El BCRA volvería a bajar las tasas durante mayo
Comercio Exterior

El BCRA volvería a bajar las tasas durante mayo

 

 

03-05-2014 Fuente iprofesional.  Al Gobierno le preocupa el freno en el consumo, por lo que esta medida ayudaría a bajar la inflación y a estabilizar al dólar

 

Aunque el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, salió a cruzar duro el miércoles a los bancos por el aumento de las tasas de interés (que calificó como "abusivas"), la verdadera batalla se da puertas adentro del Gobierno. La preocupación del ministro de Economía, Axel Kicillof, es que el incremento del costo del financiamiento enfríe aún más la economía.

 

En abril, el BCRA marcó un cambio de tendencia al decidir una reducción de un punto porcentual en las tasas, que si bien resultó marginal, procuró reducir las presiones de la Casa Rosada. Y lo más probable es que de la mano de una menor inflación en abril, que podría profundizarse en mayo, el titular del Central, Juan Carlos Fábrega, defina una nueva disminución de tasas en mayo durante las próximas licitaciones de Lebac y Nobac.

 

En abril las tasas para los plazos más cortos bajaron de casi un 29% a poco menos del 28%, pero la reducción fue leída como el primer paso de sucesivas bajas, dice el economista Pablo Wende en su columna en Ámbito Financiero.

 

La fuerte suba de tasas dispuesta por el Central derramó rápidamente entre los bancos, que subieron los rendimientos de los plazos fijos, pero en mayor medida el costo del financiamiento para  empresas e individuos. De hecho, tal como publicó esta semana Ámbito Financiero, el costo total de los préstamos personales ofrecido por algunas entidades ya se ubica en niveles del 100% anual.

 

Algunas entidades comenzaron a bajar las tasas crediticias ante la reducción de la demanda. De hecho, en los últimos meses se produjo una disminución neta del stock crediticio, lo que deja en evidencia que hubo cancelaciones de cuotas de préstamos ya otorgados, pero escasos otorgamientos nuevos. Para las entidades representa un problema: deben pagar más cuando colocan plazos fijos, pero tienen problemas para trasladar ese mayor costo en el otorgamiento de nuevos préstamos.

 

Con este panorama, hay una serie de motivos que le dejarían cierto espacio al Central para avanzar con nuevas bajas de tasas, entre los que se pueden mencionar los siguientes:

 

• Aumentó la liquidez de los bancos, precisamente por el incremento de los plazos fijos, pero hay un estancamiento del crédito. Por lo tanto, tienen más dinero para comprar Lebac y Nobac emitidas por el Central, aun si hay reducción adicional de tasas.

 

• Las últimas dos licitaciones de títulos que efectuó el Central dejaron claro que con este nivel de tasas, le "sobra" para absorber pesos. El único desafío sería absorber fondos adicionales cuando además hay por delante vencimientos por $25.000 millones que habrá que renovar necesariamente.

 

• Una reducción de tasas bajaría el costo de absorción para el BCRA. Si bien el déficit cuasi fiscal todavía no es un problema serio, podría transformarse en una carga más pesada si las tasas continúan tan altas y aumenta el monto de colocación de deuda.

 

• Pero lo más relevante, además de las causas ya planteadas, tiene que ver con la disminución de la inflación en abril y la reducción adicional que se espera en mayo. Con inflación en baja, quedaría margen para bajar las tasas, pero manteniéndolas levemente por encima de la suba de precios. Además, la estabilidad del dólar también permite pagar un poco menos a quienes depositan en pesos.

 

• Una reducción de la tasa de Lebac ayudaría a que los bancos bajen adicionalmente la baja de plazos fijos y también la que cobran por los créditos, en especial los de corto plazo.

 

Pero más allá de este panorama de corto plazo, no será fácil continuar con la reducción de las tasas en pesos en el segundo semestre. Sucede que la necesidad de emisión monetaria para financiar al Tesoro treparía a unos $150.000 millones, lo que actúa como una suerte de piso para la disminución que quiere llevar adelante el Central.

 

Si se exagera con la baja de tasas, la consecuencia podría ser un repunte inflacionario y un crecimiento en el ritmo de devaluación.