Lempérière indaga en libro orígenes de la organización política en Méx
Bienes arqueológicos, paleontológicos

Lempérière indaga en libro orígenes de la organización política en México

 

 

20/06/2014 Fuente inah. *** Entre Dios y el rey: la república ha motivado un ciclo de intercambio académico organizado por la Dirección de Estudios Históricos del INAH y el Instituto Mora

 

*** La indagación en archivos históricos le hizo comprender a la autora la autonomía que tenía la capital novohispana como una organización corporativa

 

 

 

 Durante un par de años, a mediados de la década de los 90, la historiadora francesa Annick Lempérière encontró, en los archivos históricos del ayuntamiento de la ciudad de México, la veta para comprender lo que era el poder de actuación política de una urbe de antiguo régimen; esta indagación fue el germen de su libro Entre Dios y el rey: la república. La ciudad de México de los siglos XVI al XIX.

 

 Los aportes de este libro, en conjunto con la obra de la investigadora, han motivado un ciclo de intercambio académico que concluye este 18 de junio, organizado por la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Mora, en colaboración con el Fondo de Cultura Económica, casa editorial que tradujo este título al español.

 

 En entrevista previa a la presentación del libro, realizada en la Casa Refugio Citlaltépetl, la profesora de la Universidad de París-Sorbona comentó que la categoría de Estado resultó durante mucho tiempo un impedimento para entender la historia política, de modo particular en los reinos españoles.

 

“Se pensó que la monarquía con su aparente poder, enorme para mandar en territorios tan extensos, era como un Estado, lo que entendemos por él, un Estado con leyes, con autoridades y medios capaces de aplicarlas y hacerlas acatar por los súbditos. Y esto no funcionaba así, hay que prescindir de esta idea para entender cómo, en realidad, se gobernaban los territorios americanos”.

 

Como una de las derivaciones de las reflexiones hechas por el historiador hispanofrancés François-Xavier Guerra, sobre las revoluciones de independencia, un grupo de historiadores —entre ellos Lempérière— encaminó sus estudios hace más de dos décadas a conocer el modo de funcionar de la monarquía a partir de las causas que llevaron a su derrumbamiento.

 

“Esto nos permitió entender que la monarquía española fue otra cosa que un poder absoluto”, señaló la autora de Entre Dios y el rey: la república, desde el cual analiza el surgimiento de la sociedad corporativa y su papel como condición necesaria que contribuyó a consolidar la monarquía en las colonias tras la Conquista.

 

 Al hacer una comparación con los efectos de la Revolución Francesa, expresó que ésta representó una “ruptura tremenda con el antiguo régimen”, sin embargo, su territorio no se desmembró. En el caso de las colonias hispanoamericanas, “su fragmentación nos hizo entender que —incluso después de las reformas borbónicas— no hubo un proceso de centralización que triunfara sobre los particularismos”.

 

La indagación en los archivos históricos le hizo comprender la autonomía de que disponía una organización corporativa como la de la capital novohispana, con múltiples órdenes religiosas, un gran ayuntamiento, un consulado de mercaderes y la representación de un virrey que se suponía gobernaba sobre un territorio de cuatro millones de kilómetros cuadrados.

 

 En Hispanoamérica se estableció un orden propio fundado en la república cristiana, que a su vez permitió consolidar el “bien común”, un concepto religioso, moral y político basado en un sentido de la equidad y la justicia distributiva. Así, mientras el virrey y el tribunal de audiencia mandaban en nombre del rey, el cabildo de la ciudad y una multitud de corporaciones civiles y eclesiásticas se encargaban de velar por el bien público.

 

“Al remontarnos a los orígenes de este corporativismo conquistador, buscamos explicar cómo es que quedó tan enraizado en México que pudo influir, casi hasta nuestros días, en su organización política”, dice en su libro la historiadora.

 

 Uno de los cuestionamientos que se hicieron los reformadores borbónicos en la segunda mitad del siglo XVII fue si esa república cristiana era reformable. Annick Lempérière sostiene que, contrario a lo que se ha dicho, las reformas no fueron anticorporativas.

 

“Lo que quisieron las autoridades madrileñas, el rey, los ministros, sus consejos, fue organizar la defensa de América después de que los ingleses tomaran La Habana en 1762, durante la Guerra de Siete Años. Era impensable para los españoles que sucediera algo así. Se dan cuenta que es necesario reorganizar la defensa de los dominios americanos, y para ello se necesitaba dinero, una nueva fiscalidad”.

 

Con ello —continuó— vino la idea de dar al rey más presencia, delegada, creando intendencias, una serie de instituciones que no fueron del todo contrarias a la tradición de la monarquía, pues el rey siempre tuvo el poder de crear una justicia delegada, y de hecho las reformas borbónicas no suprimieron ni una sola corporación.

 

“Al contrario, para alentar el comercio se crearon nuevas corporaciones donde no existían, varias de índole económico. Se ha mostrado que, en muchos territorios, las reformas borbónicas contribuyeron a fortalecer los ayuntamientos; no pasó lo mismo en la ciudad de México porque era tan potente que fue necesario tomar medidas que lo rebajaran.

 

“En términos generales no se puede decir que las reformas borbónicas fueran anticorporativas debido a que se apoyaron en nuevas corporaciones o corporaciones antiguas que tuvieron un nuevo papel, caso de los Tribunales de Minería”, explicó.

 

 Concluyó que desde el Centro de Investigaciones sobre Historia de América Latina y los Mundos Ibéricos de la Universidad de París-Sorbona, del cual es directora, se ha mantenido una línea de estudios de historia política que trata de entender cómo se articulan dichos poderes con las mutaciones, evoluciones y demandas de las sociedades, y el peso que tienen las instituciones dentro de las mismas.