del carpe diem en contraposición al tópico literario del ubi sunt. Puede apreciarse una paulatina desmitificación de la idea de la tierra como simple tránsito hacia la vida eterna.

 

Los personajes de Boccaccio son seres comunes, defectuosos y desprovistos de cualquier valor noble, caballeresco o cortés, propio de una sociedad feudal; por el contrario, destacan los ladrones, embusteros y adúlteros, y se enaltece su astucia, que les permite salir airosos de las situaciones descritas, a diferencia de la antigua concepción medieval, donde el protagonista o héroe de la historia poseía facultades inherentes a su ser, como la belleza o la fuerza, y asociadas siempre a la nobleza y la divinidad. Finalmente, el fuerte sentido anticlerical de las historias de Boccaccio le aleja de la concepción teocéntrica medieval.

 

En esta obra el dios del amor, Eros, rige el mundo. Los dos sexos, tanto el varón como la mujer, son criaturas destinadas al amor, que se entiende de una manera definidamente sensual y que, por consiguiente, debe ser experimentado corporalmente.

 

 

 

Botticelli pintó una serie de cuatro cuadros sobre el episodio de Nastagio degli Onesti. He aquí el primero (1487, Museo del Prado).

El Decamerón se escribió cuando la Edad Media llegaba a su fin. Así, mientras la peste arrasaba provocando estragos alrededor, en este jardín florece todo un mundo de historias vitales y de sobrecargada sensualidad.

 

Vemos desfilar, por ejemplo, a un marido algo enclenque que con dificultades puede pasar la noche de bodas; su mujer se ha de considerar agraciada cuando un pirata de marcada virilidad la rapta.

 

Massetto es un hombre joven y robusto que cuida el jardín de un convento; allí, con gran alegría de las monjas y de las abadesas, no insemina solamente la tierra.

 

Un mozalbete de un castillo se disfraza de rey y logra meterse en el lecho de la reina y cuando es descubierto puede escapar con ardides astutos que lo salvan del castigo.

 

Un joven monje impone a su anfitrión una penitencia, en tanto él aprovecha para hacer disfrutar a la esposa.

 

Una campesina se acerca a un prelado, un abad, que la convence de que la diversión erótica ha de contribuir a la salvación de su alma.

 

Un marido se niega a cumplimentar sus deberes maritales y la esposa se las ingenia para engañarlo, metiéndose en la cama, haciéndose pasar por una tentadora e irrecusable muchacha.

 

Todas las historias eróticas de Bocaccio se corresponden con la imagen medieval de la mujer, proclive a caer en las tentaciones de la carne. Se la considera como a una hija de la seductora Eva, muy difícil de saciar. Se repite la idea de que si el marido no satisface a la mujer, ésta se procurará el placer por otros caminos.

 

 

 El Decamerón pasa de modo decidido de la nouvelle al libro extenso escrito en lengua italiana. De hecho es la primera obra en prosa escrita en este idioma romance. La iglesia católica, a través de la Inquisición, incluyó este libro entre los prohibidos. A pesar de esta inclusión en la nómina del Index librorum prohibitorum, la de Bocaccio constituyó una de las lecturas preferidas por los clérigos.

 

[] Estructura

 

Formalmente, El Decamerón se encuentra estructurado de la siguiente manera: una introducción que hace de la peste el marco general del texto y diez jornadas. Éstas últimas podrían sintetizarse bajo los rótulos que se detallan a continuación:

Jornada I - Ciappelletto (Judas)- Vicios;

Jornada II Y III - Fortuna y mercantilización;

Jornada IV - Cuentos de amor con final trágico;

Jornada V - Cuentos de amor con final feliz;

Jornada VI, VII Y VIII - Ingenio;

Jornada IX - Microcosmos;

Jornada X - Griselda (María).

 

El especialista en literatura medieval Vittore Branca ha explicado en su texto Bocaccio y su época lo que él considera una estructura gótica de la obra. Según esta, los cuentos se emplazan bajo una dinámica ascensorial donde San Chiappelletto condensa los vicios (Jornada I) y Griselda la máxima pureza (Jornada X) evidenciándose, al estilo arquitectónico gótico, una imagen de depuración a medida que avanza la obra. También Branca se refiere al carácter bifronte del Decamerón destacando lo cómico versus lo trágico, lo vulgar en oposición a lo cortés y lo vicioso-heroico del texto. También esta especie de dualidad es evidente en los personajes citados(Ciappelletto-Griselda), los cuales podrían interpretarse bajo la antítesis Judas-María.

 

 

[] Simbología

 

Por otra parte, las circunstancias descritas en el Decamerón son susceptibles de una interpretación alegórica influida por la numerología medieval. Por ejemplo, se cree que las siete jóvenes mujeres representan las cuatro Virtudes cardinales y las tres Virtudes teológicas (Prudencia, Justicia, Templanza, y Fortaleza; Fe, Esperanza, y Caridad), y se supone que los tres hombres representan la división tripartita griega tradicional del alma (Razón, Apetito Irascible, y Apetito Concupiscible). El mismo Boccaccio indica que los nombres que dio a estos diez personajes son de hecho seudónimos «elegidos apropiadamente de acuerdo a las cualidades de cada uno». Los nombres italianos de las siete mujeres, en el mismo orden significativo según el texto original son: Pampinea, Fiammetta, Filomena, Emilia, Laureta, Neifile, y Elissa. Los nombres de los varones son: Panfilo, Filostrato, y Dioneo.

 

 

[] Novelas

 

Novela primera Cepparello engaña con una falsa confesión a un santo fraile y muere; y, habiendo sido un pésimo hombre en vida, de muerto es reputado por santo y llamado San Chapeleto.

 

Novela segunda El judío Abraham, animado por Giannotto de Civigní, va a la corte de Roma; y, vista la maldad de los clérigos, regresa a París y se hace cristiano.

 

Novela tercera El judío Melquisedec evita, gracias a un cuento de tres anillos, una peligrosa trampa que Saladino le había tendido.

 

Novela cuarta Un monje, caído en pecado digno de gravísimo castigo, se libra de la pena reconviniendo con discreción a su abad por esa misma culpa.

 

Novela quinta La marquesa de Monferrato refrena, con un convite de gallinas e ingeniosas palabras, el loco amor del rey de Francia.

 

Novela sexta Un buen hombre confunde, con un ingenioso dicho, la malvada hipocresía de los religiosos.

 

Novela séptima Bergamino, con un cuento de Primasso y el abad de Cluny, reprocha con discreción a Can de la Scala un rasgo de extraña avaricia.

 

Novela octava Guiglielmo Borsiere fustiga con ingeniosas palabras la avaricia de micer Erminio de los Grimaldi.

 

Novela novena El rey de Chipre, fustigado por una dama de Gascuña, pasa de pusilánime a valeroso.

 

Novela décima Micer Alberto de Bolonia hace con delicadeza avergonzarse a una dama que pretendía que estaba enamorada de ella.

 

 

[] En el cine

 

El Decamerón fue adaptado al cine por el director italiano Pier Paolo Pasolini en 1971.