Robert Johnson
BiografĂ­a

Robert Johnson. De interés general

 

 

Fuente Wikipedia. Robert Johnson nacido como Robert Leroy Johnson (Greenwood, Misisipi, 8 de mayo de 1911-Ibidem, 16 de agosto de 1938) fue un cantante, compositor y guitarrista estadounidense de blues conocido como El Rey del Delta blues. Sus grabaciones de 1936 a 1937 muestran una notable combinación de canto, habilidades de guitarra, y talento en la composición que influenciaron a generaciones de músicos, a pesar de solo haber dejado un registro de 29 canciones. Su enigmática vida, pobremente documentada, y muerte a la edad de 27 años han dado lugar a la creación de muchas leyendas sobre su persona.

 

Es considerado como el El Abuelo del Rock and Roll, su locución, la originalidad de sus canciones y su estilo de tocar la guitarra ha influido a una gran gama de músicos incluyendo a John Fogerty, Bob Dylan, Johnny Winter, Jimi Hendrix, The Yardbirds, Led Zeppelin, The Allman Brothers Band, The Rolling Stones, Paul Butterfield, Queen, The White Stripes, The Black Keys, The Band, Neil Young, Warren Zevon, Jeff Beck, y Eric Clapton, quien lo llama El más importante músico de Blues que haya vivido. Ocupó el 5º puesto en la lista de "Los 100 más grandes guitarristas de todos los tiempos" de la revista Rolling Stone. Fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 1986 en la categoría de Early Influence (Influencias tempranas).

 

Biografía

 

Primeros años

 

Nació en la población de Hazlehurst, estado de Misisipi, Estados Unidos el 8 de mayo de 1911 (aunque probablemente este año sea erróneo), su madre era Julie Ann Majors (Julie Dodds), hija de esclavos que tuvo a su hijo con un jornalero que pasó en esa ocasión por el poblado llamado Noah Johnson tras separarse momentáneamente de su esposo Charles Dodds Jr., un carpintero que gozaba de prosperidad, tiempo después ella regresó con Charles (ahora apellidado Spencer) pero su relación no duró mucho.5 Johnson creció con el apellido Spencer, sin saber que Charles no era su padre biológico, y la familia se estableció en 1918 en Robinsonville, años más tarde su madre le confiesa a Robert que es hijo de Noah Johnson, por lo que pasa a adoptar el apellido de su verdadero padre.5 Desde pequeño Johnson mostró interés por la música, primero por el arpa y luego por la armónica. Fue enviado al colegio pero no demostró demasiado interés por el estudio, abandonándolo bajo la excusa de un problema en la vista en 1927.

 

En febrero de 1929 contrajo matrimonio con Virginia Travis, de 16 años. Poco después ella quedó embarazada y finalmente murió en el parto junto con su criatura en abril de 1930. Johnson se casó por segunda vez con Esther Lockwood, madre de Robert Lockwood Jr., que más tarde se convertiría también en intérprete de blues, siguiendo las huellas de su padrastro.

 

Después de varios años actuando por todo el sur de EE. UU., tuvo la oportunidad de dejar registradas sus 29 legendarias canciones. Son 42 grabaciones (13 de los temas fueron grabados 2 veces), registrados en dos sesiones de grabación: la primera en San Antonio (Texas), los días 23, 26 y 27 de noviembre de 1936; la segunda en Dallas (Texas), el 19 y el 20 de junio de 1937.

 

Fallecimiento

 

Leyendas que rondan su muerte

 

Su muerte ocurrió en circunstancias extrañas. Se cuenta que fue envenenado con whisky por un marido celoso, dueño de un bar en el que Johnson actuaba. Algunos dicen que murió de neumonía, otros que de sífilis. Su certificado de defunción apunta que falleció el 16 de agosto de 1938, en Greenwood, estado de Misisipi y que no hubo autopsia.

 

Cuenta una conocida leyenda que Robert Johnson vendió su alma al diablo en el cruce de la autopista 61 con la 49 en Clarksdale (Misisipi), a cambio de interpretar el blues mejor que nadie.

 

Técnica musical

 

La técnica guitarrística de Robert Johnson se basa en una evolución del estilo sincopado de Son House, en el que un florido lenguaje de tresillos, glissandos y contrapuntos dialogan con la voz solista sobre un compás 4/4 de la que se encarga el pulgar, martilleando las bordonas.

 

Puede considerarse a Robert Johnson, junto a Blind Willie Johnson, como el gran maestro de la guitarra slide, técnica consistente en deslizar sobre las cuerdas un tubo metálico (antiguamente con un cuello de botella bottleneck), obteniendo un sonido punzante y sinuoso típico de la música afroamericana primitiva).

 

Afinaciones diferentes de la guitarra

 

Además de la afinación usual o estándar (mi, si, sol, re, la, Mi), Robert Johnson usa en sus grabaciones al menos otras tres afinaciones:

 

Drop D (con la 6.ª cuerda en re en vez de en mi: la afinación de las cuerdas queda mi, si, sol, re, la, Re):

Malted Milk,

Open G (re, si, sol, re, sol, re):

Stones in my passway,

Walking Blues,

Crossroads,

If I had possession over the judgement day,

Last fair deal gon down,

Come on in my kitchen,

Travellin’ Riverside Blues, entre otras)

Open D (re, la, fa#, rE, la, RE):

Hellhound on my trail,

Preachin' blues.

 

Legado

 

La vigencia del legado musical de Johnson se basa en una peculiar asunción de las estructuras musicales del blues rural anterior a él (Charlie Patton, Son House, Willie Brown, Blind Lemon Jefferson, etc.) y en la fuerza literaria de unos versos que hacen de él uno de los más insignes autores de la poesía popular estadounidense. Hay tres constantes en las letras de Johnson: lo efímero de las relaciones humanas, el vagabundeo incesante y los terrores irracionales.

 

Yendo un paso más allá de la simple evolución folclórica, las letras de sus canciones conforman un imaginería personal en que se mezclan motivos religiosos, sexuales y festivos que impactan al oyente gracias a una singular precisión poética. En sus canciones emerge un universo personal de expresión y creatividad, no la mera reiteración de clichés tradicionales. Su inimitable estilo vocal, salpicado de escalofriantes falsetes, su generoso sentido de la libertad interpretativa (se han conservado algunas tomas alternativas de sus canciones, que muestran versiones radicalmente distintas de una misma canción en cuestión de minutos, como en el caso de Come on in my kitchen) han hecho de él una isla aparte en la historia del blues.

 

Su particular estilo como cantante y guitarrista ha sido siempre admirado por artistas como Muddy Waters, Elmore James, Ry Cooder, Keith Richards, Bob Dylan o los integrantes del grupo Led Zeppelin. A través de Muddy Waters y los intérpretes británicos de blues de los años sesenta como (John Mayall, Eric Clapton, Peter Green, Rolling Stones, etc.) su influencia es muy notable en el rock. La explícita Lemon song de los Led Zeppelin rinde tributo a una de las estrofas de Me and the devil blues. Eric Clapton ha dedicado recientemente un álbum entero Me and Mr. Johnson (el Sr. Johnson y yo) a versionar el repertorio de Robert Johnson; también el guitarrista británico Peter Green lo ha versionado en un disco llamado The Robert Johnson Songbook.

 

Los Rolling Stones, Cream, Jimi Hendrix y en especial Eric Clapton han grabado versiones de sus canciones.

 

Cine

 

Crossroads (1986), película de Walter Hill, protagonizada por Ralph Macchio y Joe Seneca, con aparición en el duelo final de guitarra contra Steve Vai.

 

Oh brother, where art thou?, (2000) los protagonistas se encuentran con un joven guitarrista llamado Tommy Johnson, interpretado por el músico de blues C

hris Thomas King. Cuando le preguntan por qué estaba parado en medio de la nada, les revela que vendió su alma al Diablo a cambio de la habilidad para tocar la guitarra. Este encuentro plasma un elemento del folklore del Sur de Estados Unidos al introducir la leyenda creada en torno a Robert Johnson.

 

Televisión

 

Se le realizó un homenaje en la serie de ciencia ficción Supernatural emitida por la cadena de televisión CW, en el capítulo 8 de la segunda temporada, «Crossroad Blues», en el que se lo incorpora como personaje y se mencionan varias de sus canciones.

 

Discografía

 

Álbum en estudio

 

King of the Delta Blues Singers (1961)

King of the Delta Blues Singers, Vol. II (1970)

 

Referencias

 

Jump up  Cub Koda. «Robert Johnson» (en inglés). Allmusic. Consultado el 25 de abril de 2009.

Jump up  Booklet accompanying the Complete Recordings box set, Stephen LaVere, Sony Music Entertainment, 1990, Clapton quote on p. 26

Jump up  The 100 Greatest Guitarists of All Time. Rolling Stone. 27 de agosto de 2003.

Jump up  Robert Johnson – inducted into the Rock and Roll Hall of Fame. He is most famous for his song "The Crossroads". Induction year: 1986. Induction category: Early Influence.

 Jump up to: a b c Robert Johnson. Biografía y discografía. Aloha PopRock. Aloha Criticón. Consultado el 19 de octubre de 2008.

Jump up  Paéz, Santiago. «Robert Johnson». La taberna del bluesLa taberna del blues. Consultado el 19-10-2008.

Jump up  Cf. Frank Tirro, Historia del jazz clásico, MaNonTroppo, Barcelona, 2001, pág. 86.

 

 

Fuente tejiendoelmundo. El alma por una guitarra.

 

Hasta la vida y habilidades de algunos grandes músicos tienen como trasfondo leyendas que explicarían porque llegaron a estar en ese firmamento de estrellas elegido para unos pocos. Este es el caso de uno de los mejores guitarristas del mundo y cantante de blues, Robert Johnson, cuya leyenda habla de un pacto con el diablo.

 

Robert LeRoy Johnson nació en 1911 en Hazlehurst, al sur del estado de Missisipi, nació fruto de una relación esporádica, y Robert tardó años en saber su verdadero apellido. Fue el undécimo hermano de una familia negra en una época y lugar muy complicados para alguien de color.

 

La música comenzó a atraerle a una edad temprana y comenzó a tocar el arpa y la armónica y a faltar a la escuela, y un problema de la vista fue excusa para que abandonara las clases definitivamente y se centrara en la música, en la que era mas bien mediocre, y en las mujeres, una pasión que le obligó a huir y a cambiar de nombre más de una vez ante maridos celosos.  En la adolescencia comenzó a tocar la guitarra con idéntico poco virtuosismo..

 

 

Pero en 1929 encontró la estabilidad junto a Virginia Travis, con la que se casó. Ella quedó embarazada y por primera vez aparecía la felicidad en su vida, pero en abril de 1930, Virginia murió en el parto junto al bebé. Ella tenía 16 años.

 

La vida de Robert dio un vuelco y refugió su tristeza en el blues,  y comenzó a viajar siguiendo a los grandes del blues y tocando sin ningún éxito, hasta que decidió volver a su ciudad natal donde una viuda adinerada, Esther Lockwood,  le acogió y con ella tuvo un hijo.

 

 

Es en este periodo de tiempo cuando sus conocidos comienzan a sospechar , ya que Robert, que nunca había sido buen músico, comienza a tocar con una ejecución perfecta propia de admiración de grandes figuras de la época, que consideran que tocar así de repente no puede ser otra cosa que fruto de un pacto con el diablo.

 

 

La leyenda dice que  Robert Johnson vendió su alma al diablo en el cruce de la actual autopista 61 con la 49 en Clarksdale (Missisipi), a cambio de tocar blues mejor que nadie. Esperó en el cruce de caminos hasta medianoche, con la guitarra en la mano, hasta que el diablo se la devolvió, y las manos de Robert solo tenían que deslizarse por el mástil para interpretar el mejor blues de la historia.

 

 

Robert tocó por todo el sur de Estados Unidos. Nunca se quedaba en el mismo lugar, como si huyera constantemente. El público afirmaba que tenía algo mágico que cautivaba. Sorprendía al público con su música y su  guitarra que sonaba como si fueran dos, su voz que podía cambiar de formas, sus ojos fijos que miraban como poseídos, era incapaz de quedarse en un solo lugar. La letra de las canciones trataba sobre desesperación religiosa y demonios interiores, y dos de sus mayores exitos hacían referencia a su supuesto pacto. “Crossroad blues”   habla de un cruce de caminos que muchos consideran como el lugar señalado para el pacto, y  la letra de otro de sus éxitos, “Me and the devil blues”, dice: “Early in the morning, when you knock at my door, Early in the morning, when you knock at my door, I said Hello Satan, i believe it’s time to go”. (Temprano en la mañana, cuando golpeas a mi puerta, digo Hola Satán, creo que es tiempo de partir).

 

 

En uno de estos conciertos fue descubierto por un promotor musical, y entre noviembre de 1936 y junio de 1937, grabó 29 canciones, algunas con dos tomas, que junto con dos fotografías, son el único testimonio de su paso por este mundo. Este material, junto con alguna versión, compone los once Lp’s de su discografía y que la casa editaría poco a poco.

 

 

Una anécdota es que Robert hizo las grabaciones con su guitarra Gibson medio destruida y de la que no se separaba jamás, y de cara a la pared. Los directivos del estudio corrieron el rumor que era para que no le vieran los ojos poseídos al cantar, aunque algunos músicos lo atribuyen a que la acústica así era mejor. Esto y el hecho de que  algunos conocidos le atribuyeran extraordinarias habilidades, como por ejemplo, tras una tarde de charla, con la radio de fondo y Robert sin prestar atención a la música, era capaz al día siguiente de reproducir cada canción por orden y nota por nota.

 

Su leyenda aumentaba a pasos agigantados, y la gente acudía en masa a vele, atraídos por su música y por el morbo de su personalidad, cada vez más esquiva que le llevaba a tocar en semipenumbra para que la gente no viera su manera de puntear la guitarra, o a desaparecer en medio de una actuación. Su vida iba frenéticamente de un lugar a otro. Buscaba a una mujer en cada ciudad, tocaba en un local y desaparecía, hasta que el 13 de agosto de 1938,  en Greenwood, Carolina del Sur, el diablo se cobró su supuesta deuda.

 

Robert tuvo el error de seducir a la mujer del dueño del local donde tocaba esa noche, el “Three Forks”  y le dieron una botella de whisky abierta. Antes de que Robert pudiera beber, un músico que le acompañaba se la quitó y la rompió advirtiéndole que nunca bebiera de una botella abierta,  pero Robert se enfadó y le trajeron otra botella también abierta de la que bebió.

 

 

En mitad del concierto, Robert dejó de cantar, dejó su guitarra a un lado y salió a la calle. Los tres días que siguieron estuvo delirando hasta que murió envenenado por la estricnina que contenía la botella de whisky el 16 de agosto, con 27 años, los mismos que extrañamente tenían al morir otras grandes leyendas de la música como Jim Morrison,  Jimmy Hendrix, Janis Joplin y Kurt Cobain .

 

 

En “Me and ther Devil blue”s ,  pedía ser enterrado a un lado de la carretera: “You may bury my body Down the highway side”, pero existen tres tumbas que supuestamente contienen sus restos.

 

 

Leyenda, mito o realidad, o quizás algo de las tres, hicieron de Robert  el mejor bluesman de la música y está entre los cinco mejores guitarristas de la historia , (algunos de los otros cuatro han hecho curiosamente versiones de sus canciones como Eric Clapton, o Keith Richards, de los Rolling Stones, quien, tras escuchar a Robert Johnson por primera vez, enseguida quiso saber quien era el otro guitarrista. Richards no podía creer que fuese una sola persona el que tocaba.) .

 

Cincuenta años después de su muerte, una reedición de todas sus grabaciones fue disco de oro y consiguió un premio Grammy. Seguro que más de un músico vendería su alma por conseguir algo parecido.