Identificado otro nieto robado durante la dictadura argentina
De interés general

Identificado otro nieto robado durante la dictadura argentina

 

 

05/12/2014 Fuente elpais. Las Abuelas de Plaza de Mayo encuentran al desaparecido número 116

 

Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron este jueves la restitución de la identidad de un niño dado a luz en la mayor cárcel clandestina de la última dictadura, lo que supone la identificación del nieto número 116 robado durante el régimen militar argentino (de 1976 a 1983).

 

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, que se encuentra en Guadalajara (México), confirmó a la agencia oficial argentina Télam que se trata del hijo de Hugo Alberto Castro y Ana Rubel, dado a luz en el centro clandestino de detención que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). De Carlotto dijo que el nieto recuperado se crió en la casa de un médico de la entidad Casa Cuna.

 

La titular de las Abuelas de Plaza de Mayo, quien halló a su nieto Guido en agosto pasado tras más de tres décadas de búsqueda, indicó que este viernes dará más detalles sobre este hallazgo.

 

Por su parte, la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), que opera bajo la dirección de la Secretaría de Derechos Humanos del Gobierno argentino, ha afirmado a través de un comunicado que se trata de "un logro más de la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo y del pueblo argentino".

 

"Ana Rubel, su madre, era maestra (igual que su padre) y estudiante de Ciencias Económicas. Cursaba el tercer año de esa carrera cuando fue secuestrada con un embarazo de dos meses", según explica la CONADI.

 

"Hugo Castro, su padre, se mudó a Buenos Aires y comenzó a estudiar Arquitectura en la UBA. Ambos militaban en el Frente Argentino de Liberación (FAL). Fueron secuestrados en enero de 1977 y trasladados al centro clandestino de detención que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), último lugar donde fueron vistos con vida. Ambos continúan desaparecidos", concluye el texto.

 

Alrededor de 500 bebés fueron robados a sus padres por la dictadura, que además hizo desaparecer a cerca de 30.000 personas