Qué hay bajo San Juan de Letrán?
Bienes arqueológicos, paleontológicos

Qué hay bajo San Juan de Letrán?

 

 

 

25/02/2014 Fuente: Il MissageroLa impresionante de San Juan de Letrán (San Giovanni in Laterano, Roma) es el nombre como habitualmente se conoce la Archibasilica Sactissima Salvatoris, la más antigua de las cuatro basílicas mayores de Roma. Dicha basílica fue consagrada en el 324 d.C. Toma el apellido de Letrán o Laterano de la familia a la que pertenecían las tierras donde se ubican, familia que cayó en desgracia bajo el reinado de Nerón y que desde entonces pasó a propiedad imperial.

 En la actualidad la basílica nos regala una curiosa mezcla artística que va desde una pila bautismal de inmersión paleocristiana hasta el barroco más suntuoso. Pero los distintos sondeos excavados entorno al edificio y un estudio realizado mediante georadar han sacado a la luz el gran edificio de época imperial existente previo a la construcción de dicha basílica. ¿Sabes de qué edificio hablamos?

 

Fue durante el reinado de Septimio Severo, a inicios del s. III d.C. cuando se decidió construir un enorme recinto, de unos 5.000 metros cuadrados destinados a la "castra nova equitum singularium", es decir, el cuerpo de la caballería imperial. Dicho edificio estaba articulado entorno a un gran aedes, es decir, una zona sacra donde se depositaban las insignias militares de este cuerpo del ejército. El complejo cuenta con los edificios propios de las instalaciones militares, como por ejemplo el "principia", donde se alojaba el alto mando de esta división, pero también contaba con instalaciones de dispersión como unas termas. De hecho, la planta octogonal del baptisterio fosiliza la forma que originalmente tenía una parte del edificio termal, que a su vez también formaba parte del complejo militar.

 

 El georadar ha permitido averiguar qué se oculta bajo el suelo de la nave central de la basílica, concretamente el aedes comentado así como un amplio pórtico que acompañaba a este espacio, decorado con pedestales para estatuas y altares. Esta zona era más grande incluso que la propia basílica, mientras que la zona de alojamiento de los soldados se disponía en grandes naves de dos plantas, y contaba con una gran plaza de armas.

 Esta tecnología ha permitido sacar a la luz la planta completa de un edificio que se conocía parcialmente pero sin tener que recurrir a la excavación tradicional. Esto permite, en este caso, poder seleccionar zonas concretas del edificio para poder excavarlos y averiguar datos estilísticos y cronológicos esenciales para poder terminar de estudiar este magnífico complejo.