Llevaba 288 kilos de cocaína en el baúl y el asiento de un taxi.
Droga

Llevaba 288 kilos de cocaína en el baúl y el asiento de un taxi.

 

 

(26/12/2014) - La Nacion

 

La secuestraron en un garaje, cuando el chofer del auto de alquiler se iba a reunir con los compradores; la droga iba a Europa; allí cuesta ? 8.640.000; hay tres sospechosos detenidos.

 

Quizá pensó que en las vísperas de Nochebuena y de Navidad no iba a haber controles policiales. Entonces cargó los 288 ladrillos de cocaína en el baúl y en el asiento trasero del taxi, sin ningún método de ocultamiento. Y salió a las calles con la tranquilidad de que nada le iba a suceder.

 

Pero se equivocó: él y los supuestos compradores de los estupefacientes fueron detenidos en el barrio de Flores, antes de que se concretara la operación narcocriminal. Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes de la investigación. Según informó el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, los 288 ladrillos de cocaína, envueltos en globos para piñatas y que cada uno pesaba aproximadamente un kilo, tenían como destino final a algún país de Europa, donde la cocaína tiene un valor de 30.000 euros el kilo.

 

Es decir que el cargamento secuestrado en Flores tiene un valor en el mercado europeo de 8.640.000 euros, según explicaron a la nacion fuentes con acceso al expediente. Berni estuvo anteayer presente en el garaje de Ramón Falcón 2745, donde se secuestró la droga. Fue acompañado por el jefe de la Policía Federal, comisario general Román Di Santo, y el superintendente de Drogas Peligrosas de la fuerza de seguridad, comisario mayor Néstor Roncaglia. La investigación, a cargo del juez federal Luis Rodríguez, se precipitó en las últimas horas, cuando los detectives policiales se enteraron de que se iba a hacer la entrega de la droga a cambio de dinero.

 

"Pero como se sabía que los compradores iban a pagar con dinero falso, ante la posibilidad de un enfrentamiento armado, se decidió interrumpir el pasamanos", sostuvo a LA NACION una calificada fuente de la investigación. No se equivocaban los detectives. Los compradores, uno con antecedentes por estafa y otro que llegó especialmente de Córdoba para la operación, no tenían el dinero que debían entregar a cambio de la droga: 1.440.000 dólares, 5000 por kilo.

 

En el maletín que llevaban había sólo un par de billetes de la moneda estadounidense, la gran parte del espacio la ocupaban papeles de diario y guías telefónicas para simular el peso deseado. Así también lo explicó Berni después del procedimiento: "La droga iba a pasar de manos, pero no de forma limpia. Iba a haber un enfrentamiento. Entonces se decidió intervenir de forma rápida".Estacionado con llavesSegún pudo saber LA NACION de fuentes de la causa, el chofer del taxi, marca Chevrolet modelo Spin, iba a dejar las llaves puestas y se iba a retirar del garaje para encontrarse con los compradores en un bar de la zona comercial de Flores.Pero el conductor del taxi y los compradores nunca se encontraron.

 

La Policía Federal detuvo al chofer en el garaje y secuestró la droga."Era extraño cómo llevaba la cocaína en el taxi: no había ningún método de ocultamiento. Los 288 ladrillos de cocaína estaban distribuidos entre el asiento trasero y el baúl. Quizá se sentía seguro al pensar que en las vísperas de Nochebuena y de Navidad no se iba a cruzar con ningún control policial, pero no sabía que era seguido por una comitiva policial", explicó a LA NACION una calificada fuente de la pesquisa.Según agregó el informante, cada ladrillo tenía escrita la leyenda "power".

 

Se trata de la marca de la droga, que asegura la alta calidad solicitada por los compradores. Ahora los investigadores intentarán determinar cómo llegó el origen de los estupefacientes y cómo llegó hasta el taxi.Según un experimentado detective, que los ladrillos de cocaína hayan sido envueltos en globos para piñata es un claro indicio de que la droga tenía como destino final Europa y no era para ser vendida en el mercado interno. "Las grandes cargas de cocaína descubiertas a punto de ser sacadas del país para llevarlas a Europa son recubiertas con globos para evitar que despidan algún olor extraño", sostuvo una fuente del caso.El auto de alquiler y la licencia, según fuentes de la investigación, están a nombre de una mujer de nacionalidad peruana.

 

"Se investigará a la propietaria del taxi para determinar si tiene relación con la carga secuestrada", agregaron los informantes consultados.Después, los detectives policiales hicieron un rastrillaje en la zona para hallar a los dos compradores de la droga. Los encontraron y la sorpresa fue mayor cuando abrieron el maletín que llevaban los sospechosos: simulaban tener en la valija 28 fajos de 10.000 cada uno, pero todo era una farsa.Los compradores habían llenado el maletín con el denominado "toco mocho": sólo dos billetes verdaderos uno arriba y otro bajo, el resto del fajo estaba relleno con papel de diario."Como la entrega iba a ser en un lugar público, los compradores especularon con que el conductor del taxi no se iba a poner a contar todos los fajos que simulaban ser billetes de dólares", explicó un investigador del caso.