La fuerza de la costumbre
de Johann Wolfgang von Goethe

La fuerza de la costumbre

 

 

Autor: Johann Wolfgang von Goethe

 

¡Amé ya antes de ahora, mas ahora es cuando amo!

Antes era el esclavo; ahora el servidor soy.

De todos el esclavo en otro tiempo era;

a una beldad tan solo mi vasallaje doy;

que ella también me sirve, gustosa, a fuer de arnante,

¿cómo con otra alguna a complacerme voy?

 

¡Creer imaginaba, pero ahora es cuando creo!

Y aunque raro parezca y hasta vituperable,

a la creyente grey muy gustoso me adhiero;

que al través de mil fuertes duras contrariedades,

de muy graves apuros e inminentes peligros,

todo de pronto leve se me hizo y tolerable.

 

¡Comidas hacía antes, pero ahora es cuando como!

Buen humor y alegría bulléndome en el cuerpo,

al sentarme a la mesa todo pesar olvido.

Engulle aprisa el joven y se va de bureo;

a mí, en cambio, me place yantar en sitio alegre;

saboreo los manjares y en su olor me recreo.

 

¡Antaño bebí, hoy es cuando bebo a gusto!

El vino nos eleva, nos hace soberanos

y las lenguas esclavas desata y manumite.

Sí, sedante bebida no escatiméis, hermanos,

que si del rancio vino los toneles se agotan,

ya en la bodega el nuevo mosto se está enranciando.

 

La danza practiqué e hice su panegírico,

y en cuanto oía sonar la invitación al baile

ya estaba yo marcando mis honestas posturas.

Y aquel que muchas flores cortó primaverales,

por más que todas ellas a guardar no acertara,

siempre le queda, al menos, un ramo razonable.

 

¡Sus, y a la obra de nuevo! No pienses ni caviles;

que quien amar no sabe a las floridas rosas

solo encuentra después espinas que le pinchen.

Del sol, hoy como ayer, fulge la enorme antorcha;

de las cabezas bajas aléjate prudente,

y haz que tu vida empiece de nuevo a cada hora.