Los detectives salvajes
de Roberto Bolaño

LOS DETECTIVES SALVAJES. DE INTERÉS GENERAL

 

 

Fuente Wikipedia. Los detectives salvajes es la quinta novela del escritor chileno Roberto Bolaño, publicada en 1998. Consta de tres partes: la primera y la tercera son el diario del personaje Juan García Madero, un joven de 17 años estudiante de derecho. De ellas, la primera transcurre en México D.F. en el año 1975 y la tercera en el desierto de Sonora en el año 1976. La segunda parte consiste en fragmentos correspondientes a testimonios de distintos personajes, donde se recogen las vivencias entre los años 1976 y 1996 de los poetas Arturo Belano y Ulises Lima en distintos lugares del mundo. El relato es un homenaje al infrarrealismo, movimiento poético, que en la novela es denominado realismo visceral, y a sus integrantes. Así, Arturo Belano es en realidad el mismo Roberto Bolaño, y Ulises Lima es el poeta mexicano Mario Santiago Papasquiaro.

 

Según el propio autor, esta novela habla «de la aventura, que siempre es inesperada».

 

Los detectives salvajes ha sido traducida a varios idiomas, y ganó en el año 1998 el premio Herralde y en 1999 el premio Rómulo Gallegos. La novela ha recibido gran cantidad de elogios, tanto de escritores como de críticos especializados.

 

 

Los personajes principales de la novela son:

Personaje

Descripción

Testimonios

Arturo Belano

Poeta chileno perteneciente al realismo visceral. Principal protagonista de la narración junto con Ulises Lima.

Ninguno. Es sobre él y Lima de quien se realizan los testimonios.

Ulises Lima

Poeta mexicano perteneciente al realismo visceral.

Ninguno. Es sobre él y Belano de quien se realizan los testimonios.

Juan García Madero

Poeta mexicano perteneciente al realismo visceral.

Su diario constituye la primera y la tercera y útima partes de la novela: Mexicanos perdidos en México (1975) y Los desiertos de Sonora (1976).

Cesárea Tinajero

Poetisa mexicana desaparecida. Su búsqueda representa uno de los ejes centrales del relato.[]

Ninguno.

Lupe[]

Prostituta, amiga de María Font.

Ninguno.

Alberto

Proxeneta de Lupe.

Ninguno.

 

Segunda parte de la novela, Los detectives salvajes (1976-1996)

 

Joaquín Font

Arquitecto, padre de las real visceralistas María y Angélica.

Capítulos 3 (octubre de 1976), 5 (enero de 1977), 6 (marzo de 1977), 9 (marzo de 1979), 11 (abril de 1980), 16 (marzo de 1983), 17 (septiembre de 1985) y 18 (agosto de 1987).

Amadeo Salvatierra

Poeta mexicano, amigo de Cesárea Tijanero que ayuda a Arturo Belano y a Ulises Lima a localizarla.

Enero de 1976, incluidos en los capítulos 1, 2, 3, 5, 6, 8, 9, 16, 17, 19, 21 y 26.

Laura Jáuregui

Antigua novia de Arturo Belano.

Capítulos 1 (enero de 1976), 5 (mayo de 1976) y 6 (marzo de 1977).

Fabio Ernesto Logiacomo

Escritor argentino

Capítulo 1 (marzo de 1976).

Luis Sebastián Rosado

Escritor mexicano.

Capítulos 1 (abril de 1976), 2 (julio de 1976), 9 (marzo de 1979, marzo de 1983) y 16 (febrero de 1984).

Alberto Moore

Amigo de Luis Sebastián Rosado.

Capítulo 1 (abril de 1976).

Carlos Monsiváis

Escritor mexicano.

Capítulo 1 (mayo de 1976).

Perla Avilés

Amiga de la infancia de Arturo Belano.

Capítulos 1 (enero de 1976) y 2 (mayo de 1976).

Piel Divina

Poeta perteneciente al realismo visceral.

Capítulo 2 (mayo de 1976).

Angélica Font

Poetisa perteneciente al realismo visceral, hija de Joaquín Font, ganadora del Premio de Poesía Laura Damián.

Capítulos 2 (julio de 1976) y 9 (abril de 1979).

ManueL Maples Arce[]

Escritor estridentista.

Capítulo 3 (agosto de 1976).

Bárbara Patterson

Novia estadounidense del poeta real visceralista Rafael Barrios.

Capítulos 3 (septiembre de 1976), 13 (marzo de 1981) y 15 (octubre de 1982).

Jacinto Requena

Poeta perteneciente al realismo visceral.

Capítulos 3 (noviembre de 1976), 9 (marzo de 1979) y 17 (septiembre de 1985).

María Font

Poetisa perteneciente al realismo visceral, hija de Joaquín Font.

Capítulos 3 (diciembre de 1976) y 12 (febrero de 1981).

Auxilio Lacouture

Se presenta como la madre de la poesía mexicana.

Capítulo 4 (diciembre de 1976).

Joaquín Vázquez Amaral

Académico traductor de los Cantares de Ezra Pound.

Capítulo 5 (febrero de 1977).

Lisandro Morales

Editor que publica una antología de jóvenes poetas latinoamericanos preparada por Belano.

Capítulos 5 (marzo de 1977) y 11 (enero de 1980).

Rafael Barrios

Poeta perteneciente al realismo visceral.

Capítulos 6 (mayo de 1977), 13 (marzo de 1981) y 11 (septiembre de 1982).

Felipe Müller

Poeta chileno perteneciente al realismo visceral.

Capítulos 6 (mayo de 1977), 8 (enero de 1978), 19 (octubre de 1991) y 23 (septiembre de 1995).

Simone Darrieux

Amiga francesa masoquista de Arturo Belano.

Capítulo 7 (julio de 1977 y dos en septiembre de 1977).

Hipólito Garcés

Poeta peruano residente en París, amigo de Ulises Lima.

Capítulo 7 (agosto de 1977).

Roberto Rosas

Poeta peruano residente en París, amigo de Ulises Lima.

Capítulo 7 (septiembre de 1977).

Sofía Pellegrini

Amiga de Roberto Rosas.

Capítulo 7 (septiembre de 1977).

Michel Bulteau

Poeta francés residente en París.

Capítulo 7 (enero de 1978).

Mary Watson

Estudiante inglesa que en el relato mantiene una relación con Arturo Belano.

Capítulo 8 (mayo de 1978).

Alain Lebert

Pescador francés.

Capítulo 8 (diciembre de 1978).

Norman Bolzman

Estudiante de filosofía judío mexicano.

Capítulo 10 (octubre de 1979).

Heimito Künst

Neonazi austriaco poco inteligente.

Capítulo 12 (mayo de 1980).

José «Zopilote» Colina

Escritor residente en México D. F..

Capítulo 13 (marzo de 1981).

Verónica Volkow[ ]

Poetisa bisnieta de León Trotsky.

Capítulo 13 (abril de 1981).

Alfonso Pérez Camarga

Pintor, compra marihuana y hongos alucinógenos a Ulises Lima y Arturo Belano.

Capítulo 13 (junio de 1981).

Hugo Montero

Poeta mexicano, organiza un viaje con varios poetas para ir a Nicaragua.

Capítulo 14 (mayo de 1982).

Xóchitl García

Poetisa perteneciente al realismo visceral.

Capítulos 15 (julio de 1982), 16 (enero de 1984) y 17 (enero de 1986).

Andrés Ramírez

Emigrante chileno residente en Barcelona.

Capítulo 18 (diciembre de 1988).

Abel Romero[

Ex-policía chileno residente en España.

Capítulo 18 (septiembre de 1989).

Edith Oster

Antigua pareja de Arturo Belano.

Capítulo 19 (mayo de 1990).

Xosé Lendoiro

Abogado, poeta y editor de una revista de poesía.

Capítulo 20 (octubre de 1992).

Daniel Grossman

Amigo de Norman Bolzman.

Capítulo 21 (febrero de 1993).

Susana Puig

Enfermera y antigua amante de Arturo Belano.

Capítulo 22 (junio de 1994).

Guillem Piña

Pintor, amigo de Arturo Belano.

Capítulo 22 (junio de 1994).

Jaume Planells

Amigo del crítico literario Iñaki Echevarne.

Capítulo 22 (junio de 1994).

Iñaki Echavarne

Crítico literario.

Capítulo 23 (julio de 1994).

Aurelio Baca

Escritor.

Capítulo 23 (julio de 1994).

Pere Ordóñez

Escritor.

Capítulo 23 (julio de 1994).

Pelayo Barrendoáin

Escritor.

Capítulo 23 (julio de 1994).

Julio Martínez Morales

Escritor.

Capítulo 23 (julio de 1994).

Pablo del Valle

Escritor.

Capítulo 23 (julio de 1994).

Marco Antonio Palacios

Escritor.

Capítulo 23 (julio de 1994).

Hernando García León

Escritor.

Capítulo 23 (julio de 1994).

Clara Cabeza

Secretaria de Octavio Paz.

Capítulo 24 (octubre de 1995).

María Teresa Solsona Ribot

Culturista que alquila una habitación a Arturo Belano.

Capítulo 24 (diciembre de 1995).

Jacobo Urenda

Reportero de guerra residente en Francia.

Capítulo 25 (junio de 1996).

Ernesto García Grajales

Estudioso de los real visceralistas.

Capítulo 26 (diciembre de 1996).

 

 

Argumento []

 

La novela está dividida en tres partes: Mexicanos perdidos en México (1975), Los detectives salvajes (1976-1996) y Los desiertos de Sonora (1976).

 

Mexicanos perdidos en México (1975) []

 

 

Avenida José Vasconcelos en Colonia Condesa, México, D.F. En la Colonia Condesa se desarrolla parte de la acción de Mexicanos perdidos en México (1975).

 

Esta parte consiste en el diario que escribe el estudiante de derecho y poeta Juan García Madero, huérfano de 17 años que vive con sus tíos, entre el 2 de noviembre y el 31 de diciembre de 1975.22 Se narra cómo conoce a los poetas de un movimiento literario llamado realismo visceral, homenaje a otro movimiento literario del mismo nombre surgido en la década de 1920 y liderado por la poetisa Cesárea Tinajero, cuyo paradero se desconoce.3 23 García Madero termina formando parte de ese grupo de poetas, liderados por Ulises Lima y Arturo Belano, y paulatinamente abandona los estudios, se aleja de su familia y se inicia en el sexo, además de empezar a escribir poemas. Gran parte de la acción transcurre en la calle Colima de la Colonia Condesa, en la casa de Joaquín (Quim) Font, un arquitecto padre de Angélica y María, dos jóvenes que pertenecen a los real visceralistas. Con esta última pierde García Madero su virginidad.

 

De forma paralela, García Madero establece relación con Rosario, una mesera del café que frecuentan los real visceralistas. Rosario, quien confía en las habilidades poéticas de García Madero, lo seduce e invita a vivir con ella; durante un periodo de distanciamiento con María, él acepta, amargando aún más la relación con sus tíos. Pero unas semanas después vuelve a casa de los Font, donde se encuentra refugiada Lupe, una prostituta que ha abandonado a su proxeneta de nombre Alberto. Una noche, casi por equivocación, García Madero se acuesta con Lupe. En nochevieja de 1975, ante el acoso de Alberto y unos pistoleros que están vigilando la casa, García Madero, Lupe, Ulises Lima y Arturo Belano emprenden la huida utilizando un Chevrolet Impala propiedad de Joaquín Font.

 

Los detectives salvajes (1976-1996) []

 

 

Arthur Rimbaud (1854-1891), Poeta francés. Ulises Lima relata a Alberto Moore en la discoteca «Priapo's» como Rimbaud fue violado por unos soldados franceses.

En esta parte de la novela se recogen los testimonios en primera persona entre los años 1976 y 1996 de distintos personajes que tuvieron relación con Arturo Belano y Ulises Lima, repartidos en 26 capítulos.

 

Los testimonios de Amadeo Salvatierra aparecen a lo largo de toda la novela. Gracias a Amadeo, Arturo Belano y Ulises Lima entran en contacto por primera vez con un poema de Cesárea Tinajero. Dicho poema consiste en una sucesión de tres dibujos. Amadeo informa a los dos poetas de la intención, varios años atrás, de Cesárea Tinajero de trasladarse a Sonora, única pista con la que cuentan para localizar su paradero.

 

Parte del pasado de Arturo Belano es narrado en los testimonios de Laura Jauregui, Perla Avilés y Auxilio Lacoutre. Laura, antigua novia de Belano, cuenta como se conocieron, como empezó a cansarse de Arturo y de los real visceralistas, y al final como rompen la relación. Perla describe a Belano cuando estudiaban juntos en la preparatoria y Auxilio recuerda cuando se produjo el Golpe de Estado en Chile de 1973. El poeta chileno se desplazó a su país cuando sucedió y Auxilio comenta que regresó muy cambiado.

 

Otros monólogos describen aspectos de los real visceralistas durante esos años. Fabio Ernesto Logiacomo recuerda una entrevista con Belano y Lima donde repasaron la salud de la nueva poesía latinoamericana. Luis Sebastián Rosado narra un encuentro que tuvo con unos cuantos real visceralistas en la discoteca «Priapo's». En dicho local baila un bolero con el poeta real visceralista Piel Divina, lo que origina un escándalo en el local.29 Acaba manteniendo relaciones sexuales con Piel Divina durante un periodo de tiempo hasta que este fallece en una operación de la policía contra el narcotráfico. Alberto Moore también recuerda la noche del «Priapo's», donde Ulises Lima le contó una historia acerca de como fue violado Rimbaud por unos soldados franceses. Carlos Monsiváis rememora una entrevista que mantuvo con dos poetas melenudos (Ulises Lima y Arturo Belano), que criticaban duramente y con gran terquedad a Octavio Paz sin presentar según él argumentos sólidos. Otro escritor que se entrevistó con los real visceralistas fue Manuel Maples Arce. El testimonio de Piel Divina se centra en la animadversión de Arturo Belano hacía su persona, sobre todo tras robar Piel Divina una escultura en la Casa del Lago. Angélica Font hace un repaso de de los amantes de su hermana María, y de las relaciones sexuales poco satisfactorias que mantuvo Angélica con el real visceralista Pancho Rodríguez. El primer monólogo de Bárbara Patterson recoge el desagrado que le produjo Manuel Maples Arce cuando le entrevistaron los real visceralistas y recuerda como conoció a los real visceralistas, entre ellos su pareja, Rafael Barrios. Los primeros testimonios de Joaquín Font se centran en Arturo Belano y Ulises Lima. Describe a Arturo Belano como romántico, a veces cursi y extravertido, y a Ulises Lima como radical, cordial e introvertido. Repasa los tipos de literatura que según él existen: literatura para cuando estás aburrido, literatura para calmados, para cuando estás triste, para cuando estás alegre, para cuando quieres conocer más y literatura para cuando estás desesperado. Según Font, esta última es la literatura que hacían Lima y Belano. El poeta real visceralista Jacinto Requena narra el inicio de su relación con Xóchitl García y como conoció a los real visceralistas. En particular relata como iba una noche todo el grupo en un autobús, y Xóchitl se sentó junto a Arturo Belano, conversando durante todo el trayecto. Jacinto estaba acostumbrado a que todos los integrantes del grupo cortejaran a su pareja, pero en esta ocasión notó que la situación era distinta, aunque después de esa noche la relación entre Arturo y Xóchitl fue bastante normal. Joaquín Vázquez Amaral recuerda cuando viajó a México para presentar su traducción de los Cantares de Ezra Pound, y como después estuvo con Arturo Belano y ocho amigos suyos hablando de Pound y de otros poetas hasta la madrugada. Al principio del testimonio asegura que Belano es una persona amable, poco agresiva y culta. El editor Lisandro Morales cuenta como el novelista ecuatoriano Vargas Pardo le presenta a Arturo Belano en la editorial donde trabajaba Morales. Pardo le comentó que Belano estaba preparando una antología de jóvenes poetas latinoamericanos. Durante la entrevista con Belano para decidir si publicaba su libro o no, Lisandro Morales tuvo una revelación, que le aconsejaba no publicarlo. Al final, debido a la insistencia de Vargas Prado el libro se acaba publicando. Define a Belano como escritor cenizo, y considera que nunca debió  su antología. Desde que publicó el libro, Morales bebe mucho, se encuentra solo y tiene miedo de que unos sicarios le asesinen. Termina su narración asegurando que la literatura no vale nada. En el testimonio de José «Zopilote» Colina se recoge como estaba esperando que Juan Rejano le pagara un cheque en El nacional junto con otras personas, entre ellas, Ulises Lima, Arturo Belano y Felipe Müller. Mientras espera, entra una chica rubia sin esperar cola, y recibe un cheque. Los real visceralistas se enteran de que es Verónica Volkow, bisnieta de León Trotsky, y salen detrás de ella. Luego Colina recuerda ver a los cuatro en una cafetería riéndose. Verónica Volkow recuerda un encuentro en 1976 con Arturo Belano, Ulises Lima y un tercer real visceralista en las puertas de un cine. El pintor Alfonso Pérez Camarga afirma que Belano y Lima no eran revolucionarios, ni escritores, ni poetas, sino vendedores de drogas. Cuenta como él y unos amigos empezaron a comprarles marihuana y hongos alucinógenos. También comenta el poco interés que mostraban por el sexo.

 

Arturo Belano y Ulises Lima al regresar de su búsqueda de Cesárea Tijanero deciden irse a Europa. Esta intención viene recogida en el primer testimonio de María Font, que cuenta primero como han ingresado a su padre en un manicomio y después relata como se encontró con Ulises Lima y Arturo Belano en el Café Quito. Allí le cuentan a María su intención de irse lejos; Ulises a París y Arturo a España.

 

 

Rue des Eaux en París. En esta calle reside Ulises Lima durante su estancia en la capital francesa.

 

La estancia de Lima en París es descrita en varios testimonios. Simone Darrieux cuenta como conoció a Arturo Belano en México, y como al año de conocerse se acostaron. Ella le confesó que era masoquista y lectora de Sade, practicando juntos esas prácticas sexuales hasta que Simone volvió a Francia. Se pregunta cómo conseguiría dinero Ulises Lima durante su estancia en París, porque solo le conoció algunos empleos temporales que le ofrecían unos poetas peruanos. Narra como Lima acudía a su casa para ducharse una vez a la semana, a veces en intervalos más largos. Recuerda como escribía en los márgenes de las páginas de los libros, y de como un día le sorprendió leyendo en la ducha. Hipólito Garcés, amigo de Ulises Lima, le consigue alojamiento en la rue des Eaux. Acuerdan que Ulises Lima le pague un dinero, con el cual Hipólito Garcés hará la compra y cocinará, aunque según pasa el tiempo, solo acaba cocinando arroz blanco a la vez que le pide más dinero a Lima.17 Al cabo del tiempo, el poeta mexicano deja de aparecer por casa de Hipólito, por lo que este acude a donde se aloja Lima. Le pregunta si le prepara comida para para mañana, y Lima le contesta que no va a volver más. Finalmente, Hipólito se desahoga con el mexicano, quejándose de la vida que lleva. Roberto Rosas relata como vivía en una buhardilla junto a otros poetas peruanos. Explica que antes vivía con ellos el poeta Hipólito Garcés, pero que acabaron echándolo de allí porque no devolvía los préstamos que le hacían y por las mentiras que contaba.17 Recuerda que Garcés le presentó a Ulises Lima, y se acabó haciendo amigo de él. Con Lima acabó conociendo los poetas franceses Michel Bulteau y a su compañera Adeline, a Mathieu Messagier y a Jean-Jacques Faussot, e incluso empezó a traducir un poema de Bulteau, traducción que no llegó a finalizar. Sofía Pellegrini cuenta como los poetas peruanos, incluido Roberto Rosas, llamaban «Cristo de la rue des Eaux», a Ulises Lima, y se reían de él, sobre todo porqué Hipólito Garcés le había engañado varias veces. Sin embargo, ella guardaba buen recuerdo de él. El poeta Michel Bulteau recuerda como recibe una llamada de Ulises Lima para concertar una cita. Queda con él en la estación de metro de Miromesnil, y deciden dar un paseo por la ciudad. Bulteau escucha las historias que le cuenta el poeta mexicano, que versan sobre poetas, revistas y obras, todas perdidas. El poeta real visceralista Felipe Müller recuerda cuando fue a visitar junto con su novia al poeta a la capital francesa y Ulises Lima les acaba contagiando la sarna. Alain Lebert cuenta como vive en una cueva junto con un amigo, y pasaba las noches en un bar de la localidad de Port Vendres. Trabaja en un barco pesquero, pero la pesca es muy escasa. En el bar conoce a Arturo Belano, coincidiendo con él de vez en cuando. Un día Belano le presenta a un amigo que acaba de llegar al pueblo, Ulises Lima, y le pregunta a Lebert si puede conseguir un trabajo para Lima a bordo de su barco, el Isobel. Alain Lebert consigue que le contraten. Contrariamente a lo que había afirmado, Lima no tiene ninguna experiencia con los barcos, sin embargo, al empezar a trabajar la pesca empieza a ser muy abundante, consiguiendo así el poeta mexicano dinero para un viaje que tiene planeado a Israel. Finalmente van Lebert, su amigo y Belano a despedirle a la estación de tren, y Lebert escucha como le dice Belano a Lima que quizás esa sea la última vez que se vean.

 

 

 En un calabozo de la ciudad israelí de Beersheba se conocen Heimito Künst y Ulises Lima.

 

El viaje de Ulises Lima a Israel es narrado por varios personajes. Norman Bolzman cuenta que cuando residía en la capital de Israel junto con su novia Claudia y Daniel Grossman recibieron la visita de Ulises Lima, ya que se conocían del México D.F. Durante esa visita Ulises Lima le confiesa a Claudia que el motivo de su viaje era verla a ella, porque la amaba. Ella no le hace mucho caso, y una noche Norman sorprende a Lima llorando en el sofá; desde entonces Norman se siente apesadumbrado por la tristeza del poeta mexicano, tanto que acaba afectando a su vida sexual. Como Lima no trabaja, empiezan a tener problemas económicos, y el poeta se acaba marchando. Está bastantes días fuera y en varios lugares, y finalmente vuelve a casa de Norman con un austriaco llamado Heimito, permanecen dos días en la casa, y al final se marchan. Heimito Künst narra como coincide en un calabozo con Ulises Lima en la ciudad israelí de Beersheba. Cuando salen libres mendigan unos días por Jerusalén, hasta que Heimito consigue dinero de una herencia, y vuelan juntos a Viena, residiendo en casa de Heimito y cometiendo hurtos para subsistir. Durante su estancia en la capital austriaca tienen problemas con los antiguos amigos de Heimito, que acaban en una reyerta donde Ulises Lima apuñala a dos de ellos. A los días les detiene la policía, y a Ulises Lima le echan del país y prohíben su retorno hasta el año 1984.

 

La estancia de Arturo Belano en España viene recogida en varios testimonios. Felipe Müller cuenta que Arturo Belano se trasladó a vivir a Barcelona a casa de su madre. Anteriormente, Felipe Müller mantenía correspondencia con Belano, informándole del precario estado de salud de la madre de este (padecía hipertiroidismo) y de su mala situación económica. Finalmente Belano consiguió una beca para ella, después de enviar una recomendación de Vargas Pardo para Juan Marsé. También recuerda que el y su novia usaban la ducha de Belano después de haber contraído la sarna. Narra como Belano encuentra trabajo como vigilante de seguridad en un camping, y como ambos acaban abandonando el realismo visceral. También reproduce dos historias que le había contado Belano: una era un relato de ciencia-ficción de Theodore Sturgeon y la otra versaba sobre un poeta peruano y un cuentista cubano, que conocen el éxito cuando son jóvenes, pero irremediablemente se acaban hundiendo. Mary Watson se remonta a como fue su verano de 1977. Viajó a Francia con un amigo, y ambos tenían problemas sentimentales. Haciendo autostop por el sur les recoge un alemán, Hans, que viaja con su mujer y su hijo pequeño en una furgoneta. Recogen a dos ingleses más, y deciden irse a España para trabajar en la recogida de naranjas. Recogen a una chica francesa ocupando así la última plaza del vehículo, y ya en España se alojan en un camping cercano a Barcelona. Por las noches toman algo en la terraza con otros turistas y el vigilante de seguridad (Arturo Belano). Mary empieza a tener relaciones con el vigilante, y se da cuenta de que la relación entre él y Hans es bastante tensa. El grupo decide ir a Valencia para encontrar trabajo, pero no lo consiguen, así que vuelven al camping. Hans comenta al grupo que hay que ir al sur de Francia a casa de un tío de su mujer, pero que no quiere que vaya con él uno de los ingleses que recogió. A Mary no le parece bien, y decide quedarse unos días en Barcelona junto a Belano para luego reunirse con el grupo más adelante. Cuando Mary se vuelve a reunir con sus compañeros de viaje, hay abundante trabajo en la vendimia, lo que les mantiene muy ocupados. Un día aparece Arturo por sorpresa, lo que alegra mucho a Mary. Una noche se produce una discusión entre Belano y Hans, y este acaba abalanzándose sobre el chileno, pero Arturo saca un cuchillo y se lo pone a Hans junto a la cara, lo que provoca el final del altercado. Al día siguiente, Belano vuelve a Barcelona, y cuando acaba la vendimia Mary vuelve a Londres. Andrés Ramírez recuerda una reunión que mantuvo con varios chilenos en el aniversario del Golpe de Estado en Chile de 1973, coincidiendo allí con Arturo Belano. Al finalizar el encuentro e irse, recorre parte del camino con Belano. En ese trayecto Abel Romero reflexiona sobre la naturaleza del mal. En el testimonio de Andrés Ramírez parece que el interlocutor es el propio Belano. Narra como llega a Barcelona desde Chile como polizón, y no tarda mucho en encontrar trabajo y alojamiento. Un día, paseando por Las Ramblas, le vienen a la cabeza una sucesión de números, en concreto el 0, el 1 y el 2, y acaban haciendo aparición siempre que se encuentra ocioso. Un día, decide hacer un quiniela con los números, asumiendo que el 0 se corresponde con la «X», y la acierta. Pasado el tiempo, vuelven a aparecer los números, y vuelve a acertarla, convirtiéndose en millonario. Se trae a su familia de Chile, adquiere un restaurante, comienza a viajar, se casa y tiene hijos. Un día, contrata a Belano en su restaurante. Al final del testimonio queda claro que Belano quiere dejar el trabajo, y Abel Romero le promete uno o dos meses de vacaciones pagadas. Edith Oster recuerda el primer encuentro que tuvo con Arturo Belano en la galería de arte María Morillo. Pasaron varios años hasta que le volvió a ver, en Barcelona. El motivo del viaje a Barcelona era reencontrarse allí con su novio, pero al cabo de los meses rompen la relación. Al encontrarse con Belano, este la recuerda, y empiezan a verse con mayor frecuencia. Edith decide regresar a México, y una vez allí mantiene una relación con Belano por teléfono, por lo que decide regresar a Barcelona para vivir con el poeta chileno. Sin embargo la relación no dura mucho, en parte debido a los problemas de salud de Edith, que se acaba marchando a Roma. Su vida allí es un desastre, y a pesar de sus esfuerzos por no ser encontrada, su madre la localiza, y la encuentra enferma, regresando las dos a México, donde internan a Edith en una clínica. De allí la trasladan a otra clínica de Los Ángeles. Una vez restablecida, se muda junto con su madre a Silverado, donde traba amistad con un anciana judía que acaba de enviudar, la señora Schwartz. Después de una enfermedad, la señora Schwartz fallece, y al cabo del tiempo, Edith decide regresar al Distrito Federal para establecerse definitivamente. Xosé Lendoiro cuenta como durante unas vacaciones en Castroverde, un niño se cae a una sima y nadie es capaz de rescatarlo hasta que aparece Arturo Belano, logra bajar por la grieta, y rescata al niño. A los dos años vuelve a encontrarle, y le ofrece trabajo en la revista del colegio de abogados. Un día Lendoiro descubre que su hija y Belano mantienen relaciones. Con el tiempo. Belano desaparece y a Lendoiro le diagnostican una enfermedad mortal. Acaba su historia contando un chiste. Susana Puig es enfermera y antigua amante de Belano y relata como recibe una llamada de este, citándola un día y a una hora exacta en una playa. Belano la confesó que no quedaban para hablar ni para verse, solo ella podría verle a él. Acude a la cita, estaciona el vehículo en el lugar indicado, y puede ver desde allí en la lejanía a un grupo de personas, entre ellas Arturo. Varias de ellas se apartan, quedando solamente Belano y otro hombre, y comienzan a mantener un duelo con algo que en principio a Susana le parecieron bastones, pero que empezó a dudar sobre si no se trataría de espadas en realidad. Está relacionado con este testimonio el de Guillem Piña que cuenta como después de unos años sin tener noticias de Belano, este reaparece, y le cuenta como un crítico muy prestigioso, Iñaki Echevarne, va a realizar una mala reseña sobre su última novela. Belano le propone a Guillem que sea padrino de un duelo que va a mantener con el crítico. Finalmente deciden que el duelo sea con espadas, a primera sangre y en una playa nudista. Llaman a Iñaki Echevarne para proponérselo, y acepta. Un amigo de Echevarne, Jaume Planells, recibe una llamada de Iñaki Echevarne para pedirle que sea el padrino de un duelo que va a mantener contra un escritor (Arturo Belano). Planells acepta, pero para no ir solo llama a una amiga común periodista, Quima. Se dirigen al lugar establecido para disputar el duelo, y allí aparecen Arturo Belano y su padrino, Guillem Piña. Los observadores se retiran, y empieza el combate entre Belano y Echevarne. María Teresa Solsona Ribot narra como alquila una habitación de su casa a Arturo Belano, y como entabla amistad con él a pesar de mostrar desconfianza al principio. Belano le cuenta que está separado, y que tiene un hijo; también le cuenta que está enamorado de una andaluza, pero que su relación va mal, lo que provoca que Arturo quiera viajar a África. Al final del testimonio María Teresa cuenta como le va a acompañar a la estación de Malgrat para despedirse.