Fondos buitre: La Presidenta aseguró que "Argentina no va a defaultear
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Fondos buitre: La Presidenta aseguró que "Argentina no va a defaultear su deuda reestructurada"

 

 

17-06-2014 Fuente iprofesional. Por cadena nacional, Cristina Kirchner criticó el fallo de la Justicia norteamericana y lo calificó como una "extorsión". Dijo que la sentencia podría llevar a pagar más de u$s15.000 millones. No obstante, prometió "negociar" y pagar obligaciones al 92% de los acreedores que aceptaron el canje

 

En un mensaje transmitido por cadena nacional, la presidenta Cristina Kirchner confirmó este lunes por la noche que el país "va a cumplir con sus obligaciones" y que afrontará el pago a los bonistas que ingresaron al proceso de reestructuración de deuda, pero dejó en claro que "ningún presidente debe someter a su pueblo a semejante extorsión", al referirse al fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos en favor de los fondos buitre.

 

Acto seguido, la Jefa de Estado precisó que ya instruyó al Ministerio de Economía a llevar adelante "todas las estrategias necesarias para que todos los que han confiado en la Argentina (entrando en el canje de deuda) reciban su dinero", en referencia a los próximos vencimientos por unos 900 millones de dólares.

 

"Quiero dirigirme al 92% de los acreedores que creyeron en la Argentina.  La Argentina va a cumplir con sus obligaciones, no va a reestructurar su deuda defaulteada. Porque la vocación de la Argentina es pagar", afirmó tras conocerse la decisión de la Corte de EE.UU. de rechazar el pedido del Gobierno en el denominado Discovery Case.

 

"La Argentina ha demostrado una evidente voluntad de negociar. Hay que distinguir lo que es una negociación de una extorsión. Lo que no puede hacer ningún dirigente es someter a su pueblo a una extorsión semejante", agregó Cristina.

 

En tanto, la mandataria recordó que "hemos sido el único gobierno que no utilizó la bicicleta financiera para cumplir con su deuda".

 

La mandataria explicó que el juez estadounidense Thomas Griesa en primera instancia ordenó "pagar cash, en efectivo, un billete encima de otro" unos u$s1.500 millones al fondo de inversión NML, sobre un capital original de u$s428 millones.

 

Precisó que NML "adquirió bonos en 2008 por 48,7 millones de dólares" y que "el retorno agregado al 2014 es de 1.608%, en dólares". "Ni en el crimen organizado hay una tasa de retorno así en tan poco tiempo", acotó.

 

En este sentido, sostuvo que "es absurdo e imposible que un país destine más de la mitad de sus reservas al pago de deudas", al referirse al eventual caso de que el resto de los acreedores de la Argentina reclamen el mismo trato de los fondos buitre, tras el fallo Griesa.

 

"Si todos reclaman significaría pagarles 15.000 millones de dólares", advirtió.

 

Por otra parte, Cristina aseguró que "no nos sorprende" la decisión de la Corte de Estados Unidos, que rechazó considerar los pedidos de la Argentina contra la demanda de los denominados fondos buitres.

 

"El fallo no nos sorprende, yo esperaba este fallo", afirmó la Presidenta en su mensaje transmitido por cadena nacional.

 

La mandataria remarcó que este reclamo de los bonistas "no es un problema financiero ni jurídico" sino "la convalidación de un modelo de negocio que va a producir tragedias inimaginables".

 

"Se convalida una forma de dominación mundial financiera, donde ya no es necesario explotar a nadie, con la exclusión alcanza", añadió. "Basta que haya un gobierno que haga el megacanje para que estos negocios sigan proliferando", dijo.

 

Y al cierre de su discurso advirtió que "es obligación de todos los que tenemos responsabiliddes hacernos cargos de nuestras obligaciones, entre ellas, la de pagar a nuestros acreedores pero también, no ser extorsionados".

 

 

El peor de los escenarios

Contra todos los pronósticos, la Corte Suprema de Estados Unidos puso al país "entre la espada y la pared" y sus decisiones pegaron de lleno en la estrategia del equipo económico kirchnerista que busca volver a los mercados internacionales para pedir préstamos y venía cumpliendo los deberes como cerrar un acuerdo con el Club de París y pagarle a Repsol la indemnización por la expropiación del 51% de las acciones de YPF.

 

Es que este fallo de la Corte de EE.UU. genera que se levante el "stay" -freno para pagarle a los holdouts- y que los acreedores apelen a la cláusula Rufo.

 

Es que este fallo de la Corte de EE.UU. produce que se levante el "stay" -freno para pagarle a los holdouts-, por lo que genería un precedente para que los acreedores que no ingresaron a los canjes anteriores (2005 y 2010) reclamen también cobrar su deuda.

 

Argentina ya tiene dos fallos en contra, en primera y segunda instancia, en los Estados Unidos. De modo tal que se verá obligado a pagarle a los buitres antes de 2015.

 

Ante este nuevo panorama, si bien la Casa Rosada expresó su voluntad de pagar los compromisos, la mandataria afirmó que sería "absurdo que un país destine más del 50% de sus reservas a los acreedores". Por eso, se barajan algunos escenarios:

 

1. Pagar

Una opción es pagarles absolutamente todo a los demandantes, situación difícil de concretar, ya que sumaría el reclamo de los otros tenedores de deuda por una cifra diez veces mayor.

 

Cabe recordar que Cristina Kirchner ya dijo que no le darían trato preferencial a los holdouts y que el país no tiene los dólares suficientes para hacer frente a semejante ola de demandas.

 

2. Ganar algo de tiempo

Otra, es pedir un "alargue", solicitando que sea reconsiderado el veredicto adverso (pedido de rehearing).

 

En este caso, se contaría con 25 días para presentar la última apelación. Sin embargo, la Presidenta afirmó que al vencimiento -en junio- se van a pagar u$s900 millones para que "reciban su dinero aquellos a quienes nos comprometimos a pagárselo con seriedad y responsabilidad".

 

3. Negociar la deuda con los tenedores que no ingresaron en los canjes

La Argentina "tiene una opción para poder salir del problema: intentar acordar con algunos tenedores a través de una jurisdicción que no sea la de Nueva York", es la visión del abogado Eugenio Bruno.

 

No obstante, este proceso es sumamente engorroso. "Requiere un consentimiento del 85% del capital -con un mínimo de 66% en cada serie- y que la Corte de Apelaciones no bloquee este intento bajo la figura del desacato", aclara Bruno.

 

4. Pagar aun sin consentimiento

Otra alternativa es seguir pagándoles a los que habían aceptado la propuesta de canje inclusosin consentimiento.

 

Podría "pagar sin consentimiento lo que requiere la decisión de cobrar de parte de los acreedores, si bien los bonos quedarán vigentes en Nueva York", dicen desde el Estudio Garrido.

 

5. No pagar e ir a default

Este sería el camino menos probable a transitar, dado que la Presidenta dejó en claro que la intención de la Argentina es cumplir con sus obligaciones y sentarse a negociar con los tenedores de deuda, tal como solicitó hace días atrás el juez Thomas Griesa, magistrado que ahora tiene nuevamente en sus manos la llave para resolver el conflicto.

 

"Si la Argentina está de verdad en una condición financiera que no puede pagar todas sus obligaciones, ¿qué hace alguien de buena fe? Viene a los tribunales a negociar", señaló Griesa.

 

"No hay necesidad de hablar de catástrofe... Si la República hiciera un giro y actúa de buena fe, puede haber una negociación", agregó el juez hace dos semanas.

 

Por lo tanto, la vía de una solución consensuada toma fuerza. Aunque en el caso extremo de que la Argentina no llegue a una solución, la última alternativa que tendría el país -aunque ahora pierde un poco de fuerza- sería la de no pagar y declarar el default, por lo que se procedería proponer un nuevo canje de todos los bonos.

 

Es decir, de los originales (que mantienen en su poder los holdouts) y de los que fueron entregados a los que sí aceptaron los dos canjes previos (el 95%).

 

Los canjes anteriores

La que en 2005 se denominó "propuesta de Buenos Aires" se basó en una quita original del 75% que, en la práctica, resultó ser de entre el 63% y 45%.

 

A cambio de los títulos impagos, el Gobierno ofreció tres nuevos bonos:

 

• Bono Par: sin quita del capital original, con un interés inicial del 1,33% que subiría hasta alcanzar el 5,25%. El plazo de vencimiento es a 33 años (en el 2038).

 

• Bono Cuasi Par: incluía una reducción del 30% del capital, con un interés del 3,31%, ajustable por CER a 30 años de plazo.

 

• Bono Discount: implicaba una quita del 66%, con un interés del 8,28% y un plazo de 28 años (vencimiento en el 2033).

 

A estos se sumaron los cupones atados al PBI, que pagan renta en función del crecimiento de la actividad económica del país.

 

Como resultado, se renegoció el 76% del monto adeudado, por un total de u$s62.500 millones de valor nominal, canjeados por nuevos títulos por un valor (nominal) equivalente a u$s35.300 millones.

 

Una vez concluida la reestructuración, el Congreso sancionó la ley 26.017 o "Ley cerrojo" por la que se prohibió al Poder Ejecutivo reabrir el proceso de negociación.

 

Esto implicaba que la oferta no podía ser modificada o mejorada. Tampoco sería permitido efectuar cualquier transacción judicial, extrajudicial o privada.

 

Posteriormente, en abril de 2010, se lanzó el segundo canje. La oferta final indicaba que Argentina terminaría pagando u$s10.500 millones en lugar de los u$s20.000 millones que se adeudaban.

 

 

Un pasado y presente llamado Griesa

Cabe recordar que el juez Thomas Griesa, de la Corte de Apelaciones del Segundo Distrito de Nueva York, ya había ordenando al Gobierno argentino, en noviembre de 2012, pagarle a todos sus acreedores, más allá de si estos habían aceptado o no reestructurar su deuda.

 

El magistrado convalidó la posición de los fondos buitre respecto a que la Argentina violó la cláusula de "igual tratamiento" (pari passu), al ignorar a los bonistas que no entraron al canje.

 

Su polémico fallo se basó, curiosamente, en una cláusula incluida en las condiciones de emisión de los bonos en el año 1994, según las cuales, todos los acreedores deberían ser tratados en pie de igualdad.

 

Es decir, establece que "ninguna oferta posterior podría ser mejor que las anteriores". En consecuencia, una reestructuración sólo sería posible si todos los acreedores muestran su conformidad.

 

En abril de 2013, los holdout rechazaron la propuesta argentina para cancelar la deuda y exigieron que se les abone la totalidad de los u$s1.300 millones.

 

El "pedido a Dios" de Cristina

Hace casi un año atrás, la jefa de Estado había pedido por cadena nacional "que Dios ilumine" a la Corte de los Estados Unidos, en ocasión de referirse a los bonistas y frente a una decisión adversa que había dado la justicia de ese país.

 

En efecto, el 26 de agosto del 2013, en respuesta a una decisión judicial norteamericana contraria a los intereses de la Argentina, la Presidenta había anunciado el envío al Congreso de un proyecto de ley para reabrir por tercera vez el canje de deuda y el reemplazo de los bonos emitidos con legislación de ese país por otros con norma local, para evitar posibles embargos.

 

En aquel mensaje, la mandataria calificó como "injusta" la decisión de la justicia de Estados Unidos y advirtió que en lugar de calificar al país de "deudor recalcitrante", debería considerarlo un "pagador serial", por los 173.733 millones de dólares que se abonaron desde el 2003 cuando Néstor Kirchner había llegado a la Presidencia.

 

"Le pedimos a Dios que ilumine a la Corte de los Estados de Unidos porque invalidaría los canjes", afirmó Fernández de Kirchner en aquella oportunidad.  Y señaló: "no podemos como país tener una espada de Damocles encima y que alguien tome una decisión que haga caer los canjes".