Consumo y despenalización de la droga
Droga

Consumo y despenalización de la droga

 

 

Ecuador. 15/07/2013 Fuente elmercurio. Han hecho muy bien las autoridades y líderes sociales en ampliar y profundizar el debate sobre uno de los mayores azotes de la humanidad: la drogadicción, pues solo quienes estamos inmersos en el problema por la profesión, por el contacto permanente con la juventud o por la relación directa con amigos y familiares dependientes de estas sustancias alienígenas, podemos justificar las deliberaciones sobre el tema, en la dicotomía de los derechos humanos: libertad y enfermedad.

 

 

En el país estos asuntos de honda repercusión social son tratados con liviandad y discreción de pocos sin conocimientos siquiera sociales, menos culturales y científicos. Cada quien discute pero no dialoga. Hoy mismo, sin evidencias convincentes el Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas –Consep– ha fijado las cantidades máximas admitidas para la posesión y consumo de drogas de una persona en el Ecuador.

 

 

Desde ahora, los consumidores podrán portar hasta diez gramos de marihuana, dos gramos de pasta de cocaína, un gramo de hidrato de cocaína, medio gramo de heroína y 15 miligramos de metilendioxifenetilamina (éxtasis) y 40 miligramos de anfetaminas, sin que sea detenido. Pero es fácil colegir como pulularán las “micromulas” portadores de estas sustancias para el mercado negro, tantas veces al día como el negocio los favorezca.

 

 

Somos convencidos de que los nenúfares de leyes punibles en el piélago de países infectos y pobres, gobernados por actores inicuos han fracasado, y que solo el combate a los virus que diezman a la sociedad con más miseria y corrupción será la mejor solución para el mal. Esta herramienta es la educación, única vacuna hasta el momento probada para la prevención y el tratamiento de cualquier enfermedad individual o colectiva.

 

 

El debate debió comenzar delimitando el concepto de droga, que es toda sustancia que incorporada al organismo determina un cambio en éste, tal es el caso de los antibióticos, las vitaminas, los analgésicos y muchas más. Un capítulo especial son aquellas drogas que producen alteraciones desde el punto de visto psíquico, que ha calado más para referirse a toda sustancia de origen natural o artificial que tiene efectos psicoactivos, cuyo consumo frecuente, fuera de toda indicación médica, conduce a la tolerancia y a la dependencia con efectos nocivos sobre el sujeto, la sociedad o ambos a la vez.

 

 

Estas drogas tienen el carácter de legal e ilegal, tanto en la producción como en la circulación y el consumo. En el primer caso están el café, el té, la cola, el tabaco y las bebidas alcohólicas; mientras que en el segundo grupo figuran la marihuana, cocaína, heroína, LSD, ice, éxtasis, etc., cada uno con efectos negativos para el cuerpo, alma y espíritu; individual y colectivo.

 

 

 La marihuana sigue siendo la droga más polémica y sobre la cual se ha escrito mucho. Por ahora, recordemos que ella tiene alto contenido de THC (tetrahidrato cannabinol) que produce verdaderas perturbaciones físicas y psíquicas. Es una planta dioica, es decir con machos productores de polen y hembras creadoras de óvulos. Solo estás últimas contienen los principios activos, es la “serpiente venenosa” bíblica.

 

 

 Lo más grave que se ha escuchado sobre el uso de la marihuana es afirmar que no tiene mayores efectos nocivos. Todo lo contrario: precipita episodios psicóticos, falsas percepciones, ideas alucinatorias, alteraciones en la mente y en los sentidos que pueden ocasionar accidentes de tráfico y también actos antisociales y agresivos.