Preocupa al sindicalismo el avance de las drogas en el país
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Preocupa al sindicalismo el avance de las drogas en el país

 

 

27/10/2014 Fuente lanacion. El padre "Pepe" Di Paola se reunió con los trabajadores del gremio del plástico, que transmitieron inquietudes y mucho malestar

 

Entre los sindicalistas las preocupaciones no son sólo por cuestiones gremiales como la obra social, el sueldo o la capacitación. También el avance de las drogas es un tema de alerta en los gremios. Al menos así quedó demostrado el viernes último durante el encuentro mensual que la comisión directiva de la Unión Obreros y Empleados Plásticos (Uoyep) mantuvo con unos 800 delegados y secretarios de la ciudad y del Gran Buenos Aires.

 

"Tengo un compañero que cada vez que cobra la quincena consume drogas y se pasa de rosca y falta dos o tres días al trabajo. Cada vez está más complicado y me pidió ayuda porque le da pánico perder a su familia y su trabajo. Quería saber cómo ayudarlo", preguntó uno de los delegados al padre José María "Pepe" Di Paola, coordinador de la Comisión Nacional de Drogadependencia de la Conferencia Episcopal Argentina.

 

Invitado por la Uoyep para contar el trabajo del cura villero ante los gremialistas reunidos en el centro recreativo que tiene ese sindicato en Esteban Echeverría, Di Paola provocó un diálogo inusual en este tipo de encuentros.

 

"Esta charla sirvió a nuestros delegados porque se habló mucho de la drogadependencia, y muchos pueden tener ese problema instalado dentro de su casa o conocer a alguien a quien quieren ayudar", dijo a LA NACION al término del encuentro el secretario adjunto de la Uoyep, Domingo Barrios.

 

Di Paola respondió a la inquietud sobre la urbanización de las villas, rechazó la despenalización del consumo -"porque el rostro de exclusión de la Argentina muestra que no está preparada"- y enfatizó dos planteos que, dijo, están al alcance de todos. "Uno es el trabajo de prevención. Proponerse llegar antes de que sea demasiado tarde. A veces negamos una realidad de un hijo, un nieto o un sobrino y cuando nos queremos dar cuenta el pibe ya está bastante comprometido y resulta más difícil sacarlo. Por eso es importante mantener lo que llamamos el círculo virtuoso de los chicos: la escuela, el club o el potrero, la parroquia o el culto. Por otro lado, es importante saber que hay salida para las adicciones", dijo.

 

El secretario general del gremio del plástico, Alberto Murúa, dijo a LA NACION sobre el encuentro: "Fue muy útil. A veces nosotros tocamos de oído. Creo que la gente ahora entendió cómo se puede ayudar, y fundamentalmente cómo los gremios podemos ayudar en esta situación". Y continuó: "Como gremio tenemos que trabajar con la juventud y tenemos que empezar a hacer una contención. No lo hicimos hasta ahora y tenemos que empezar a hacerlo. El padre Pepe nos puede indicar cómo encaminarnos, porque a veces uno quiere ayudar y en vez de echar agua echa más nafta al fuego. Diría que si con mis delegados teníamos un problema de apéndice trajimos al mejor cirujano de apéndices"..