La náusea
de Jean Paul Sartre

La náusea

 

 

Fuente Wikipedia. La náusea es la primera novela filosófica de Jean Paul Sartre (1905-1980). Es, en suma, el resultado de todo el período de formación del filósofo francés Jean Paul Sartre, especialmente ligado a su estadía en Alemania (Maison Académique Française de Berlin: 1933-1934), a su discipulado de Husserl y de la escuela fenomenológica; y al mismo tiempo, al estudio minucioso, que tanto influyó en él, de lo que hasta ese momento había publicado Heidegger.

 

La primera redacción de la novela se remonta a 1931, cuando Sartre tenía veintiséis años. Fueron agregadas reestructuraciones en 1934 y en 1936. La versión definitiva, la que ha de publicarse, es la de 1938. La intención del autor era llamarla Melancolía I, tomando el título de uno de los grabados de Alberto Durero. En el momento de la publicación triunfará la posición de Gallimard, y el nombre de la obra será el que tuvo.

 

Lugar y personajes

La obra se desarrolla en Bouville, una ciudad imaginaria. De alguna manera puede estar vinculada a Le Havre, donde Sartre se desempeñó como profesor de filosofía, antes de consagrarse, con el abandono del Liceo, a su tarea de escritor.

 

Sobre el trasfondo distante de esa ciudad provinciana, de sus enjambres de personajes ignorados, se recortan algunas pocas figuras. Empleadas de cafés y restaurantes, la ex novia-amante Anny y el Autodidacta. Anny es una actriz de una treintena de años, mantenida por su hombre de turno. El Autodidacta, en cierto modo amigo del protagonista principal, el narrador en primera persona, es una figura indefinida con matices algo absurdos. El Autodidacta estudia por orden alfabético los libros de la Biblioteca de la ciudad, en un afán de perfeccionamiento cuyas motivaciones no aparecen claras. Este empeño de cultura se da en un hombre definidamente pederasta que, por tal motivo es descubierto y alejado de sus libros cuando intenta acariciar a un muchachito adolescente en la biblioteca.

 

El protagonista es Antoine Roquentin, hombre soltero de alrededor de treinta años. Vive solo en Bouville. Trabaja meticulosamente en una obra sobre la vida del Marqués de Rollebon, un aristócrata de fines del siglo XVIII. No tiene profesión y vive de sus rentas, luego de haber abandonado un empleo en Indochina, por haberse cansado de viajar y por haber dejado de sentir tal empeño como aventura deseable.

 

Análisis

 

Toda la novela surge del diario personal que lleva minuciosamente, y fechado, Roquentin. Con detalle estampa sus impresiones cotidianas, con una lenta morosidad que mucho tiene que ver con ese mundo absurdo y solitario en que está inserto. El acercamiento a los descubrimientos filosóficos fundamentales, se va dando de a poco, como la aproximación al clímax de una revelación mística. Los críticos suelen mencionar la influencia de Céline, de Kafka, de Queneau.

La versión original, antes de publicarse, fue purificada por el mismo Sartre que suprimió algunos pasajes "un poco libres". En total se eliminaron unas cuarenta páginas.

Tal como acontece en El extranjero, de Camus, Roquentin vive en un mundo sin sentido. Lo asombra comprobar que los buenos burgueses de la ciudad, no adviertan estos aspectos de la realidad, que para él son tan evidentes. Un alejamiento profundo lo distancia de todo lo que lo rodea, y, finalmente, lo distanciará de la obra misma en que está trabajando. El Marqués de Rollebon dejará de interesarle y abandonará su ficticia o engañosa vocación de historiador.

 

Temas de la obra

 

Los temas más importantes que destacan en esta novela de Sartre son la muerte, la historia, el progreso, el automatismo, la rebelión, entre otros. El autor nos induce en esta novela a cuestionar y poner en duda la existencia del ser humano y especialmente el propósito vital del hombre. Compartiendo algunos puntos con otro escritor existencialista como Albert Camus, Sartre llega a la conclusión que la vida del hombre es vacía. Frente a esta constatación, el hombre que se da cuenta de esta evidencia siente profundamente una sensación de repugnancia, de náusea, como lo dice el título de la obra. En pocas palabras; progreso, pasión futura, etc., no son más que ilusiones. En la página 65 el autor dice: "[...]El tiempo de un relámpago. Después de ello, el desfile vuelve a comenzar, nos acomodamos a hacer la adición de la horas y de los días. Lunes, martes, miércoles, Abril, mayo, junio, 1924, 1925, 1926: Esto es vivir".

 

La crisis

 

Lo que lentamente se iba aproximando, lo que lentamente le iba mostrando a Roquentin, lo absurdo de las cosas y de los menesteres cotidianos de la vida, tendrá su crisis o desencadenamiento en un parque público. El pasaje es de varias páginas, y ha llegado a mover al pensador Alphonse de Waelhens, para decir que en ese fragmento se cifra todo el pensar heideggeriano de "Ser y Tiempo". Para el profesor de Lovaina en esas palabras se traduce la experiencia central de toda la filosofía del filósofo alemán. (Apéndice de La filosofía de Martin Heidegger, de Alphonse de Waelhens, segunda edición, Madrid, 1952).

 

Estaba, pues, hace un momento en el jardín público. La raíz del castaño se hundía en la tierra justamente por debajo de mi banco. No me acordaba ya de que esto era una raíz. Las palabras se habían desvanecido, y con ellas la significación de las cosas, sus modos de empleo, las débiles marcas que los hombres han trazado en su superficie. Estaba sentado, un poco inclinado, la cabeza baja, sólo ante esta masa negra y nudosa, enteramente bruta y que me causaba miedo. Y después tuve esta iluminación.

 

Roquentin manifiesta que la visión le cortó el aliento. Nunca antes había presentido lo que quería decir "existir". Era como todos los otros. Decía el mar "es" verde. Pero no sospechaba el existir que se escondía detrás del "es". El protagonista concluye de inmediato en aceptar que la brutalidad de la existencia, que es y que no es una nada, se esconde regularmente en la vida de todos los días. Se usan las cosas, como útiles, se las maneja, se hacen proyectos, se encuentran o dibujan caminos, pero todo ello en un afán humano de tejer una "inteligibilidad" que se adosa a la existencia o a lo que brutamente existe, para quitarle toda su aspereza. Las palabras contribuyen a ello. Son como láminas significantes que alejan de lo existente, en toda su crudeza. Toda la diversidad de las cosas, su separación, no es más que una apariencia. El ente es total y sin fisuras, como en lenguaje parmenídeo. Cuando ese barniz puramente externo se diluye, la existencia del todo en su totalidad se abalanza sobre nosotros.

 

En su diario estima Roquentin que la palabra absurdidez aparece. Todo es sin sentido y sin fundamentación. Por ello, lo esencial es la contingencia, la carencia de explicación. Ese absurdo, día a día, es disimulado por el mundo coloreado por los hombres. El mundo de la existencia de los entes, de todos los entes, de todos los hombres, es un mundo sin razones y sin explicaciones. Ante la raíz "revelada" hubiese podido repetirse, "es una raíz", pero ya las palabras no hubiesen hecho mella en lo entrevisto. La raíz des-velada de la película envolvente era obscena, nudosa, inerte y sin nombre.

 

Roquentin concluye:

Lo esencial es la contingencia. Quiero decir que, por definición, la existencia no es la necesidad. Existir es estar ahí, simplemente; los existentes -leamos nosotros los entes- aparecen, se dejan encontrar; pero no se los puede nunca deducir...

Esta visión filosófica, anticipada en cien detalles de la novela, desencadenará el desenlace. Roquentin se ha de alejar, como dijimos, de los propósitos o tareas o profesiones habituales. Solamente llega a entrever que acaso pueda otorgarle un sentido a su vida, sin sentido como la de todos los hombres, entregándose a la escritura de alguna obra de ficción.

Deja Bouville en tren. No se conoce su destino -a excepción de que se dirigirá a París- ni el de su manuscrito, que al comienzo de la obra declararán haber hallado los editores. Todo ha terminado.

 

 

Fuente monografías. Objetivos

Obtener mayor amplitud de conocimiento acerca de la filosofía sartriana, a través de la lectura de esta su primera obra, La Náusea, novela mediante la cual nos permitirá acercarnos a su planteamiento existencialista y comprender su ideología.

Interpretar su filosofía existencialista y alcanzar el mensaje proyectado en la obra, mediante una lectura profunda y análisis de la misma, para llegar a una comprensión acerca del comportamiento del hombre y reflexión acerca de nuestra existencia.

Resumen

Antes de empezar es necesario manifestar que esta novela no se desarrolla con fines ni narración literaria, si no que más bien utiliza la forma de la novela para mediante esta exponer sus planteamientos filosóficos y concepciones existencialistas.

En su obra "La Náusea" Sartre expone su primera filosofía a través de su personaje central Antoine Roquentin, quien mediante su papel de narrador protagonista, y por medio de un diario, en el que junto a las actividades del personaje nos permite conocer el pensamiento del autor y reflexionar sobre la verdadera existencia.

Roquentin, inicia su relato con el deseo de plasmar sus días en las hojas de un diario, esperando y cuidando que las palabras no vayan a menospreciar o al contrario magnificar los hechos al ser escritos.

Hombre de 30 años, dedicado a su trabajo y por esto a constantes viajes, se encontraba realizando una investigación acerca de la vida de Monsieur Rollebon, aventurero del siglo XVIII, razón que lo conduce de París hacia Bouville, lugar en cuya biblioteca se encontraba la más completa información acerca de este histórico personaje, cuya biografía lo apasionaba realmente.

Llega a hospedarse en la estancia Rendez-vous des Cheminots, donde vivía completamente solo, no tenía amistad alguna y con la única persona con quien se relacionaba era con Françoise, patrona de su posada, con quien solamente mantenía contacto sexual o físico.

Sus días transcurrían en la biblioteca de la ciudad, entregado por completo a la investigación de Rollebon, y a paseos casuales por la misma, deteniéndose en algún parque o café para inspirar su pensamiento y cuestionar su planteamiento sobre su existencia; su lugar de preferencia era el Café Mably, sitio al que frecuentaba y donde se dedicaba al análisis de sus propietarios, visitantes, objetos, etc.

Su tiempo de observación era infinito, toda pequeña figura u objeto servían para que este pueda exponer sus sensaciones y afirmar que cada uno de estos existen a pesar de sí mismos; cada hombre, actividad o falta de la misma y hasta la misma idea de la vida producían en el hombre un sentimiento de profundo asco que perturbaba todo su cuerpo, lo que el autor lo llama "la Náusea", describiendo esta impresión como una repulsión a la cotidaniedad, vanalidad e hipocresía de la sociedad, causándole el deseo "dulcemente insidioso de enfermarse".

Retornando a la vida del solitario y analítico Roquentin falta expresar que su interés y necesidad por su trabajo lo habían separado de Anny, su amor eterno, a quien a pesar de su poca descripción permite conocer un profundo sentimiento y una relación y afecto que sin considerar la distancia se mantenía presente.

En la biblioteca, conoce al Autodidacta, hombre de grandes conocimientos, entregado pasionalmente a la lectura, con quien mantiene una relación no cercana a la amistad pero que permitía de ciertos encuentros, un almuerzo fue la única ocasión en la que estos pudieron hablar, compartir su ideología y discutir a causa de la misma.

Un día inesperadamente Roquentin recibe una carta de Anny, en la que expresaba en pocas palabras su deseo de verlo, y adjunto la fecha y el lugar en el que se hospedaría.

Este, colmado de expectativas y esperanzas aguardaba el encuentro con su querida, buscando inconscientemente en ella una salvación a sus náuseas.

Mientras transcurría su tiempo de espera, su interés por la biografía de Rollebon iba agotándose, acabando por hartarlo, razón por la cual toma la decisión de aguardar unos día hasta encontrarse con Anny y después retornar 3 años después, a París, ya no existía pretexto alguno para quedarse.

Finalmente, llegó el sábado en el que 4 años después miraría a Anny, acudió al lugar señalado y la observó cambiada, fría, cortante, orgullosa y distante, el tiempo la había separado, irónicamente aprovechó para reclamarle hechos pasados y recordar discusiones que solo los hacían más distantes. Después de algún tiempo de conversación, explicaciones, filosofías y más, Anny le pide que se vaya, ya que esperaba a alguien. Antoine decepcionado en cierto modo se aleja.

No la volvería a ver, apenas la había encontrado y la perdía nuevamente, con sus ilusiones desvanecidas caminó forzando una nuevo casualidad, pero todo concluyó al mirarla partir a lo lejos, acompañada de otro hombre.

Roquentin regresó hasta su hotel en Bouville, acudió a despedirse de todo lo que constituyó su vida, sus rutinarios días; en la biblioteca tuvo la oportunidad de encontrarse con el autodidacta pero frente a una situación que le hizo comprender que el humanismo de este no era más que sensualidad y deseo por los hombres.

Finalmente recoge todas sus cosas y retorna a París.

Identificar el papel del hombre en sociedad

Actualmente el hombre mantiene un papel legendario, cumplir con la sociedad, mantener sus leyes y reglas, convivir con lo ya establecido.

Desenvolverse frente a sus hábitos y costumbres, no olvidar sus responsabilidades, su trabajo, su vida, y "día a día cumplir con lo de todos los días".

Esto es precisamente lo que critica Sartre, lo que produce la Náusea, hombres que solamente cumplen una rutina, y monótonamente desarrollan sus quehaceres, seres que al esforzarse por demostrar su existencia olvidan lo que esta realmente significa y la opacan con apariencias, búsqueda de superioridad y actos "heroicos".

El hombre, como desde hace mucho tiempo acepta al mundo con sus principios inalterables, su vida casi predeterminada, sus órganos, su naturaleza ordena y organizada y en esto se encuentra su rol, desarrollando así su vida, manteniendo la planificación, la estabilidad dentro de la sociedad.

Identificar las debilidades como hombre

Ser miembro de la sociedad, trae consigo debilidades inherentes a nuestra existencia, el formar parte de la misma nos hace mantener un comportamiento establecido, formar parte de un grupo y seguir ciertas leyes, así también como mantener una rutina, de esta forma cada día se convierte en una debilidad, en hábitos que no se pueden alterar, en vidas monótonas.

La urgencia de los otros conforma también una debilidad (según Sartre), la necesidad de la presencia de un ser cercano, de un amigo, un apoyo, un alguien compañero.

También es debilidad la creencia en un ser superior, en un Dios que aunque no es el de todos es quien a manera de fuerza, energía o poder superior nos ha dado origen.

En ocasiones, mayor "fe" a este que a los hombres.

Inseguridad y cuestionamientos existenciales, temor de no existir, de no actuar para demostrarlo, miedo a que la costumbre acabe con mi vida, que con mis obras se acabe mi ser.

Conclusión

La característica más importante de la primera filosofía de Sartre, expuesta en La náusea a través de su personaje central Roquentin, es la intención de mostrar "la vida en sus más lúgubres colores" y su insípida obscenidad que hace afirmar a éste que hasta la misma idea de la vida le causa el deseo de la "Náusea".

Plantea una visión oscura de la vida, una reflexión para todos los hombres sobre el valor de la existencia, y más que eso la importancia de los actos, de las obras a realizarse, del valor y la entrega a todo, ya que es esto lo que nos hace existir.

Sartre expresa que no es necesario hacer evidente hacia los demás nuestra existencia, no hay que demostrarlo a nadie, ya que simplemente el hombre existe por sí mismo, Así lo expresa el, "soy porque pienso". "La existencia no es algo que se deje pensar de lejos: es preciso que nos invada bruscamente, que se detenga entre nosotros, que pese sobre nuestro corazón como una gran bestia inmóvil; si no, no hay absolutamente nada."

Por otro lado, un aspecto muy importante y que sin embargo no es tomado en cuenta en la obra es que en él no hay el más mínimo esfuerzo por entender el valor de lo social, de la colectividad de los hombres, del fin político de la persona; no hace la menor referencia al desarrollo social, al ambiente mundano, a la historia, se concentra simplemente en el individuo, en su desarrollo y en la repugnancia que estos pueden producir.

En conclusión, este es un excelente libro, que a pesar de la pesadez de su lectura constituye algo sumamente interesante.

Su escritura más que literatura constituye una expresión filosófica, ya que el interés se centra básicamente en su análisis, en el mensaje, haciendo que el relato y la historia pasean a un segundo plano.

Finalmente pienso que esta obra nos ha dejado grandes conocimientos, tanto del pensamiento sartriano como de su filosofía existencialista, y principalmente la reflexión acerca de nuestra vida y nuestra realización como seres humanos.