Museo del Louvre
BiografĂ­a

Museo del Louvre. De interés general

 

 

Fuente Wikipedia. El Museo del Louvre (en francés: Musée du Louvre) es el museo nacional de Francia consagrado al arte anterior al impresionismo, tanto bellas artes como arqueología y artes decorativas. Es uno de los más importantes del mundo. Está ubicado en París (Francia), en el antiguo palacio real del Louvre, y actualmente promueve dos subsedes, en Lens (Francia) y en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos).

 

Sus extensas colecciones son el resultado de un doble esfuerzo histórico. Al coleccionismo desarrollado por la monarquía francesa a lo largo de varios siglos, se sumó el esfuerzo de los hombres de la Ilustración, la labor desamortizadora de la Revolución francesa y las campañas arqueológicas y compras impulsadas durante todo el siglo XIX. La apertura del Louvre en 1793 significó, dentro de la historia de los museos, el traspaso de las colecciones privadas de las clases dirigentes (monarquía, aristocracia e Iglesia) a galerías de propiedad pública para disfrute del conjunto de la sociedad. Por ello el Louvre constituyó el precedente de todos los grandes museos nacionales europeos y norteamericanos, y de hecho fue el modelo para muchos de ellos. Es el museo de arte más visitado del mundo, muy famoso por sus obras maestras, especialmente La Gioconda de Leonardo da Vinci.

 

Historia del edificio

 

Artículo principal: Palacio del Louvre.

 

El edificio que alberga el museo desde su fundación es el viejo castillo del Louvre, luego reconvertido en palacio real. Su origen se remonta al siglo XII, y fue embellecido con ampliaciones renacentistas y otras más tardías. En este edificio acumuló el rey Carlos V sus colecciones artísticas. Los posteriores monarcas Francisco I y Enrique II planearon reformas para hacer de él una verdadera residencia real renacentista.

 

Fue la reina Catalina de Médicis la que esbozó el proyecto que hizo del Louvre el gran palacio que es actualmente, labores que continuó Enrique IV después de las guerras de religión. En sus mejoras arquitectónicas y decorativas han intervenido múltiples artistas a lo largo de varios siglos, desde Claude Perrault y los pintores Simon Vouet y Charles Le Brun en el XVII hasta Delacroix y Georges Braque, quienes pintaron algunos de sus techos.

 

 

Restos de la fortaleza original sobre la que se construyó el palacio.

 

La construcción del Palacio de Versalles, agilizada bajo el reinado de Luis XIV, hizo que el Louvre quedara desocupado por la familia real a finales del siglo XVII, y por ello se instalaron en él, ya en el siglo XVIII, la Academia Francesa y después las restantes academias. Allí se celebraron exposiciones anuales de la Real Academia de Pintura y Escultura.

 

Tras la Revolución francesa que implicó la abolición de la monarquía, el Palacio del Louvre fue destinado (por decreto de mayo de 1791) a funciones artísticas y científicas, concentrándose en él al año siguiente las colecciones de la corona. Parte del Louvre se abrió por primera vez al público como museo el 8 de noviembre de 1793. Ésta era una solución lógica, habida cuenta de que estaba ocupado por las academias y porque, ya en 1778, se había elaborado el proyecto de utilizar su Gran Galería como pinacoteca. Lo novedoso de la medida fue que se nacionalizaban bienes de propiedad real, y que el acceso era libre pues no se limitaba al público culto ni se regulaba mediante visitas concertadas, como sí ocurría en los Uffizi y en el Museo del Prado durante sus primeros años.

 

El edificio del Louvre estuvo unido al palacio de las Tullerías (la traducción correcta es Palacio de las Tejeras) formando un solo conjunto hasta 1870, cuando este último fue destruido en los hechos de la Comuna de París. Los tesoros artísticos de las Tullerías se perdieron en el incendio del palacio, cuyas ruinas fueron demolidas; desde entonces, el Louvre domina el gran parque abierto en dicho solar.

 

El enorme museo, cuyas salas y pasillos marcan un recorrido de varios kilómetros, fue sometido a una ambiciosa modernización en la década de 1980, cuyo elemento más visible fue la pirámide de cristal. Fue diseñada por el arquitecto Ieoh Ming Pei e inaugurada en 1989 para centralizar el acceso de los visitantes, que descienden por ella a un recibidor subterráneo por el que se accede a las diversas salas del museo.

 

A pesar de tal modernización, varios sectores del Louvre seguían ocupados por organismos públicos, y sólo en fecha reciente se han desalojado y adaptado como salas de exposición. En marzo de 2004 se anunció la apertura de una nueva ala dedicada al arte del Islam: para su diseño se convocó un concurso internacional en 2005 y se inauguró en 2008, con una inversión de 50 millones de euros. Sin embargo, el despliegue de las colecciones islámicas prosiguió con una ampliación mayor, subterránea, inaugurada en 2012 y que se corona por una singular cubierta en forma de alfombra voladora. Estas salas contaron con el patrocinio de países y magnates islámicos, deseosos de favorecer la difusión de su cultura en Europa.

 

Gracias al atractivo de sus ricas colecciones y al turismo que fluye anualmente por París, el Louvre se mantiene entre los museos más visitados del mundo; a lo largo del año 2009 recibió 8,5 millones de visitas.

 

 

El patio del Museo del Louvre por la noche, con la Pirámide mostrada en el centro.

Colecciones

 

El Museo del Louvre refleja el papel protagonista de Francia como potencia económica y cultural de Europa, y recoge los mejores frutos de la actividad coleccionista y de mecenazgo promovida por sus clases dirigentes a lo largo de varios siglos. Gracias al poder de la Dinastía Borbón y de Napoleón Bonaparte, a campañas arqueológicas y a posteriores adquisiciones, cuenta actualmente con diferentes colecciones de obras de arte provenientes de civilizaciones, culturas y épocas variadas. Contiene alrededor de 445.000 piezas, de las que sólo 35.000 están expuestas.

 

A pesar de las múltiples ampliaciones y reformas, el Louvre mantiene almacenado un gran porcentaje de sus colecciones, lo que explica la apertura de una segunda sede en Lens, cerca de la frontera con Bélgica. Esta ciudad se hallaba económicamente deprimida por una crisis industrial, y la apertura del Musée Louvre-Lens en diciembre de 2012, con unas 600 obras, promete asegurarle un estimable flujo turístico. Así mismo, el Louvre ha accedido a dar su nombre a una segunda delegación, ésta en el extranjero: el museo Louvre Abu Dabi en Emiratos Árabes Unidos.

 

A cambio de una suma cercana a 1.300 millones de dólares, la institución ha suscrito un acuerdo de treinta años de duración, según el cual aportará su nombre, obras de arte y asesoramiento a un museo de nueva construcción diseñado por Jean Nouvel. Este acuerdo permitirá exhibir obras que permanecían almacenadas, además de captar fondos para el mantenimiento del edificio del Louvre y para la recuperación de una parte de su Pabellón de Flora. Imita en cierta manera la fórmula de museos-sucursales instaurada por la Fundación Guggenheim, y ha sido muy cuestionado en la misma Francia.

 

 

Esfinges del dromos del Serapeum de Saqqara. Museo del Louvre.

 

Las colecciones del Louvre provienen de diversos orígenes:

 

Las colecciones reales. Los monarcas franceses mostraron, ya desde el siglo XIV, afición por adquirir obras de arte, debiendo destacarse la labor de Francisco I, quien protegió a Leonardo da Vinci en sus últimos años. Con todo, la colección real era relativamente pequeña hasta que Luis XIV adquirió las colecciones del banquero Jabach y del cardenal Mazarino. Luis XV adquirió la colección del príncipe de Carignan, y Luis XVI, cuadros de las escuelas flamenca y holandesa.

 

La revolución francesa significó la obtención de obras de arte para el estado por diversos caminos: la supresión de las órdenes monásticas, la desafectación de las iglesias y el abandono de bienes por la nobleza huida. También, entre 1794 y 1795, llegaron obras requisadas por el ejército revolucionario en Bélgica y Holanda.

 

Las guerras napoleónicas significaron un notable incremento de las colecciones del Louvre, rebautizado como Museo Napoleón, pues los ejércitos requisaron obras en los distintos países invadidos. Muchas de estas obras tuvieron que devolverse al caer el régimen napoleónico, pero algunas muy importantes quedaron en el Louvre, como Las bodas de Caná de Veronés. En 1801 la firma del Concordato obligó a devolver a las iglesias obras religiosas.

 

Durante los siglos XIX y XX, la colección se incrementó mediante donaciones de coleccionistas privados, así como por una política de adquisiciones que se ha centrado especialmente en la escuela francesa, que estaba representada de manera incompleta de acuerdo al gusto de los sucesivos reyes. Muchas obras medievales, del rococó y del romanticismo llegaron poco antes de 1900. El fondo de pintura medieval italiana creció sustancialmente gracias a que Napoleón III compró la Colección Campana, propiedad del financiero italiano del mismo apellido.

 

Parte de ella se halla depositada en el Petit Palais de Aviñón. Entre las donaciones, cabe destacar el legado del difunto coleccionista Louis La Caze, que aportó en 1869 la Betsabé de Rembrandt y El patizambo de José de Ribera, y en 1935 la del Baron Edmond de Rothschild (1845–1934), con más de 40.000 grabados, casi 3.000 dibujos y 500 libros ilustrados. En fecha reciente, el diseñador Yves Saint Laurent legó un importante retrato de Goya al Louvre.

 

De acuerdo a una ordenación cronológica de las colecciones nacionales, el Louvre muestra obras de arte anteriores a 1848. Casi todas las obras del siglo XIX avanzado, desde el realismo (Courbet) hasta el impresionismo y Toulouse-Lautrec, fueron transferidas al Museo de Orsay, y el arte moderno y contemporáneo se exhibe en el Centro Pompidou.

 

Pintura occidental

 

El Louvre alberga varias de las obras maestras del arte universal, que han alcanzado la categoría de icono y que son reconocidas instantáneamente en cualquier lugar del planeta. Aquí se encuentra la Gioconda, acaso la pintura más célebre, debida a Leonardo Da Vinci, así como la Virgen del Canciller Rolin de Jan van Eyck, La encajera de Vermeer, la serie de grandes pinturas de La Vida de María de Médicis de Rubens, La coronación de Napoleón de Jacques-Louis David y La Libertad guiando al pueblo de Delacroix.

 

Además de las citadas obras maestras, podemos encontrar en el Louvre muchas más obras de autores muy conocidos. El fondo de pintura francesa es colosal, con la mayor colección de obras de Poussin y que abarca un panorama desde la Edad Media hasta Ingres y Géricault. Hay que mencionar el Retrato de Luis XIV de Rigaud, Peregrinación a la isla de Citera y Gilles de Watteau, La gran odalisca de Ingres, La balsa de la Medusa de Géricault y La muerte de Sardanápalo de Delacroix.

 

Sobresale la pintura italiana, con abundantes ejemplos desde Cimabue, Giotto, Fra Angelico (La Coronación de la Virgen), Andrea Mantegna y Paolo Uccello (La Batalla de San Romano) hasta Caravaggio (La muerte de la Virgen), Guido Reni... El repertorio del Renacimiento es singularmente rico, con el conjunto más valioso de Leonardo da Vinci (La Gioconda, La Virgen de las Rocas, San Juan Bautista...) y varias obras de Rafael Sanzio, Tiziano, Andrea del Sarto...

 

El fondo de los Países Bajos no es demasiado extenso, aunque incluye ejemplos de primer orden desde Jan van Eyck, Rogier van der Weyden y Hans Memling hasta Rubens y Van Dyck. El repertorio holandés brilla con Rembrandt (El buey desollado), Frans Hals (La gitana) y Vermeer, con la famosa Encajera y El astrónomo. Entre las contadas muestras alemanas, destaca un Autorretrato de Durero, y las salas de pintura española incluyen a Zurbarán, Murillo, José de Ribera (El patizambo), Goya... Tristemente, ninguno de los cuadros que se asignaban a Velázquez son suyos.

 

Además de obras de arte, el Louvre tiene una amplia colección de muebles, siendo el objeto más espectacular de esta colección el Bureau du Roi del siglo XVIII, hoy devuelto al Palacio de Versalles.

 

Escultura

 

No menos relevantes son las colecciones de escultura, que abarcan desde las civilizaciones antiguas de Mesopotamia y Egipto hasta el neoclásico (Antonio Canova).

 

Incluyen obras legendarias como los gigantescos toros alados de Mesopotamia, el Código de Hammurabi, la Venus de Milo, la Victoria de Samotracia o El escriba sentado, de la V dinastía de Egipto. El Louvre cuenta también con un fragmento de friso del Partenón de Atenas. La presencia de estas esculturas fuera de sus lugares de origen, en muchos casos obtenidas por expolio o compras dudosas, ha provocado tensiones entre los franceses y los países afectados, Italia, Grecia y Egipto entre otros. Con todo, hay que reconocer que el hallazgo y envío de tales obras al Louvre garantizó su conservación y difusión masiva.

 

La escultura de la Edad Media tiene por principal joya la Tumba de Philippe Pot, con el sarcófago sostenido por inquietantes figuras de vestiduras negras. Junto con un relieve de Donatello, destacan el Esclavo moribundo y el Esclavo rebelde de Miguel Ángel y La ninfa de Fontainebleau, que le fue encargada a Benvenuto Cellini por Francisco I.

 

Antigüedades orientales

 

El departamento de antigüedades orientales conserva objetos de la región situada entre la actual India y el Mar Mediterráneo. Desde el Neolítico, numerosas civilizaciones se han sucedido en esta zona, donde se observa la aparición de una administración política, militar y religiosa. Es igualmente la cuna de la escritura, que hizo aparición alrededor del 3300 a. C. en Uruk, Mesopotamia. El museo del Louvre dispone de tres colecciones relevantes en este departamento, organizadas según los conjuntos geográficos y culturales:

Mesopotamia (Sumeria, Babilonia, Asiria, Anatolia...), con el Código de Hammurabi como principal joya.

Antiguo Irán.

 

Países de Levante (costa sirio-palestina, Chipre).

 

Artes del Islam

 

Este departamento, creado en otoño de 2003, reagrupa las colecciones provenientes del área situada entre España y la India y datan del origen de la civilización islámica (622) hasta el siglo XIX.

Aquí se encuentran muchas joyas del arte islámico: como el Píxide de Al-Mughira, una caja de marfil del año 968 elaborada en el califato de Córdoba; Le Plat au Paon, una importante cerámica otomana, y sobre todo el Baptisterio de San Luis, una de las más célebres y enigmáticas piezas de este arte, creada por Muhammad ibn al-Zayn a comienzos del siglo XIV. También es destacable el material de las excavaciones en Susa (Irán), en las que el museo participó.

 

El museo pronto tuvo que doblar el espacio dedicado al arte islámico para mostrar al menos 3005 obras.

 

Obras destacadas

 

Siglos XIII al XV

 

Madonna con ángeles, Cimabue, h. 1270

 

 

Retrato de Juan II el Bueno, anónimo, h. 1350

 

 

Virgen del canciller Rolin, Jan van Eyck, h. 1435

 

 

Autorretrato, Durero, 1493

 

Madonna con ángeles, Cimabue (h. 1270).

San Francisco de Asís recibe los estigmas, Giotto (h. 1290–1300).

Retrato de Juan II el Bueno, anónimo (h. 1350). Adquirido por Luis XV, parte de las colecciones reales.

Virgen del canciller Rolin, Jan van Eyck (h. 1435). Tomada en la Revolución francesa (1796).

Retrato de Carlos VII, Jean Fouquet (1445–1448). Comprado en 1838.

Il condottiere, Antonello da Messina (1475). Comprado en 1865.

La batalla de San Romano, Paolo Uccello (1456).

San Sebastián, de Andrea Mantegna (1480).

La nave de los locos, el Bosco (1490–1500).

Autorretrato, Alberto Durero (1493). Comprado en 1922.

Renacimiento

 

La Gioconda, Leonardo da Vinci

 

La Virgen, el Niño Jesús y santa Ana, Leonardo da Vinci

 

 

Retrato de Baltasar Castiglione, Rafael

 

 

Las bodas de Caná, el Veronés

 

La Virgen de las Rocas, Leonardo da Vinci (1483–1486).

La Gioconda, Leonardo da Vinci (1503–1506), adquirida por Francisco I en 1519.

La Virgen, el Niño Jesús y santa Ana, Leonardo da Vinci (1508).

La bella jardinera, Rafael Sanzio (1508). Perteneció a las colecciones reales, y fue adquirida por Francisco I.

Retrato de Baltasar Castiglione, Rafael (h. 1515), adquirido por Luis XIV del patrimonio del Cardenal Mazarino.

Las bodas de Caná, Paolo Veronese (1562–1563). Colgaba a dos metros y medio del suelo en el monasterio de San Giorgio Maggiore, Venecia, hasta que fue saqueado por las tropas napoleónicas en 1797.

 

Siglo XVII

 

Carlos I de Inglaterra, Van Dyck, 1635

 

 

Et in Arcadia ego, Nicolas Poussin, 1637–1638

 

 

Betsabé en el baño, Rembrandt, 1654

 

 

Exvoto de 1662, Philippe de Champaigne, 1662

 

Carlos I de Inglaterra, sir Anthony van Dyck (1635).

Naturaleza muerta, Willem Heda (1637).

San José carpintero, Georges de la Tour (1642), donado en 1948.

El pie varo, José de Ribera (1642), adquirido en 1869.

Los peregrinos de Emaús, Rembrandt (1648), cogido durante la Revolución francesa en 1793.

Niño mendigo, Murillo (h. 1650), comprado por Louis XVI alrededor de 1782.

Betsabé en el baño, Rembrandt (1654), adquirido en 1869.

El buey desollado, Rembrandt (1655), adquirido en 1857.

Exvoto de 1662, Philippe de Champaigne (1662), cogido durante la Revolución francesa en 1793.

La encajera, Johannes Vermeer (1669–1670), comprado en 1870.

Et in Arcadia ego, Nicolas Poussin (1637–1638).

Siglo XVIII

 

Retrato de Luis XIV, Rigaud, 1701

 

 

 

Embarque para Citerea (detalle), Watteau, 1717

 

 

 

Bodegón con gato y raya, Chardin, 1728

 

 

 

Retrato de la condesa del Carpio, Goya, 1794–1795

 

Retrato de Luis XIV, Hyacinthe Rigaud (1701).

Embarque para Citerea, Antoine Watteau (1717).

Bodegón con gato y raya, Jean Siméon Chardin (1728).

Juramento de los Horacios, Jacques-Louis David (1784).

Master Hare, Joshua Reynolds (1788–1789).

Retrato de la condesa del Carpio, Francisco de Goya (1794–1795).

Siglo XIX

 

Bonaparte visitando a los apestados de Jaffa, Gros, 1804

 

 

 

La balsa de la Medusa, Géricault, 1819

 

 

 

La libertad guiando al pueblo, Delacroix, 1830

 

 

 

Las dos hermanas, Chassériau, 1843

 

Bonaparte visitando a los apestados de Jaffa, Antoine-Jean Gros (1804).

La balsa de la Medusa, Théodore Géricault (1819).

Puente de Narni, Camille Corot (1826).

Muerte de Isabel I de Inglaterra, Paul Delaroche (1828).

La Libertad guiando al pueblo, Eugène Delacroix (1830).

Las dos hermanas, Théodore Chassériau (1843).

El baño turco, Jean Auguste Dominique Ingres (1862).

Esculturas

 

El escriba sentado, del Antiguo Egipto.

 

 

 

Venus de Milo, de la Antigua Grecia.

 

 

 

Victoria alada de Samotracia.

 

 

 

Psique reanimada por el beso del amor, Canova.

 

 

 

African Art: Yombe-sculpture, 19th century

 

El escriba sentado, autor anónimo (2480–2350 a. C.).

Código de Hammurabi, de Mesopotamia (1760 a. C.).

Venus de Milo, autor anónimo.

Victoria alada de Samotracia, probablemente Pithókritos de Rodas (h. 190 a. C.).

Psique reanimada por el beso del amor, Antonio Canova, escultura del año 1797.

 

El Louvre en la cultura

 

Literatura

 

L'Assommoir, novela de Émile Zola (1877).

 

El código Da Vinci, novela de Dan Brown.

 

Cine

 

La ciudad Louvre (La ville Louvre, Nicolas Philibert, 1990), documental.

Banda aparte (Bande à part, Jean-Luc Godard, 1964), ficción.

Belphégor, el fantasma del Louvre (Belphégor, le fantôme du Louvre, Jean-Paul Salomé, 2000), ficción.

Soñadores (The Dreamers / I sognatori), Bernardo Bertolucci, 2003, ficción.

El código Da Vinci, Ron Howard, 2006, ficción.

2012, Roland Emmerich, 2009, ficción.

 

 

Fuente mundocity. El Museo del Louvre es el museo más grande de Paris y el tercero del mundo en cuanto a superficie, con 160.000 metros cuadrados, de los cuales algo más de 58.000 fueron consagrados a exposiciones. Situado en el 1r. Distrito, en el corazón de París, es también uno de los museos más antiguos del mundo.

Los orígenes del Palacio del Louvre se remontan a la Edad Media.

 

El rey Felipe Augusto, quien reinó durante 43 años, desde 1180 a 1223, había dotado a la ciudad, entonces la más importante y poderosa del continente, de una gran muralla protectora. Hacia 1190 vio la necesidad de reforzar esta muralla con la construcción de un castillo-fuerte, el típico castillo medival rodeado de fosas con una torre, la Grosse Tour du Louvre, para custodiar las puertas de París amenazada por el peligro anglo-normando.

 

La ciudad siguió creciendo fuera de la muralla y Carlos V impulsó hacia 1356 la construcción de una nueva, por lo cual la antigua fortificación de Felipe Augusto quedó obsoleta. Hacia 1364, el castillo pasa a ser la suntuosa residencia real de Carlos V. Tras la muerte de Carlos VI, el castillo permanece adormecido hasta que Francisco I decide fijar su residencia en él. En 1528 la Grosse Tour fue destruida, dando paso el castillo medieval a un nuevo palacio renacentista.

 

A partir de 1546, de la mano de Pierre Lescot, comenzó la transformación de la antigua fortaleza en una lujosa residencia real, demoliendo las construcciones antiguas y construyendo nuevas alas, trabajos que continuaron bajo los reinados de Enrique II y Enrique IV. Hacia 1564, Catalina de Médicis, viuda de Enrique II, decide la construcción del Palacio de Tullerías, al oeste. En 1566 se comienza la construcción de una galería para reunir el Louvre con el palacio de Tullerías, proyecto conocido como "Grand Dessein". A la muerte de Enrique IV las obras quedaron inacabadas; su joven sucesor, Luis XIII, se ocupará tardiamente del Louvre, y en 1678, cuando Luis XIV eligió el Palacio de Versalles como residencia real, se detuvieron todas las obras.

 

No obstante, en 1692 Luis XIV ordenó la instalación de esculturas antiguas en la sala de las Cariátides. El palacio fue ocupado por la Academia Real de Pintura y Escultura y en 1699 se organizó la primera de una serie de exposiciones que atrajo a multitudes. En 1756, Luis XV retoma los trabajos inconclusos de Luis XIV y el palacio adquirió el aspecto que vemos actualmente. En 1791 se decretó que el Louvre sería consagrado a "la reunión de todos los monumentos de las ciencias y las artes". En 1793 se inauguró el Museo del Louvre, que en un principio recibía público solamente los domingos.

 

En la época del Imperio pasó a llamarse Museo Napoleón. Las obras acumuladas, tomadas de los lugares conquistados, hicieron del museo el más grande del mundo. A la caida de Napoleón en 1815, las naciones invadidas recuperaron sus obras y el museo fue desmantelado. Entre 1806 y 1808 se había construido frente al Louvre el Arco de Triunfo del Carrousel, decorado con bajorrelieves y estatuas en honor de la armada victoriosa de Napoleón. En lo alto se ubicaron caballos de bronce antiguos tomados de la plaza de San Marcos de Venecia; también fueron devueltos en 1815.

 

 El Arco del Carrousel

 

A partir de entonces y hasta mediados de siglo, en pro de recuperar y reorganizar el museo, se fueron creando y arreglando nuevas salas: En 1826 se inaugura la sección de antigüedades egipcias, a cargo del descubridor de los principios de la escritura jeroglífica, Jean-François Champollion, se crea en 1827 el Museo de la Marina, así como la Galería española Luis Felipe entre 1838 y 1848, y los museos asirio, mexicano, argelino y etnológico.

 

Napoleón III completa entre 1857 y 1861 los trabajos que reunen el Louvre a las Tullerías. En 1871, en los últimos días de la Comuna, el palacio de las Tullerías, símbolo de la monarquía, fue incendiado y también parte del palacio del Louvre. Hubo que efectuar reconstrucciones, pero las Tullerías no se recuperaron jamás y finalmente se decidió arrasarlas en 1882.

 

Con el incendio de las Tullerías nace una nueva época para el Louvre; deja definitivamente de ser residencia del poder político para dedicarse casi exclusivamente a la actividad cultural.

Entre 1939 y 1945, durante la Guerra Mundial, fue necesario evacuar y cerrar el museo y muchísimas obras fueron transferidas a diferentes lugares, especialmente a castillos como el de Chambort. Sin embargo el museo reabrió sus puertas en 1940 en plena ocupación nazi.

 

A partir de 1926, Henri Verne, entonces director de Museos Nacionales, había puesto en marcha un gran plan de reestructuración del Louvre, que se extendió hasta pasada la Segunda Guerra. En el marco de este proyecto las colecciones no hacían más que aumentar y fue necesario trasladar colecciones completas a otros lugares, tal como el Museo de la Marina al Palacio Chaillot y las colecciones asiáticas al museo Guimet. La antigua sala de juegos del palacio de Tullerías, el Jeu de Paume, pasó a ser en 1947 un anexo del Louvre guardando colecciones de arte impresionista. Por falta de espacio, todo ese material fue trasladado en 1986 al recientemente creado Museo de Orsay.

 

En 1981, el presidente François Miterrand anunció el proyecto del "Grand Louvre", que preveía una reestructuración, absolutamente necesaria, del gigantesco museo. Para ello se convocó al arquitecto Ieoh Ming-Pei, el mentor de la polémica pirámide acristalada que es hoy la entrada principal del Louvre, en el centro de la Cour Napoleón. La Gran Pirámide, inaugurada el 30 de marzo de 1989, conduce al subsuelo del palacio, a un vasto hall que da acceso a exposiciones temporarias, un auditorium, las fosas del Louvre de Carlos V y servicios para los visitantes (cafetería, vestuarios, librería, restaurantes, acceso a la estación de metro).

 

Las colecciones

 

Las colecciones reunidas en el Louvre son vastísimas y se agruparon en ocho departamentos:

 

- Antigüedades orientales: Colecciones de esculturas y objetos de Cercano y Medio Oriente, desde la aparición de los pueblos hace 10000 años hasta la llegada del Islam (Mesopotamia, Irán, Arabia, Anatolia, etc).

 

- Antigüedades egipcias: Agrupa una colección que abarca desde la Prehistoria (4000 a.C.) hasta la época cristiana (siglo IV).

 

- Antigüedades griegas, etruscas y romanas: Reune obras desde el Neolítico al siglo VI de nuestra era.

 

- Arte del Islam: Este departamento del Louvre presenta una colección de mil objetos de arte islámico, abarcando 1300 años de historia.

 

- Esculturas: Colecciones de esculturas medievales, renacentistas y modernas, francesas, italianas y de paises de Europa del Norte.

 

- Objetos de arte: Muestras de objetos diversos, tales como tapicerías, joyas, cerámicas, marfil, muebles y relojes. Abarca desde la Edad Media a la primera mitad del siglo XIX.

 

- Pinturas: Incluye obras representativas de todas las escuelas de pintura europeas, desde el siglo XIII a 1848. La sección italiana es la más antigua del Louvre, cuya obra más famosa es quizá la célebre "Gioconda" de Da Vinci.

 

- Artes gráficas: Obras sobre papel utilizando diferentes técnicas. Por su fragilidad a la luz, sólo se realizan exposiciones temporarias o bajo petición.