“No confiamos en los análisis externos”
Comercio Exterior

“No confiamos en los análisis externos”

 

 

03/11/2013 Fuente elpais. Fidelity, con un patrimonio bajo gestión de más de 190.000 millones de euros, es uno de los grandes jugadores del mercado. Thomas Balk es el máximo responsable de los negocios de la gestora fuera de EE UU y Canadá.

 

Pregunta. La opinión del mercado sobre España ha cambiado radicalmente en muy poco tiempo. ¿Se puede dar ya por finalizada la crisis económica?

 

Respuesta. Es demasiado optimista decir que la crisis está totalmente superada. Se están dando los pasos en la dirección adecuada y la economía española emite síntomas de estabilización. Sin embargo, todavía no hay crecimiento y lo único que hemos visto es que la caída en la actividad se ha detenido. Un aspecto clave para la recuperación es la confianza, sobre todo en el consumo doméstico. Por eso, todas las noticias positivas que vayan apareciendo tendrán un impacto beneficioso para estimular el gasto de las familias.

 

P. El inversor se enfrenta a un entorno complejo. ¿Cómo construir una cartera en una era de tipos de interés tan bajos?

 

R. Es una situación interesante. Trabajé casi seis años en Japón, una economía que durante 15 años se ha acostumbrado a convivir con tipos de interés al 0%. El precio del dinero en los mercados desarrollados va a seguir barato en los próximos años porque la situación económica, aunque ha mejorado, no lo ha hecho lo suficiente, y porque los Estados, con unos niveles de deuda pública muy elevados, no se pueden permitir pagar mucho más por sus emisiones. Es cierto que en los últimos meses parece que hay más apetito por la Bolsa, pero no veo una rotación masiva de las carteras desde los bonos hasta la renta variable.

 

P. Pues la mayoría de los expertos se decantan ahora por sobreponderar las acciones sobre la renta fija...

 

R. Yo no soy muy partidario de las cuestiones binarias, de tener que elegir entre blanco y negro. En la inversión, todo es relativo y depende de muchos factores, por eso en Fidelity defendemos una estrategia basada en la diversificación en diferentes clases de activos porque es muy arriesgado tratar de adivinar qué va a hacer el mercado. Una cartera equilibrada debe estar compuesta por acciones, pero también por bonos y otros activos.

 

 

“Es demasiado optimista decir que la crisis en España está superada”

 

P. Usted defiende la diversificación, pero la apuesta de los grandes inversores en los últimos meses favorece a los mercados desarrollados en detrimento de los emergentes. ¿Qué le parece?

 

R. En países como Italia o España se han visto las consecuencias de destinar los excedentes de capital a sectores poco productivos como el inmobiliario y la misma situación se está produciendo en los mercados emergentes. Estos países se han beneficiado artificialmente de un entorno de tipos de interés extremadamente bajos en todo el mundo. Los capitales han volado de Europa o EE UU a los emergentes por las expectativas de unos tipos mayores, colocando las divisas locales por encima de los niveles que resultan deseables para el crecimiento económico. Esta situación ha obligado a los bancos centrales de estos países a actuar para enfriar sus monedas y así sostener las exportaciones. Los capitales que buscaban un extra de rentabilidad se han dado la vuelta y regresan a Europa o EE UU.

 

De todas formas hay que diferenciar entre Latinoamérica y Asia. Los países asiáticos, con la excepción de Indonesia, están sufriendo menos, ya que la crisis de finales de los noventa les ha servido de lección al invertir más en tecnología y reducir su dependencia de los capitales extranjeros y de las exportaciones.

 

P. ¿Cuáles son los retos a los que se enfrentan los inversores? ¿Cree que el exceso de liquidez está gestando nuevas burbujas?

 

R. Los inversores deben tener presente que la naturaleza de los mercados provoca oscilaciones, obliga a vivir diferentes fases cíclicas. Hay momentos de excesos, seguidos por correcciones. Hace una década, los economistas hablaban de la “gran moderación” como un paraíso donde no habría grandes oscilaciones. La historia demostró que esa fase solo dura un tiempo, ya que desde entonces hemos vuelto a la naturaleza cíclica de los mercados.

 

P. Los inversores se han acostumbrado a moverse con una gran cantidad de liquidez en el sistema. ¿Qué pasará cuando los bancos centrales comiencen a retirar los estímulos?

 

R. En primer lugar, hay que decir que si alguien cree que este entorno de liquidez va a durar para siempre, es que es completamente naíf. Es obvio que las políticas expansivas de los bancos centrales, que han sido positivas, deben pararse en algún momento o, de lo contrario, la inflación podría descontrolarse. Creo que los bancos centrales están testando la reacción del mercado y que la retirada de los estímulos será gradual. El paciente (la economía) deberá acostumbrarse a vivir sin las medicinas (estímulos). La reducción de la liquidez no tiene por qué afectar al crecimiento porque la mayoría de esos excedentes no han ido a la economía, sino a diferentes activos financieros.

 

P. Entonces, el riesgo de colapso es más probable en los mercados...

 

R. Quizá en el corto plazo podamos asistir a correcciones, pero a medio y largo plazo su comportamiento obedecerá a la evolución económica, y si el crecimiento, como preveo, es sostenido, no debería pasar nada dramático.

 

P. ¿Cree que Janet Yellen es una buena elección para dirigir la Reserva Federal?

 

 

“La duda pública impide a los bancos centrales subir mucho los tipos de interés”

 

R. Es demasiado pronto para decirlo. Los bancos centrales deben adaptarse a la actividad económica y ese será el gran reto de Yellen. Muchos banqueros han llegado a la conclusión de que los estímulos son la única forma de dar soporte a la economía, relajando los objetivos inflacionistas en favor de la lucha contra el paro. Es fácil criticar esta visión haciendo caricaturas como la del Helicóptero Ben, pero lo que yo pregunto es cuál sería la alternativa. Sin esa inyección de liquidez, las consecuencias habrían sido peores.

 

P. ¿Qué importancia dan en Fidelity al activismo accionarial?

 

R. Somos muy activos en este tema y nos comprometemos de forma seria con aquellas compañías en las que participamos. Hemos invertido bastante en investigación porque no confiamos mucho en los análisis externos. Nuestro compromiso con las compañías es mediante reuniones privadas con sus gestores, no a través de la prensa.

 

P. En el mercado, cada cierto tiempo surgen dudas acerca de la capacidad de China para mantener su crecimiento. ¿Cuál es su opinión?

 

R. No hay duda de que necesita un crecimiento fuerte porque una buena parte de su población sigue por debajo de los estándares de bienestar occidentales. Creo que el consumo interno cada vez tendrá más peso. En la primera fase, las exportaciones fueron el catalizador del crecimiento, pero a medida que los costes laborales aumenten, las exportaciones serán menos competitivas. Esta tendencia no tiene por qué ser mala, ya que logrará equilibrar la economía de este país. Evidentemente, esta transición no va a ser en línea recta, vendrán curvas, pero Pekín está dando pasos en la buena dirección. La clave serán las reformas, el Gobierno debe liberalizar y privatizar todavía muchas industrias.