A todas partes que me vuelvo, veo
de Francisco de Quevedo

A todas partes que me vuelvo, veo

 

 

Autor: Francisco de Quevedo

 

A todas partes que me vuelvo, veo

las amenazas de la llama ardiente,

y en cualquiera lugar tengo presente

tormento esquivo y burlador deseo.

 

La vida es mi prisión, y no lo creo;

y al son del hierro, que perpetuamente

pesado arrastro, y humedezco ausente,

dentro mi proprio, pruebo a ser Orfeo.

 

Hay en mi corazón furias y penas,

en él es el amor fuego, y tirano,

y yo padezco en mí la culpa mía.

 

¡Oh dueño sin piedad, que tal ordenas!

Pues del castigo de enemiga mano

no es precio, ni rescate la armonía.