Real Academia Española
De interés general

Real Academia Española. De interés general

 

 

Fuente Wikipedia. La Real Academia Española (RAE) es una institución cultural con sede en Madrid. Junto con otras veintiuna Academias correspondientes en sendos países donde se habla español, conforman la Asociación de Academias de la Lengua Española.

 

Se dedica a la regularización lingüística mediante la promulgación de normativas dirigidas a fomentar la unidad idiomática dentro y entre los diversos territorios; garantizar una norma común, en concordancia con sus estatutos fundacionales: «velar por que los cambios que experimente [...] no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico».

Fue fundada en 1713 por iniciativa del ilustrado Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena y duque de Escalona, a imitación de la Academia Francesa. Al año siguiente, el rey Felipe V aprobó su constitución y la colocó bajo su protección.

 

Las directrices lingüísticas que propone se recogen en diversas obras. Las prioritarias son el diccionario, abreviado DRAE (art. 2.º de sus estatutos), editado periódicamente veintidós veces desde 1780 hasta hoy; y la gramática (4.º), editada finalmente en diciembre 2009.

 

Desempeña sus funciones en la sede principal, inaugurada en 1894, en la calle Felipe IV, 4, en el barrio de Los Jerónimos, y en el Centro de Estudios de la Real Academia Española, en la calle Serrano 187-189, en 2013.

 

Historia

 

Fundación

 

La Real Academia Española fue fundada en 1713 por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena y duque de Escalona, con el propósito de «fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza».

 

El objetivo era fijar el idioma en el estado de plenitud que había alcanzado durante el siglo XVI y que se había consolidado en el XVII. Se tomaron como modelo para su creación la Accademia della Crusca italiana (1582) y la Academia Francesa (1635). Su primera sesión de trabajo se celebró en la propia casa del marqués de Villena el 3 de agosto de 1713. Su creación, con 24 sillones, fue aprobada el 3 de octubre de 1714 por Real Cédula de Felipe V, quien la acogió bajo su «amparo y Real Protección». Esto significaba que los académicos gozaban de las preeminencias y exenciones concedidas a la servidumbre de la Casa Real.

 

Lema

 

 

Ilustración con el lema de la Academia (edición de 1822).

 

En la conciencia, según la visión de la época, de que la lengua española había llegado a un momento de perfección suma, fue propósito de la Real Academia «fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza». Se representó tal finalidad con un emblema formado por un crisol puesto al fuego, con la leyenda Limpia, fija y da esplendor. Nació, por tanto, la institución como un centro de trabajo eficaz, según decían los fundadores, «al servicio del honor de la nación».

 

Esta vocación de utilidad colectiva se convirtió en la principal seña de identidad de la Academia Española, diferenciándola de otras academias que habían proliferado en los siglos de oro y que estaban concebidas como meras tertulias literarias de carácter ocasional.

 

Afianzamiento

 

 

Fachada del antiguo Palacio del Marqués de Villena, primer lugar de reunión de la Real Academia.

 

En 1723 se le concedieron 60.000 reales anuales para sus publicaciones. Fernando VI le permitió publicar sus obras y las de sus miembros sin censura previa.

 

En 1784, María Isidra de Guzmán y de la Cerda, primera mujer doctora por la Universidad de Alcalá, fue admitida como académica honoraria y, aunque pronunció su discurso de agradecimiento, no volvió a comparecer más. Se cuenta entre las primeras mujeres académicas del mundo. No volvió a haber otra fémina hasta la elección como académica de número de Carmen Conde en 1978.

 

En 1848 la Academia reformó su organización por medio de unos nuevos estatutos, aprobados por Real Decreto. Sucesivos reales decretos (1859, 1977, 1993) aprobaron nuevas reformas.

 

Las Academias nacionales

 

Tras la independencia de los países americanos, la Real Academia Española promovió el nacimiento de academias correspondientes en cada una de las jóvenes repúblicas hispanoamericanas. Esta decisión estuvo motivada por la idea central del movimiento llamado panhispanismo o hispanoamericanismo, según la cual los ciudadanos de todas las naciones de matriz española tienen por patria común una misma lengua (el español) y comparten el patrimonio de una misma literatura. A pesar de que hubo precedentes de academias nacionales creadas con independencia de la Española, como la Academia de la Lengua de México (1835), que se disolvió para dar paso a la correspondiente Academia Mexicana de la Lengua (1875), y de que alguna de las academias americanas, como la Academia Argentina de Letras (1931), no tuvo vinculación estatutaria con la RAE hasta fundarse la ASALE, desde 1870 se establecieron en América diversas academias hispanoamericanas subordinadas estatutariamente a la RAE, a las que se llamó correspondientes por mantener con la academia matriz una relación por correspondencia postal.

 

A ellas se añadieron la Academia Argentina de Letras, la Academia Filipina de la Lengua Española y la Academia Norteamericana de la Lengua Española, que tienen actualmente igual rango y condiciones que la RAE. Estas veintiuna academias constituyen con la Real Academia Española la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), fundada en 1951 en el marco del I Congreso de Academias celebrado en México.

 

La ASALE es el órgano de colaboración de todas ellas en la promoción de una política lingüística panhispánica. Esta política, plasmada en numerosos proyectos de trabajo conjunto, fue galardonada en el año 2000 con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, concedido a la Real Academia Española, junto con la Asociación de Academias de la Lengua Española.

 

Una nueva visión

 

El 20 de octubre de 1993 se constituyó la Fundación Pro Real Academia Española, entidad que tiene como finalidad atraer recursos económicos para la financiación de las actividades e iniciativas de la Academia. Está regida por un patronato, cuya presidencia de honor corresponde al rey de España, Juan Carlos I, la presidencia al gobernador del Banco de España y la vicepresidencia al director de la Real Academia Española. Las vocalías corresponden a otros académicos, presidentes de las comunidades autónomas y de empresas privadas, como socios fundadores.

 

En los nuevos estatutos aprobados en 1993, se consideró necesario supeditar el antiguo lema fundacional -Limpia, fija y da esplendor- al objetivo superior de trabajar al servicio de la unidad idiomática. El artículo primero establece, en tal sentido, que la Academia “tiene como misión principal velar porque los cambios que experimente la lengua española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico”. De esa forma quedaba sancionado un compromiso que la Academia había asumido ya desde el siglo XIX.

 

La Fundación está abierta a la participación de particulares mediante la correspondiente cuota económica, miembros benefactores, y entre las actividades subvencionadas se encuentran la realización del banco de datos, el Diccionario del estudiante, el Diccionario panhispánico de dudas y otras obras en proyecto o desarrollo como la Gramática normativa.

 

Funciones

 

 

El artículo primero de los estatutos de la RAE dice:

 

«[...] tiene como misión principal velar por que los cambios que experimente la Lengua Española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico. Debe cuidar igualmente de que esta evolución conserve el genio propio de la lengua, tal como ha ido consolidándose con el correr de los siglos, así como de establecer y difundir los criterios de propiedad y corrección, y de contribuir a su esplendor. Para alcanzar dichos fines, estudiará e impulsará los estudios sobre la historia y sobre el presente del español, divulgará los escritos literarios, especialmente clásicos, y no literarios, que juzgue importantes para el conocimiento de tales cuestiones, y procurará mantener vivo el recuerdo de quienes, en España o en América, han cultivado con gloria nuestra lengua. Como miembro de la Asociación de Academias de la Lengua Española, mantendrá especial relación con las Academias Correspondientes y Asociadas.»

 

Organización y funcionamiento

 

Según sus estatutos, la RAE está compuesta por:

 

Académicos de número (46 en total).

Académicos correspondientes españoles (hasta un máximo de 60).

Académicos correspondientes extranjeros.

Académicos de número de las academias americanas (que por derecho son académicos correspondientes).

Académicos honorarios.

 

Una junta de gobierno rige la Academia y supervisa todos los asuntos relativos a su buena operación, tanto en lo relacionado con su funcionamiento interno como con sus relaciones con los organismos del estado, y las demás Academias. Esta junta la preside el director de la Academia y está constituida por el vicedirector, el secretario, el censor, el bibliotecario, el tesorero, el vicesecretario y dos vocales adjuntos. Todos estos cargos son electivos y, a excepción de los vocales, que se eligen cada dos años, pueden ejercerse durante cuatro años, prorrogables sólo una vez.

 

La Academia funciona en Pleno y en Comisiones que se reúnen semanalmente. Las Comisiones tienen la misión de elaborar las propuestas que posteriormente examinará el Pleno para decidir sobre su aprobación. En la actualidad existen las siguientes comisiones: Delegada del Pleno, de Diccionario usual, de Diccionario histórico, de Gramática, de Información lingüística, de Vocabulario científico y técnico, de Ciencias humanas, de Publicaciones y de Premios. Además, existe una Comisión encargada de la conservación de la casa del Museo de Lope de Vega.

 

El Pleno, formado por todos los académicos, se reúne durante el curso académico los jueves por la tarde. Una vez aprobada las actas de la sesión anterior y de debatir cualquier tema general, los asistentes presentan enmiendas y adiciones al Diccionario. Acto seguido se examinan las propuestas formuladas por las diversas Comisiones. Las resoluciones, en el caso de que se produzca disparidad de criterio, se adoptan mediante votación.

 

Al servicio de los trabajos que la Academia desarrolla en Pleno o en Comisiones, funciona el Instituto de Lexicografía, integrado por filólogos y lexicógrafos que realizan las tareas de apoyo para la elaboración de los diccionarios académicos.

 

Académicos de número

 

Artículo principal: Anexo:Miembros de la Real Academia Española

 

Los 46 miembros de la Academia son elegidos de por vida por el resto de los académicos y se les conoce como Inmortales (quizá por influencia del uso del mismo apelativo en Francia para los académicos galos). Cada académico tiene un sillón asignado a su persona, y distinguido con una letra del alfabeto (tanto mayúsculas, como minúsculas). No se puede elegir un nuevo académico para un sillón hasta que no hayan pasado seis meses desde el fallecimiento del anterior ocupante.

 

Los académicos de número son, por orden de ingreso:

 

(Sillón) nombre del académico (fecha de ingreso en la RAE)

(M) Carlos Bousoño (1980), poeta y crítico literario

(A) Manuel Seco (1980), filólogo

(O) Pere Gimferrer (1985), poeta, ensayista y traductor

(q) Gregorio Salvador (1987), filólogo

(p) Francisco Rico (1987), historiador y filólogo

(J) Francisco Nieva (1990), dramaturgo y escritor

(d) Francisco Rodríguez Adrados (1991), filólogo y helenista

(c) Víctor García de la Concha (1992), historiador de la Literatura. Director honorario

(l) Emilio Lledó (1994), filósofo

(C) Luis Goytisolo (1995), escritor

(L) Mario Vargas Llosa (1996), escritor y ensayista

(u) Antonio Muñoz Molina (1996), escritor

(V) Juan Luis Cebrián (1997), periodista, escritor y empresario

(t) Ignacio Bosque (1997), lingüista

(K) Ana María Matute (1998), escritora

(ñ) Luis María Anson (1998), periodista y empresario

(I) Luis Mateo Díez (2001), escritor

(N) Guillermo Rojo (2001), lingüista

(k) José Antonio Pascual (2002), lingüista. Vicedirector de la RAE

(E) Carmen Iglesias (2002), historiadora

(i) Margarita Salas (2003), bioquímica

(T) Arturo Pérez-Reverte (2003), escritor y periodista

(G) José Manuel Sánchez Ron (2003), físico e historiador de la Ciencia

(j) Álvaro Pombo (2004), escritor

(o) Antonio Fernández Alba (2006), arquitecto y ensayista

(X) Francisco Brines (2006), poeta

(h) José Manuel Blecua Perdices (2006), filólogo. Director de la RAE

(a) Pedro García Barreno (2006), médico y ensayista

(S) Salvador Gutiérrez Ordóñez (2008), lingüista

(R) Javier Marías (2008), escritor y traductor

(D) Darío Villanueva (2008), filólogo y crítico literario. Secretario de la RAE

(m) José María Merino (2009), escritor. Vicesecretario de la RAE

(g) Soledad Puértolas (2010), escritora

(P) Inés Fernández-Ordóñez (2011), filóloga

(Q) Pedro Álvarez de Miranda (2011), filólogo y lexicógrafo

(e) Juan Gil Fernández (2011), latinista y medievalista

(f) José B. Terceiro (2012), economista

(r) Santiago Muñoz Machado (2013), jurista

(b) Miguel Sáenz (2013), traductor y jurista

(n) Carme Riera (2013), escritora

 

Académicos electos que todavía no han tomado posesión de su asiento

(Z) José Luis Gómez (2011), actor y director teatral

(B) Aurora Egido (2013), filóloga

 

Asientos vacantes tras fallecer su último ocupante

 

(F) vacante tras el fallecimiento de José Luis Sampedro (08-04-2013)

(U) vacante tras el fallecimiento de Eduardo García de Enterría (16-09-2013)

(H) vacante tras el fallecimiento de Martín de Riquer (17-09-2013)

(s) vacante tras el fallecimiento de José Luis Pinillos (04-11-2013)

Algunos académicos destacados del pasado

Pedro Antonio de Alarcón (1877-1891)

Emilio Alarcos Llorach (1973-1998)

Vicente Aleixandre (1950-1984). Premio Nobel de Literatura en 1977.

Dámaso Alonso (1948-1990), fue director de la RAE. Premio Cervantes en 1978.

Manuel Alvar (1975-2001), fue director de la RAE.

Francisco Ayala (1984-2009). Premio Cervantes en 1991.

Rafael María Baralt (1853-1860). Primer hispanoamericano en ser elegido académico.

Pío Baroja (1935-1956)

Jacinto Benavente (1954. No tomó posesión). Premio Nobel en 1922.

Antonio Buero Vallejo (1972-2000). Premio Cervantes en 1986.

Julio Casares (1931-1964)

Camilo José Cela (1957-2002). Premio Nobel en 1989 y Premio Cervantes en 1995.

Carmen Conde (1979-1996). Primera mujer en ser elegida académica en la RAE.

Miguel Delibes (1975-2010). Premio Cervantes en 1993.

Gerardo Diego (1948-1987). Premio Cervantes en 1979.

José de Echegaray (1894-1916). Premio Nobel en 1904.

Fernando Fernán Gómez (2000-2007)

Melchor Fernández Almagro (1951-1966)

Wenceslao Fernández Flórez (1945-1964)

Juan Manuel Fernández Pacheco (1713-1725), fundador y primer director de la RAE.

Vicente García de Diego (1926-1978)

José García Nieto (1983-2001). Premio Cervantes en 1996.

Ángel González (1997-2008)

Jorge Guillén (1893-1984). Premio Cervantes en 1976.

José Hierro (2002. No tomó posesión). Premio Cervantes en 1998.

Gaspar Melchor de Jovellanos (1783-1811)

Pedro Laín Entralgo (1954-2001), fue director de la RAE.

Rafael Lapesa (1954-2001)

Fernando Lázaro Carreter (1972-2004), fue director de la RAE.

Torcuato Luca de Tena (1973-1999)

Salvador de Madariaga (1976-1978. Electo en 1936, efectuó el ingreso tras su exilio).

Antonio Machado (1939. No tomó posesión)

Manuel Machado (1936-1947)

Ramiro de Maeztu (1935-1936)

Gregorio Marañón (1934-1960)

Julián Marías (1965-2005)

Eduardo Marquina (1931-1946)

José Martínez Ruiz, Azorín (1924-1967)

Marcelino Menéndez Pelayo (1880-1912)

Ramón Menéndez Pidal (1902-1968), fue director de la RAE en dos ocasiones.

Ramón Mesonero Romanos (1847-1882)

Miguel Mihura (1977. No tomó posesión)

José María Pemán (1939-1981)

Ramón Pérez de Ayala (1962. No tomó posesión)

Benito Pérez Galdós (1897-1920)

Claudio Rodríguez (1992-1999)

Luis Rosales (1964-1992). Premio Cervantes en 1982.

Gonzalo Torrente Ballester (1977-1999). Premio Cervantes en 1985.

Miguel de Unamuno (1936. No tomó posesión)

Juan Valera (1862-1905)

Alonso Zamora Vicente (1967-2006), fue secretario perpetuo de la RAE.

José Zorrilla (1885-1893. Fue nombrado inicialmente en 1849 pero no tomó posesión)

Como dato de interés, el único Premio Nobel de Literatura español que no ingresó como académico en la RAE fue Juan Ramón Jiménez (galardonado en 1956 y fallecido dos años después).

Publicaciones de la RAE

 

 

 

Tomo V de la edición del Diccionario de la Lengua Castellana en 1737.

 

Obras publicadas en la actualidad

Publicaciones conjuntas de la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española:

Diccionarios:

Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española (DRAE) (1.ª edición: 1780, 22.ª edición [actual]: 2001. La 23.ª edición se publicará en octubre de 2014). PD-icon.svgLa primera edición de esta obra se encuentra en el dominio público

Diccionario esencial de la lengua española (2006), obra resumida que hace de puente entre la 22.ª y la 23.ª edición.

Diccionario panhispánico de dudas (2005).

Diccionario de americanismos (2010). Esta obra es un complemento del Diccionario de la lengua española. Cuenta con 70 000 entradas y 120 000 acepciones.

Diccionario del estudiante (1.ª edición: 2005, 2.ª edición: 2011). Sustituye al Diccionario escolar de la RAE (1996). Obra dirigida a alumnos de secundaria y bachillerato.

Diccionario práctico del estudiante (1.ª edición: 2007, 2.ª edición: 2012). Adaptación para Hispanoamérica del Diccionario del estudiante. Obra a la venta solo en el continente americano.

Ortografía de la lengua española (1.ª edición: 1741, última edición: 2010). Esta última edición es la primera ortografía panhispánica y reemplaza a las Nuevas normas de prosodia y ortografía de 1959 y a la anterior edición académica de 1999. PD-icon.svgLa primera edición de esta obra se encuentra en el dominio público

Existen tres versiones de la Ortografía de la lengua española:

Edición completa (2010): un volumen de 864 páginas.

Ortografía básica (2012): en formato bolsillo de 252 páginas.

Ortografía escolar (2013): en formato cartilla de 64 páginas.

Nueva gramática de la lengua española (1.ª edición: 1771, última edición: 2009). Esta última es la primera gramática panhispánica y reemplaza a la anterior Gramática de la lengua española (1931) y al Esbozo de una Nueva gramática de la lengua española (1973). PD-icon.svgLa primera edición de esta obra se encuentra en el dominio público

Existen tres versiones de la Nueva gramática de la lengua española:

Edición completa (2009 y 2011): 3 volúmenes que suman 4808 páginas, los dos primeros tomos dedicados a la morfología y a la sintaxis (publicados en 2009) y un tercer tomo de fonética y fonología junto con un DVD (en 2011).

Manual (2010): un volumen de 750 páginas.

Gramática básica (2011): un volumen en formato bolsillo de 326 páginas.

La RAE ha publicado también otras dos gramáticas no institucionales:

Gramática de la lengua española (de Emilio Alarcos Llorach, 1994)

Gramática descriptiva de la lengua española (3 vols., dirigida por Ignacio Bosque y Violeta Demonte, 1999).

 

Proyectos actuales

 

Nuevo diccionario histórico del español (NDHE). En fase de desarrollo. Sustituirá al Diccionario histórico de la lengua española (primer volumen de 1933, incompleto) y utilizará como base el Nuevo tesoro lexicográfico del español y el Diccionario de autoridades. Presentará de modo organizado la evolución del léxico español a lo largo del tiempo.

Diccionario básico para estudiantes de español con 22.000 entradas, previsto para 2015.

 

Otras publicaciones

 

Diccionario de autoridades (título original Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o motivos de hablar, los proverbios o refranes y otras cosas convenientes del uso de la lengua, 6 vols., 1726-1739). PD-icon.svgLa primera edición de esta obra se encuentra en el dominio público

Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española (2 DVD, 2001), base de datos digital de 50 diccionarios de la lengua española, desde el de Antonio de Nebrija (1495) hasta el Diccionario académico de 1992, e incluyendo todos los publicados por la RAE hasta entonces. Es la primera publicación académica en DVD publicada en el mundo.

 

No debe confundirse con el Nuevo tesoro lexicográfico del español (s. XIV-1726) [11 vols., 2007], de Lidio Nieto Jiménez y Manuel Alvar Ezquerra, obra que refleja la historia de las palabras a través de todos los diccionarios, glosarios y repertorios desde el siglo XIV hasta 1726, fecha en que se publica el Diccionario de autoridades de la RAE. Su versión en línea es accesible desde la página electrónica de la RAE.

 

Léxico hispánico primitivo. Siglos VIII - XII (primer volumen: 1976, incompleto). Glosario del primitivo léxico iberorrománico. Realizado por Ramón Menéndez Pidal y Rafael Lapesa.

Diccionario manual e ilustrado de la lengua española (1.ª edición: 1927, 4.ª edición: 1989).

 

Boletín de la Real Academia Española (desde 1914).

 

Biblioteca Clásica de la Real Academia Española

 

La Biblioteca Clásica de la Real Academia Española presenta las 111 obras fundamentales de la literatura española en ediciones críticas, anotadas y prologadas. La primera obra publicada en esta colección, iniciada en 2011, es el Cantar de mio Cid. Ver listado completo de obras en: [2]

 

Ediciones conmemorativas

 

Don Quijote de la Mancha (1605), de Miguel de Cervantes. Publicada por la RAE en 2004 con motivo del cuarto centenario de su publicación.

 

Cien años de soledad (1967), de Gabriel García Márquez. Publicada por la RAE en 2007 con motivo del 40.º aniversario de su publicación y del 80.º cumpleaños del autor.

 

La región más transparente (1958), de Carlos Fuentes. Publicada por la RAE en 2008 con motivo del 50.º aniversario de su publicación y del 80.º cumpleaños del autor.

 

Pablo Neruda. Antología General, de Pablo Neruda. Publicada por la RAE en 2010.

 

Gabriela Mistral. En verso y prosa, de Gabriela Mistral. Publicada por la RAE en 2010.

 

La ciudad y los perros (1962), de Mario Vargas Llosa. Publicada por la RAE en 2012 con motivo del 50.º aniversario de la publicación de una obra “fundamental del boom latinoamericano”, como afirmó la RAE en un comunicado.