Pierdes el tiempo, muerte, en mi herida
de Francisco de Quevedo

Pierdes el tiempo, muerte, en mi herida

 

 

Autor: Francisco de Quevedo

 

Pierdes el tiempo, muerte, en mi herida,

pues quien no vive no padece muerte;

si has de acabar mi vida, has de volverte

a aquellos ojos, donde está mi vida.

 

Al sagrado en que habita retraída,

aun siendo sin piedad, no has de atreverte;

que serás vida, si llegase a verte,

y quedarás de ti desconocida.

 

Yo soy ceniza que sobró a la llama;

nada, dejó por consumir el fuego,

que en amoroso incendio se derrama.

 

Vuélvete al miserable, cuyo ruego,

por descansar en su dolor, te llama,

que lo que yo no tengo, no lo niego.