Venite, adoremus
de Amado Nervo

Venite, adoremus

 

 

Autor: Amado Nervo

 

Para Antonio Zaragoza

 

 

Adoremos las carnes de marfiles,

doremos los rostros de perfiles

arcaicos: aristócrata presea;

las frentes de oro pálido bañadas,

las manos de falanges prolongadas,

donde la sangre prócer azulea.

 

               Venid, adoremos

          el arcano Ideal, compañeros.

 

Adoremos los ojos dilatados,

cual piélago de sombras, impregnados

de claridades diáfanas y astrales,

los ojos que abrillanta el histerismo,

los ojos que en el día son abismo

los ojos que en la noche son fanales.

 

              Venid, adoremos

         el arcano Ideal, compañeros.

 

Adoremos las almas siempre hurañas,

las más silenciosas, las extrañas

que jamás en amores se difunden:

almas-urnas de inmensos desconsuelos,

que intactas se remontan a los cielos,

o intactas en el cócito se hunden.

 

             Venid, adoremos

         el arcano Ideal, compañeros.

 

¡Oh poetas, excelsos amadores

del arcano Ideal, dominadores

de la forma rebelde: laboremos

por reconstruir los góticos altares,

y luego a sus penumbras tutelares

venid adoremos!