La destrucción del patrimonio de la humanidad de Cirene
Bienes arqueológicos, paleontológicos

La destrucción del patrimonio de la humanidad de Cirene

 

 

23/09/2013 Fuente historiayarqueologia. Es la barbarie que no cesa. La guerra no solo trae dolor a las personas sino también a su patrimonio y a su cultura. Cirene es uno de los sitios arqueológicos más bellos de Libia. Los expertos describen este enclave como “una de las principales ciudades del mundo Helénico”, y su necrópolis figura entre las mayores y más importantes del planeta. Un lugar único, que además está declarado Patrimonio de la Humanidad. De poco parece haberle servido. Al menos 200 criptas, junto con parte del viaducto (que los arqueólogos datan 200 años después de Cristo), han sido destruidas hace escasos días por las excavadoras. Los responsables de este desastre son agricultores locales que han devastado las ruinas para vender esos terrenos —ya "despejados" y distribuidos en parcelas de 500 metros cuadrados— a promotores inmobiliarios. El destrozo ha sido enorme. “Han arrojado piezas antiguas a un río cercano como si fueran basur..., profesor de arqueología en la Universidad de Bayda.

 

Cyrene La situación política y social en Libia es tan frágil que impide proteger sus grandes sitios arqueológicos. Foto: Unesco.

 

Los arqueólogos han avisado a las autoridades sobre esta destrucción, pero no tienen muchas esperanzas de que sirva para algo. La situación social y política es tan frágil que impide cualquier intervención. Además, esta bellísima ciudad, fundada 700 años antes de Cristo, se enfrenta a su particular idiosincrasia. Los agricultores y granjeros que viven en estas tierras las reclaman como propias. Desde luego no tienen documentos que lo acrediten, solo la tradición oral —transmitida de padres a hijos— lo sustenta.

Cyrene8 De sitio catalogado como Patrimonio de la Humanidad, Cirene ha sido transformada en un área de construcción, denuncian los arqueólogos. Foto: Wikipedia.

 El arqueólogo Ahmed Hussein, con una indisimulada tristeza, lo narra así: “En Libia, la costumbre y la tradición tienden a tener más peso que las leyes escritas. [Los agricultores] no poseen documentos oficiales que demuestren que son los propietarios de las tierras, sin embargo nadie pone en duda sus derechos sobre ellas. Con Gaddafi, estas familias no se habían atrevido a hacerlos valer. Pero ahora, han transformado un sitio arqueológico en un área de construcción”. Este es, si nadie lo remedia, el presente y el futuro que aguarda a uno de los cinco sitios que en Libia son reconocidos como Patrimonio de la Humanidad. ¿Podremos impedirlo?