La Unión Europea da un paso más hacia la unión de sus mercados de capi
Comercio Exterior

La Unión Europea da un paso más hacia la unión de sus mercados de capitales

 

 

06/10/2015 Fuente cronista. La Comisión Europea anunció que se va a avanzar en un demorado proyecto de unión financiera para que empresas tengan las mismas condiciones para acceder al crédito

 

"Las especies que sobreviven no son las más fuertes ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio". A la luz de las últimas noticias que llegan desde la Comisión Europea (CE), parece que finalmente ha hecho carne esta afirmación de Darwin sobre la necesidad de adaptarse a los tiempos que corren. Porque una de las mayores críticas que se le hizo a la Unión Europea (UE) durante toda la crisis subprime y de la deuda soberana fue su imposibilidad para adoptar una estrategia común frente a la debacle financiera internacional.

 

La semana pasada, el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, anunció la puesta en marcha del proyecto de Unión de Mercados de Capitales (UMC) continentales. La idea viene siendo demandada por las empresas y los especialistas desde hace por lo menos 15 años (cuando se lanzó el euro como moneda común en 1999) y con mucha más fuerza en los últimos siete años, tras el estallido de la burbuja financiera.

 

"Queremos crear un mercado único de capitales en el cual las empresas puedan obtener financiamiento dentro de un mercado único donde las reglas sean las mismas para todos en los 28 países miembro de la Unión. Durante mis rondas de consultas, me entrevisté con numerosas aseguradoras que se quejaban por la falta de oportunidades para invertir en proyectos de infraestructura. La UMC busca suprimir esos obstáculos", afirmó enfático Jyrki Katainen, vicepresidente de la CE. En ese sentido, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) calcula que van a hacer falta unos 2 billones de euros de aquí al año 2020 para mejorar las infraestructuras.

 

Con el lanzamiento de la UMC, el objetivo de las autoridades continentales consiste en recrear las condiciones para que se establezca un mercado de capitales genuino y no fragmentado como sigue siendo la norma en Europa desde la crisis financiera. Y que este enorme paso hacia una mayor unión financiera impulse la salida del estancamiento económico y dé alas al crecimiento del PIB, la llave para terminar con este ciclo negativo que se inició en 2008.

 

En qué consiste

Cuando la CE habla de crear una UMC, lo que busca es ordenar de cierta manera el acceso al financiamiento para los proyectos de infraestructura y sobre todo para las pymes, las empresas más castigadas durante la crisis. Para las autoridades europeas, una UMC debería ser suficientemente atractiva para que los inversores institucionales (como los fondos de inversión, los fondos de pensión o las aseguradoras) coloquen parte de sus carteras en este tipo de proyectos con menor riesgo (porque avalados por la CE) y con una rentabilidad interesante. Y, en definitiva, poner en práctica una de las lecciones que se aprendieron con la crisis de la deuda soberana, que es buscar la forma de reducir la dependencia respecto de los bancos a la hora de conseguir financiamiento. Como explicó en la presentación Jonathan Hill, Comisario Europeo para la Estabilidad Financiera, "en caso de una nueva crisis del mercado de capitales, las pymes europeas podrían volver a encontrarse en grandes dificultades a partir del momento en que los bancos les cerraran la canilla del crédito".

 

El proyecto tiene sentido si se presta atención al hecho de que los bancos de la UE aportan hasta el 80% del financiamiento de las empresas europeas. Para eso, en el corto plazo la CE prevé impulsar el mercado de la securitización de activos, para que recupere el nivel previo a la crisis (hasta 150.000 millones de euros) y ayude a diversificar las fuentes de crédito a disposición de las empresas. "Las nuevas reglamentaciones que se están creando en ese sentido van a ayudar a desarrollar productos simples, transparentes y estandarizados", manifestó el Comisario Hill. Por lo visto, no tuvo en cuenta que los instrumentos securitizados fueron los principales causantes de la crisis.

 

A pesar de ello, los analistas apoyan que por fin la UE haya decidido dar el paso hacia una mayor unión financiera, un reclamo que nació con el lanzamiento del euro y que explica por qué la crisis de la deuda soberana se cebó tanto en el continente. Al ser la unión financiera imperfecta (sólo se logró la unión monetaria y la creación de un banco central), cuando estalló la crisis no hubo mercados, ni reglas, ni reguladores únicos que permitieran capear la tormenta. El primer paso (tibio) que se dio cuando ya se estaba ‘quemando la casa‘ y se dudaba del futuro de la moneda común fue el del Banco Central Europeo, al decidir aplicar políticas monetarias súper expansivas para contrarrestar la falta de liquidez, una decisión muy criticada en su momento por Alemania y varios países del norte de Europa, pero que a la larga dio sus frutos.

 

Sin embargo, aún falta un largo camino por recorrer para llegar a la plena integración financiera de la UE. El anuncio de la UMC es una señal alentadora en ese sentido, pero todavía no están presentes aspectos tanto o más importantes como una unión bancaria (que implique una regulación única, un supervisor común y un único fondo de garantía de los depósitos), un Tesoro europeo y avanzar hacia la unión fiscal. De acuerdo con los analistas, si se avanzara en esa dirección se podría terminar con la fragmentación actual de los mercados financieros europeos y el círculo vicioso entre riesgo soberano y riesgo bancario. En definitiva, el desafío por delante consiste en adaptarse o desaparecer como mercado común.