El hallazgo de los barcos de Calígula
Bienes arqueológicos, paleontológicos

El hallazgo de los barcos de Calígula

 

 

04/10/2014 Fuente historiayarqueologia.

 

Calígula es uno de los emperadores romanos que más interés han despertado siempre por las historias acerca de su crueldad, sobre todo las contadas por su biógrafo Suetonio. Pero también era un gran amante del mar, y por eso es que mandó construir dos barcos “incomparables”. Algunos estudiosos dicen que intentaba reproducir los barcos helenísticos ptolemaicos: éstos eran simplemente barcos de recreo, pero de dimensiones increíbles. El mayor de estos barcos era el llamado Siracusa, construido en el 200 d. C.; con 80 metros de eslora, tenía gimnasio, biblioteca, un templo a Afrodita… era un palacio flotante.

 

 Calígula pretendió imitar e incluso superar estos barcos, y para ello encargó a sus arquitectos navales la construcción de unos barcos de 70 metros de eslora y 20 de manga (como dos canchas de tenis). Se construyeron a orillas del Lago Nemi, a 24 km al Sur de Roma. Este lago era conocido como el espejo de Diana, allí había un templo dedicado a la diosa y allí Calígula poseía una villa palaciega.

 

Pero los barcos eran más que una villa, eran auténticos palacios flotantes: suelos de mármol y mosaico, agua corriente, baño en al menos uno de los barcos, tejados dorados, un templo dedicado a Diana y cañerías de arcilla para calentar el suelo del barco (el mismo sistema que en las termas romanas)…

 

 Después de haber gastado inmensas cantidades de dinero público romano en su construcción, los barcos fueron abandonados tras el asesinato de Calígula por su guardia pretoriana en el año 41 d. C., cuatro años de haber sido coronado emperador.

 

 En 1446 se habló por primera vez de este tema. Lo hizo el Cardenal Prospero Colonna, que llevó expertos de Génova hasta Roma para sacar piezas. Alberti construyó (...)