El sueño americano, renovado
De interés general

El sueño americano, renovado. De interés general

 

 

11/08/2013 Fuente lanacion. El jueves se estrenará en la Argentina Aprendices fuera de línea, la película con Vince Vaughn y Owen Wilson, que retrata cómo funciona Google por dentro

 

e estrena "la película de Google", y es justa esa caracterización no solamente porque transcurre en Google, la empresa física, "del mundo de los átomos", sino porque plantea a Google como un paraíso laboral, la nueva meca, la nueva tierra prometida. La película no se llama "Google": se llama, en la Argentina,  Aprendices fuera de línea  , en lo que constituye un nuevo hito en la historia de malos títulos locales. Feo y difícil de decir, largo, con algo así como un chiste que no queda claro (en todo caso, aquí se usa  off  line u  off  para lo que está "fuera de la red"). En inglés la película se llama  The Internship  , es decir, le podrían haber puesto  La pasantía  : perfecto, breve, conciso, claro y seguramente más vendedor.

 

Detrás del título malo, se esconde una buena película que -moderemos las expectativas- no está a la altura de "la película de Facebook", de David Fincher (o sea  Red social  ). Shawn Levy (el director de  Gigantes de acero  , su mejor antecedente) no es Fincher, y no tenemos acá en el guión a Aaron Sorkin, sino a Vince Vaughn (uno de los protagonistas) y a Jared Stern.  Aprendices fuera de línea  no es sofisticada ni en los diálogos ni en la estructura narrativa. Es más, es una película bastante lineal y convencional en su lógica. Sin embargo, pone de relieve con claridad -y hasta con encanto- la necesidad de repensar, cada vez con mayor frecuencia, el sueño americano. Seguramente muchos dirán que la película no es más que un auspicio de dos horas de Google, pero también puede pensarse como un justo homenaje hacia esa pantalla que muchos de nosotros (y muchos es muchos millones) miramos infinidad de veces todos los días y que no siempre es igual. La que abrió un mundo de posibilidades y soluciones y abrevió muchos caminos.

 

 En Aprendices fuera de línea  , California es otra vez la tierra prometida, como lo ha sido cíclicamente a través de la historia estadounidense y en el cine americano; aquí, "el viaje al Oeste" es específicamente a Silicon Valley. Salvando las distancias, también lo planteaba, en la crisis del 30,  Viñas de ira,  de John Ford, una película mucho más amarga.  En Aprendices fuera de línea  no hay pobreza a la vista, no hay demasiada desesperación. Estamos ante la crisis que provocan los cambios del mundo laboral a dos vendedores a la vieja usanza, vendedores de relojes de pulsera de lujo, que se encuentran repentinamente sin trabajo y, sin entender demasiado, no tienen mejor idea que postularse para una pasantía en Google porque ahí "está el futuro", la gran oportunidad. Luego tenemos la lucha por esa pasantía, que plantea un concurso universitario con la misma lógica que la de  Monsters University  . De alguna manera,  Aprendices fuera de línea  es la contracara de  Red social  . Mientras que en esa película el procedimiento del triunfo se daba mediante la destrucción de una amistad y se asistía a la progresiva soledad del protagonista en la consecución del éxito -con la amargura propia de  El ciudadano,  de Orson Welles- en  Aprendices...  opera en dirección contraria: para triunfar en Google hay que entender el espíritu de equipo.

 

Es significativo desde dónde se trasladan los protagonistas de la película: Atlanta, la ciudad de la Coca-Cola y la CNN, gigantes, protagonistas de revoluciones económicas del pasado. El movimiento de Este a Oeste: ya no hacia los valles sembrados de comida, sino a Silicon Valley. En Google la comida se regala. Billy McMahon (Vaughn) se fascina porque puede comer una, dos, tres, cuatro frutas; tomar uno, dos, tres, cuatro cafés; puede seguir sumando, comer más, uno más uno. Es el súmmum de la lógica del mundo del que proviene: vender más es vender más productos. La lógica del mundo de la red es exponencial. Una  app  (aplicación) se puede bajar infinidad de veces, lo que importa es dar con la  app  adecuada, esa que no sabías que estabas necesitando y que a partir de ahora será fundamental en tu vida: todos los que trabajamos con herramientas informáticas sabemos lo molesto que es que algo deje de funcionar (algo que hace diez días quizá ni conocíamos). Sentimos que el día se pierde si las cosas andan un poco más lentas. Si no nos anda el mail se nos cae el mundo; llamar por teléfono es una actividad en desuso (un típico chiste de Twitter es que los teléfonos de línea son para madres,  deliverie  s y publicidad no deseada).

 

Al principio de la película hay un diálogo acerca de que lo único que no se puede comprar es el tiempo. Pero, claro, se puede ahorrar: Google se convirtió en un acelerador, en un método de ahorrar tiempo, y la película lo da por supuesto, no se detiene a explicar lo que ya es obvio. Lo que puede detectarse con claridad es la aceptación de la evidencia: el mundo ya no es el mismo desde que Google irrumpió, no es el anterior a Silicon Valley. Hay chistes sobre los extremos, sin duda: los neologismos y el lenguaje interno demasiado "googlero". Chistes. Pero es en serio. Ya no hablamos igual: "googlear" es fundamental.

 

Tal vez, como se dijo, se acuse a la película de ser una publicidad desenfadada de Google, pero si hay algo en el mundo que no necesita publicidad es Google. Quizá suene exagerado, pero es casi como decir que el aire que respiramos necesita publicidad. Las cosas cambiaron, y de ahí que la parte romántica de la película (Owen Wilson y Rose Byrne, la "mala" de  Damas en guerra  ) haga referencia a cómo se han modificado las mentiras desde Google. A ver, ¿quién es esta persona?: Google. No es raro que hoy en día, en reuniones laborales, alguien diga, sin ningún prurito, que estuvo "googleando" al otro. Dice Nick (Wilson) que Google redujo mucho su capacidad de mentir en las citas.

 

 Aprendices fuera de línea  es una película optimista sobre el sueño americano renovado y potenciado por la "economía  on  line", un término que si parece viejo es porque en algún momento el furor por las "puntocom" se exageró y luego hubo una caída. Pero ahora ya vivimos definitivamente en ellas, con ellas. El cine ya no puede reducir todo este nuevo mundo a meros instrumentos. Si muchos de nosotros vemos como una rareza las filas que todavía se hacen para pagar servicios es porque nuestra vida ha cambiado.  Aprendices...  es el sueño americano visto sobre uno de los pilares económicos de hoy, el pilar lindo de ver, el atractivo, el colorido, el  cool  , el de la empresa descontracturada, la que busca la innovación, la excelencia por caminos no tradicionales, pero que a la vez tiene ya sus tradiciones y su mística, sus ideales y su cultura.

 

 Aprendices fuera de línea  se une en un punto crucial con  21 Jump Street  (  Comando especial  ). En esa película, al volver al colegio secundario, dos policías de otra década advertían que los  nerds  serán ahora los  cools  .  Aprendices...  les da una oportunidad a los dinosaurios del viejo mundo, a los que todavía pueden hacer gala de habilidades sociales y vitales, pero no logra ocultar que ellos son la excepción, los que saben adaptarse, los que todavía pueden enseñarles algo a los jóvenes que escriben y escriben "código" a alta velocidad.

 

Una vuelta a la cibernética en 10 films

 

Películas que retratan los cambios que acompañan la era digital.

 

 

1. Red social (The Social Network), de David Fincher

 Una película fundamental, algo así como una reversión de El ciudadano desde la creación y el creador de Facebook. Las disputas y los costos del éxito de esta generación.

 

.2. La red.

Thriller con Sandra Bullock de mediados de los 90. Bastante mediocre, pero de alguna manera señero en su planteo: las amenazas provenían de la computadora, también la solución. El espionaje ya no era el del pasado.

 

.3. Computer Chess.

Exhibida en Sundance y Berlín este año, el film de Andrew Bujalski presenta uno de esos torneos de hace décadas en los que el hombre todavía podía ganarles a las computadoras al ajedrez. Los nerds todavía eran nerds.

 

.4. Hackers.

Como La red, otra del año 1995. Con Angelina Jolie. Virus, cibercrimen, genios de las nuevas tecnologías. Los jóvenes, incluso los adolescentes, como los más proclives a ser expertos.

 

.5. La chica del dragón tatuado.

 Otra vez Fincher. Lisbeth Salander es lo que se espera de una hacker, y todavía más. Su presencia en esta lista representa a muchos hackers, un tipo de personaje que ya se ha tipificado en decenas de films.

 

.6. Pirates of Silicon Valley.

 TV movie de fin de siglo sobre Apple y Microsoft, es decir, sobre los hombres detrás de esas revoluciones, o de esa revolución con dos lados: Steve Jobs, Steve Wozniak, Bill Gates y Steve Ballmer.

 

.7. Jobs.

 La nueva biografía (post mórtem) del creador de Apple, convertido definitivamente en un ícono cultural. Ashton Kutcher interpreta Jobs, y su estreno en la Argentina está anunciado para el jueves 22 de agosto.

 

.8. En la mira de los asesinos.

 Bond de 1985, con Roger Moore (y Grace Jones), en la que la intriga gira en torno a un industrial malvado que planea destruir Silicon Valley para poseer el monopolio mundial de los microchips.

 

.9. Duro de matar 4.0.

Fundamental, no sólo por el hacker Justin Long en guerra con los hackers malvados, sino porque Bruce Willis es la "parte física". Pocas veces esos mundos entraron en colisión de forma tan explosiva.

 

.10. Tienes un e-mail.

Remake de The Shop Around the Corner, de Ernst Lubitsch. O cómo enamorarse por mail sin saber quién es el otro, pero estar enfrentados en persona. En la película de 1940, el correo que guardaba la identidad era "postal".