La naturaleza es sabia, ¡y sana! Por Clotilde Nebbia
Medio Ambiente

La naturaleza es sabia, ¡y sana! Por Clotilde Nebbia

 

 

23/08/2013 Fuente vallemedio. Sara Itkin es médica generalista y naturista de Bariloche, autora del libro “Plantas de la Patagonia para la Salud”, y una referente ineludible para aprender a vivir en armonía con el medio ambiente y con nosotros mismos. El sábado 24 de agosto en la Casa del Centenario de Luis Beltrán, dictará un taller de salud femenina

 

 

Buscando una mejor calidad de vida podemos encontrarnos con variadas y complejas recetas. Pero la clave está en lo simple. Ahí nomás, en el fondo de la casa, a la vuelta de la esquina, en la orilla del río o al pie de la barda podemos encontrar las respuestas. “Las plantas nos curan y también previenen. Los estudios bioquímicos y farmacológicos dan cuenta de cómo una planta puede tener efecto antibiótico específico, acción anticancerígena o analgésica, entre otros. La Patagonia es extensa, pero cada región tiene sus plantas para estar en salud. Este estado se sostendrá en la medida que cuidemos la biodiversidad, que dejemos los extensos monocultivos y las talas indiscriminadas, que cuidemos los ríos, que luchemos porque no haya represas ni megaminería contaminante”, afirma Sara Itkin.

 

 

Cuestión de actitud

 

 

Para su uso medicinal, las plantas pueden consumirse de diferentes maneras: frescas o cocidas, beberlas en un té, tomar jarabe, agregarlas como condimento a las comidas, o a través de extractos. “Pero también sanan con sólo observarlas, tan bellas con sus colores y formas, tanto silvestres como en una maceta, sanan con su amor y amistad”, continúa Itkin.

 

 

A pesar de ser unas aliadas muy poderosas en la prevención y en la curación, las plantas no hacen milagros, por lo que es necesario un compromiso más profundo para una vida sana en general. La alimentación juega un rol fundamental. “Somos lo que comemos. Como naturista, creo profundamente en nutrirnos en forma sencilla: con alimentos genuinos, no modificados genéticamente, cultivados sin agrotóxicos, no refinados y sin aditivos químicos. No podemos hablar de vivir en salud si no cuidamos el medio ambiente y no somos respetuosos de nuestros hermanos, los animales. Una alimentación saludable contempla frutas frescas, frutos secos y semillas, deben abundar los vegetales crudos y cocidos, los cereales sin refinar y también legumbres. Los aceites deben ser de primera prensada y orgánicos”, describe la médica. Además, explica que es importante atender a la estación del año que estemos transcurriendo. “Somos Naturaleza, y los cambios de estación también nos atraviesan. La Madre Tierra nos brinda en cada estación y en cada región lo que necesitamos para vivir armoniosamente. En el verano abundan los alimentos que nos hidratan y calman la sed, como vegetales de hoja y muchas frutas jugosas; en el otoño-invierno tubérculos y raíces que nos dan calor y nutrientes para transitar con salud ese tiempo de frío”, detalla.

 

 

Para profundizar

 

 

No es difícil poner en práctica esta forma de vida. Itkin afirma que no hace falta ser expertos para usar plantas medicinales, sino tener sentido común y respeto a uno mismo y a la Naturaleza. “Aprender a sanarse con ellas es sencillo, gustoso, saludable”, promete. En sus talleres, la médica enseña y desarrolla todos los temas que hemos esbozado en esta nota, y sobre todo, brinda las herramientas para llevar a la práctica el consumo de plantas medicinales y para alimentarnos correctamente.

 

 

El sábado 24, dictará un taller en Luis Beltrán bajo la temática “Plantas y Alimentos para la Salud de la Mujer”, sobre todas las etapas de la vida femenina (desde la menarca hasta la menopausia), y también sobre patologías cada vez más frecuentes en las mujeres, poniendo el acento en la prevención: “En estos tiempos en los que el cáncer de mama presenta altos índices, al igual que los trastornos hormonales, y cuando la menopausia pasa a ser enfermedad en lugar de un tiempo natural y gustoso de la vida, creo conveniente dar ayuda a través del conocimiento de las plantas y de una alimentación saludable para ganar salud”, concluye la médica.

 

 

El camino de Sara

 

 

Desde que era una niña disfrutaba estar con las plantas, jugar al aire libre y hacer perfume de menta. Años más tarde, ya recibida de médica generalista, y motivada por el interés que siempre le generó el saber popular, se sumergió en el mundo de las plantas que sanan, en el cuidado del medio ambiente y el respeto a los animales. “Trabajé en el sistema de Salud Pública de la provincia de Neuquén, en Las Lajas, Villa La Angostura y en Villa Traful.

 

 

Mi primer hijo nació en casa de una amiga comadrona, en libertad y en un ambiente amoroso y respetuoso. Renuncié al sistema de salud convencional y me mudé a Bariloche. Allí, mi sentir el naturismo se hizo fuerte, y así se afianzó mi camino. Sanarme, ayudar a sanar a mis hijos y ayudar a sanar a la comunidad donde vivo de la mano de las plantas y la Naturaleza toda es reconfortante”, relata Sara.